Creo que hoy, 4 de octubre del 2019, Elena se ha vengado del gran metre y propietario del restaurante Ferrara, el divino Víctor, y de su joven ayudante de cocina, José, puesto que los citó para cocinar y los ha puesto a limpiar.
Es que los fogones no han llegado ni a calentarse, pero eso sí, el jabón, la bayeta y el agua han sido los protagonistas, y aunque suene mal decirlo, José y Víctor o Raúl y un servidor, han dejado o hemos dejado, nuestros muebles de la cocina relucientes, los útiles de cocinar brillantes como espejos y más ordenados que una biblioteca.
Cuando yo llegué a las 17:30, puntualísimo, a la ESAD, donde hemos cocinado hoy, estaban todos sentados. Hemos cocinado la plantilla completa. Nada más llegar me informaron que la cita programada para el 21 de octubre quedaba aplazada para más adelante. Debido a esto, nuestra próxima cena sería el 23 de noviembre, por tanto Elena, acertadamente, pensó que si cocinábamos dicho menú tan pronto, este podía estropearse, así que decidió dedicar esa jornada a limpiar y ordenar, a fondo, las cocinas. Ella y Paula, que estaban allí desde las 16:00, ya habían hecho su parte y ahora nos tocaba a Raúl y a mí.
Hoy me he enterado que se han hecho ya 8 cenas, para una obra profesional es absolutamente nada, pero a nuestro nivel, que una pieza y más de esa envergadura y naturaleza se haya hecho ya 8 veces es un éxito rotundo.
Pues después de tantas funciones, tantos cocinados, tanto limpiar y tanto guardar, estaba todo un poco desordenado y liado y hoy nos hemos dedicado a ponerlo a punto para empezar de cero.
Ahora hablando en serio, han sido muchas funciones de Las cenas de las emociones, cambios de repartos, de criterios, de objetivos, muchas variaciones de frases, según las circunstancias, y nos hacía falta a todos, hacer un pequeño borrón y cuenta nueva, una puesta a punto de la pieza, marcar cosas para que quedaran ya fijas, definir frases concretas y aclarar objetivos en las escenas y de los personajes. Todo eso hemos hecho hoy y me ha parecido muy bien.
Hemos comenzado con la escena 2 y aunque esta siempre ha sido de las más cuadradas de la pieza, le hemos hecho unas transformaciones profundas y creo que muy positivas .
Primero hicimos un pase a la italiana para refrescar el texto, otro interpretado, otro donde el personaje de Raúl cambió algo, sé que a él le hacía ilusión hacerlo así, pero a mí no me convencía, otro con unos cambios en el comportamiento de los personajes, que yo propuse y creo que tuvo aceptación, a mí al menos, como actor, me aportó lo que le faltaba en la escena. Pienso que ahora está más redonda y llena de sentido. Se hizo otro pase más para fijar el cambio y el último para que Elena nos grabara y lo dejara ya fijado para siempre.
Después empezamos con la 5, repaso de texto, pero tras un poco de confusión con el mismo, nos sentamos a trabajarlo, puesto que había una diferencia entre lo escrito y lo que decimos, se apuntaron y se fijaron esos cambios. Luego los llevamos a la práctica y por último hicimos un pase sentados para grabarlo.
Tras marcharse Raúl, hice con las chicas, la 1, esta casi no se ha modificado nada, pues siempre ha estado muy bien. Tres pases hicimos: Uno para calentar, otro para cambiar cosas y el tercero para grabar.
Y aunque limpiar siempre es feo, aburrido y soso, debo de confesar que una vez que las cosas están limpias, uno se siente mejor, sientes, al menos yo, que has ordenado tu propio organismo. Pues así ha sido, la limpieza de hoy, ha sido pesadilla, pero una vez que hemos visto nuestra parte de la cocina brillante y ordenada, ha sido gratificante y nos ha dado, creo que ha todos, seguridad.
El próximo jueves, descansamos, me he enterado hoy y al siguiente más.
Que bien te lo pasas.
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