sábado, 26 de octubre de 2019

¿Y DESPUÉS DE "UN PASEO POR LA HISTORIA"? PUES OTRO PASEO.


Una vez llegué a la casa hermandad del Sepulcro, el pasado jueves 24 de octubre del 2019, me uní a Javi Zumaquero que esperaba mi llegada, y allí comenzó mi post-actuación, que esta vez os quiero contar. Eran las 21:25 aproximadamente e intercambiamos impresiones de cómo nos había ido y cómo nos habíamos sentido.


Yo que soy muy pesado con las fotos  le pedí que me hiciera una, desde el previo estaba deseando pedírselo , ya que quería llevarme un recuerdo de ese lugar donde actúe vestido de romano, me daba corte decirlo, pero la final me decidí,se lo dije y me las hizo. Tras hacérmelas, cayeron algunas juntos, las cuales acompañan esta entrada, y nos fuimos para el Museo Revello de Toro donde nos cambiaríamos de ropa.

En ese cortísimo trayecto, ya sí, usé mi manto rojo para abrigarme pues empecé a sentir frío.

Entramos al museo, y lo primero que hice fue pedirle perdón al hombre de la seguridad que nos abrió la puerta. La puerta  era de madera con una gran aldaba de hierro antiguo y cumplí mi sueño de llamar, pegando, como su fuera una peli de la Edad Media, pero claro supuse que dentro, el muchacho se habría quedado sordo y por eso me di mis disculpas.

Entramos y nos fuimos directos a la sala de proyección, donde estaban nuestras ropas y nos esperaba nuestro compañero Ángel.

Me desnudé rápido, ordené todas las cosas y me fui al baño con Zumaquero a lavarme la cara.

Al terminar nos sentamos Javi, Ángel y un servidor a hablar de nuestras cosas y nuestros miedos a los médicos, las agujas y los hospitales. La verdad que fue divertido. Conclusión: Los  tres somos igual de  cagones.

Una vez más, fue volver a mis inicios en  Eventos con historia, allí sentados, en un lugar extraño y  original, donde no todo el mundo puede estar, medio a oscuras, ya relajados tras la actuación, charlando de nuestras cosas, con buen rollo y con buenos compañeros.

Aquel lugar sombrío y relajado empezó a llenarse de personas, algarabía y ruidos. La actuación ya había acabado y  los compañeros volvían. Tras hablar con Edu, nos podíamos ir, pero antes fui al baño de las chicas a preguntar una cosa Ana.

Y fue allí donde comenzó mi momento, vestidor de la Macarena, ya que Carol, me pidió que le quitará el micro, pero para ello tenía que quitarle todo el peinado que le había hecho Ana y allí oyéndola, riéndome y en un pasillo estrecho, rodeado de miles de personas, maletas, cajas, bolsos y mochilas, la despeiné, mientras me reía y me sentía  por un momento el vestidor de la Macarena.

Decidí acompañar a Javi a su coche, pero la despedida, aún en el museo, con los compis, pintaba que iba a ser larga, menos mal que yo como soy poco sociable, la corté y nos fuimos.

Eran las 22:10, el viento había vuelto a hacer su aparición estelar y antes de ir a casa, Javi y yo decidimos parar en 100 Montaditos  y echar  un renquecito a base de, aceitunitas, nachos, bocadillos y una muy buena charla, dónde volvimos a intimar y a contarnos nuestras cosas. Hacía tiempo que no tenía una charla de esas con él y las echaba de menos, de ahí al coche y a casa pues al día siguiente más. Ensayo a las 10:00.




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