viernes, 31 de julio de 2020

TODO SIGUE SIENDO "NO NORMAL" RESPIRANDO EN EL JARDIN.


Cuando anualmente escribía sobre las visitas teatralizadas al jardín botánico de Málaga, lo hacía con 4 entradas: El camino, el previo, la espera en soledad y la actuación, pues esta vez dos de ellas se pueden unir, porque mi previo fue totalmente en soledad.

Iba a comentar que el previo, del viernes 24 de julio del 2020, fue muy breve, pero ahora al echar cuentas veo que duró casi dos horas, o sea, que de breve nada. Empezó sobre las 20:05, cuando entré en el jardín procedente de la moto de Álvaro y acabó sobre las 22:15.

Tras esa entrada tan inesperada y motorizada me fui directo a la sala de los administradores a saludar. A la primera persona que me encontré fue a Soraya que me puso un poco al día y le expliqué mis planes para cambiarme con seguridad. Quiero destacar que me recibió con una grandísima sonrisa y un saludo muy cálido y afectuoso. Eso ya me llenó de fuerzas.

Lo siguiente fue ir a cambiarme.

Este previo fue muy sencillo, llegué, busqué un sitio donde cambiarme, descansé, mandé muchos WhatsApp, me maquillé, cené, me cambié, me hice mil fotos y vídeos, a todo el mundo le informé de la vuelta de don Rafael, esperé con Dani, solté mis cosas en la entrada, me fui a mi lugar de inicio y esperé. Fue solo eso, o sea, muy simple, pero quiero contaros recuerdos, cosas que me gustaron, me parecieron curiosas o me impactaron y ahora quiero relatar para así no olvidarlas.

Primero os hablaré de la seguridad.

Desde que estamos en la nueva normalidad, mis movimientos los comparo con los del rey Felipe VI, el Papa de Roma o un jugador de ajedrez, todo está programado, previsto y organizado con mucha antelación. No dejo nada al azar y todo lo que hago tiene un por qué y un fundamento.

Os doy permiso para llamarme paranoico. Pues bien, el viernes entré así al jardín, pensando qué hacer, cómo, cuándo y dónde. De hecho, nada más entrar le dije a la seguridad, que por cierto era nuevo, que, si podía cambiarme fuera de los baños, o sea, en el jardín. Este muy amable me autorizó y me fui como un soldado en plena batalla a buscar el lugar más estratégico y seguro para empezar.

Pensar en donde, hacerme fotos, ir cargado o esquivar a personas, ocupaban mi cabeza como en bucle, hasta que de pronto pasé el museo Loringiano y vi el jardín, enorme, con mil tonos de verdes, solitario, sin ruidos, sin personas, sin máscaras, sin presión, con un aire limpio y en ese momento todo se paró y me dije: “Lolo aprovecha esto, la naturaleza, el aire puro y sobre todo la libertad”.

Así que los siguientes minutos fueron un paseo por el jardín, como los hacía en el año 2016 cuando entré por primera vez, es decir, descubriendo lugares, mirando cada detalle, disfrutando el momento y el espacio al máximo. ¡¡Qué bien me vino no pensar en nada!

Lo segundo que os quiero contar es que la seguridad me dijo que ya era tarde y que podía cambiarme donde quisiera porque, aunque el jardín aún estaba abierto, no había prácticamente nadie. Pues Murphy y su ley hicieron su aparición. Nada más subir, había dos chicos en el museo, cuando fui al paseo de las palmeras me encontré a lo lejos una señora y tres niños y mientras paseaba apareció otra pareja, lo que hizo que me tuviera que esconder entre la fuente de la ninfa. En la vida me he encontrado tanta gente.

Al final la zona más solitaria era la forestal, allí me quedé y cuando más tranquilo estaba, me encontró la seguridad. ¡¡ Vaya para un día que no quería ver a nadie!

Pues una vez solo, viví la libertad. Puse mis dos bolsas en un banco, me quité la mascarilla, puse mi música en el móvil y disfruté de mi propia fiesta del verano. Fiesta particular y primera en 6 meses. ¡¡¡Qué bien me lo pasé conmigo mismo, el aire puro y la música!

El momento de maquillarme, cenar y cambiarme tampoco fue fácil, pues llevaba dos bolsas, mi mochila personal y una bolsa con el vestuario, pues bien, no solté nada en ninguna parte, iba pasando las cosas de una bolsa a otra, dentro de cada bolsa había, unas cuantas bolsas más para proteger todo, hecho que a la vez complicaban la actividad. Parecía un trilero pasando las cosas de un sitio a otro.

Una vez maquillado, cené y me vestí. Ya vestido me hice, inocentemente una foto y me impresioné.

Adoro a este personaje. Hace unos 3 años que no lo hacía y pensé que nunca lo volvería hacer, así que cuando estaba vestido y maquillado, me hice una foto, y fue un poco shock ver que la imagen que reflejaba esa cámara era, de nuevo, la de ese hombre. Realmente me impresionó verlo. Con la euforia del momento me hice mil fotos más que las colgué a Insta y me puse a hacer videos y a mandarlos a todo el mundo.

Y estando allí, apareció Dani. Me hizo mucha ilusión verlo y nos fuimos juntos a su lugar de inicio. Me gustó el momento de ver al público pasar y ver como Dani se concentraba e iniciaba su actuación, previamente estuvimos hablando de nuestras cosas, pero eso sí, cada uno a 3 metros del otro.

Y ya lo último que quiero recordar, es justo cuando antes de iniciar, estaba sentado en un escalón, en el suelo, al lado de una fuente enorme, en una oscuridad absoluta y oyendo ranas, pájaros y yo que sé qué miles de ruidos más. Eso parecía una peli de miedo. La verdad que daba un poco de cague.

Bueno pues estas son las sensaciones que quería recordar y a la vez compartir. Gracias por leerlas.

 

   

jueves, 30 de julio de 2020

DON RAFAEL ECHEVARRIA Y PUNTO.



Y no hay nada más que decir, solo él, su nombre, su apellido y punto. Siempre dije, digo y diré que no soy muy amigo del campo, pero una vez más tengo que afirmar que el Jardín Botánico es un lugar mágico, donde todo es distinto, placentero y especial.

Ayer viernes 24 de julio de 2020, justo antes de empezar la primera de las visitas teatralizadas al Jardín Botánico de Málaga del 2020, bajé a la sala de los administrativos a dejar toda mi ropa. La visita ya había comenzado, en dicha sala me encontré con Samu, uno de los administrativos y presentador. Este ya había terminado su presentación y estaba cambiándose. Yo aún no había empezado y me dijo orgulloso y satisfecho: “Listo, ya hemos empezado la novena temporada”, me gustó porque lo noté feliz por ello.  De ellas yo he participado incluyendo esta, en 5 ediciones.

Allí he hecho de casi todo, duende, viejo mago, Jorge Loring en dos versiones distintas y con todos me los he pasado genial, pero sin lugar a dudas, el jardín llega a un nivel de magia extraordinario y se genera una energía especial cuando me meto en la piel del vasco Rafael Echevarría y ayer pasó.

Ayer, de nuevo, fue un parón en mi vida, un parón de ser Lolo, para ser otra persona, otro ser. No había ensayado nada, ni apenas lo había organizado. 
Este año hacía un recorrido más largo y lo había previsto o pensado en mi mente pero muy mínimamente. Confiaba en que me iba a ir bien, en que me iba a salir bien. 

La gracia de este personaje es que parte de un recorrido establecido, de un material de información que debe de dar, pero que su esencia es dejarlo vivir, que viva y fluya sólo, asi que si me ponía a organizarlo, ensayarlo y prepararlo todo al dedillo me saldría muy falso y perdería su esencia y lo dejé fluir.

No todas las veces que me he metido en su piel, he dejado de ser yo para ser él, algunas veces he sido yo, actor, haciendo de él, personaje, pero ayer fue uno de esos días especiales, donde pasé de cero, de ser Lolo, al 100, a ser él y todo sin calentar y después de casi 3 años sin meterme en su piel. 

Fue oír al público, poner la postura de don Rafael, abrir la boca, desaparecer yo y dejarlo a él vivir. De nuevo vivió, de nuevo se apoderó del jardín, de mí, de la noche, de las 30 personas que iban en el grupo, se apoderó de todo. Fue sensacional. Había una mujer con su hija, que cada vez que Rafael soltaba una de las suyas reía a carcajada y lo comentaba. 

Si tengo que destacar algo, aunque suene muy raro, fue el trayecto de vuelta a casa. Me vine caminando desde el jardín, casi una hora. Iba con mi mascarilla, oyendo música, Lola Flores y Ana Mena entre otros, notaba el calor de una noche de verano en mi piel, algo que este año con toda la situación sanitaria, esta siendo imposible. En ese momento fui consciente de lo que había pasado en el jardín, o sea, que de nuevo vi que ese personaje me había poseído y yo le había cedido mi ser. De nuevo la interpretación en mayúsculas y la fantasía habían cobrado vida. 

En un chasquido de dedos, mi mente, mis sentimientos, mi forma de pensar, se habían trasladado a ese verano de 2016, donde no había problemas, donde todo era pasarlo bien, me trasladé al estreno de ese personaje, a ese regalo que la vida y Rebeca me dio y sentirme así fue un respiro enorme.

Lo único bueno, pero lo único, único, que ha tenido todo esto que estamos viviendo ha sido el tener que hacer las visitas teatralizadas de este año de esta forma tan especial y que con ello haya vuelto Rafael Echevarría, porque me ha hecho vivir una noche muy feliz.

De vuelta a casa, estaba pensando que iba a escribir sobre la función que acababa de realizar y no sabía cómo explicarlo, pues no sabía expresar en palabras lo que había vivido y como me sentía.


Es más sé que no voy a conseguir que esta entrada sea tan viva, tan divertida, tan mágica, tan alegre, tan exitante, tan festiva como fue esa noche. No voy a conseguir con mis palabras transmitiros todo aquello que tuve el placer de sentir. 

No me puedo, ni me quiero quedar con nada concreto, sino con el todo, con el pase completo.

Hacía mucho tiempo, que no sentía, ni vivía tan buen rollo entre un grupo de personas y pienso que en tiempos como estos, hacer a tanta gente feliz es algo muy grande.

El inicio debido al tema de distancia, seguridad y a que salía desde un lugar nuevo y mi entradilla tampoco era la de siempre, fue un poco frío, muy poco, pero lo fue, pues en menos de un minuto ya estaba en marcha.

Mi participación debía durar unos 25 minutos, yo no sé lo que duró puesto que no llevaba el control del tiempo de ninguna forma, pero nada más que por la distancia que recorrimos, creo que hicimos más, pero cuando estaba en la mitad del recorrido pensé: “Ya estamos aquí, pero si no habrán pasado ni 3 minutos”. Estaba encantado. 

Estaba tan encantado que no he parado de hablar, es más, a la bajada del mirador me quedé un rato callado, pues pensé que les iba a estallar la cabeza a los pobres.  Además, los dejé contemplar el jardín, es más, en el mirador les dejé un rato para disfrutar de las vistas y se hicieran fotos. He hablado casi personalmente con cada uno del publico y siempre que hablaba estaban pendiente a mí.  

El publico ha sido muy respetuoso con la distancia y la seguridad, cosa que le agradezco. Todo ha sido muy bonito y le doy gracias a la vida y a Dios por haberme dado la oportunidad de vivir esa noche. Noche que mi compañera Celia al acabar, también definió como fantástica.

 







lunes, 27 de julio de 2020

FOTAZAS DE LA VUELTA DE DON RAFAEL ECHEVARRIA.


Poco antes de empezar la primera visita teatralizada del Jardín Botánico de Málaga y la vuelta del personaje de don Rafael Echevarría, el viernes 24 de julio del 2020. Mi gran compañero, Dani, me pidió que le hiciera unas fotos, se las hice y luego le hice una petición reciproca.

Al día siguiente este me mandó las fotos que me realizó, las retoqué y me gustaron tanto, que hoy quiero publicarlas aquí. Espero que os guste, a mí muchísimo.

 





PREPRANDO LA VUELTA DE RAFAEL EL GRANDE Y LA VUELTA DEL MEJOR EQUIPO.


Aunque las entradas para las visitas teatralizadas en el Jardín Botánico de Málaga estaban a la venta desde hacía más de un mes, no teníamos asegurado que estas se iban a realizar. Todos los años las visitas son un rotundo éxito, puesto que las entradas se venden con mucha antelación y como churros, pero este año con todo lo que hay, no había ninguna seguridad de que se fueran a vender entradas suficientes como para realizarlas.

Debido a eso, ni me hice prueba de vestuario, ni lo lavé, ni lo planché, ni busqué el atrezo, ni los accesorios, ni repasé el texto, ni nada. Así no me hacía ni falsas ilusiones, ni un trabajo en balde.

Pues bien, la primera visita estaba prevista para el viernes 24 de julio del 2020 y aún durante la mañana del jueves 23 de julio del 2020, oficialmente no sabía nada, pero extraoficialmente sí, ya me habían llegado noticias externas de que teníamos muchas probabilidades de que se iban a realizar dichas visitas, por ello, el jueves 23 nada más levantarme, me fui al armario y me hice la prueba de todo el vestuario de don Rafael Echevarría y ¡¡¡Milagro!!! Me estaba todo bien. Yo juraría que he engordado, pero la ropa me quedaba super bien.

Y ya a las 11:00 me confirmaron que el viernes 24 de julio del 2020, volvía a su verde jardín, don Rafael Echevarría el grande.

 Y esta confirmación hizo que se produjera otra vuelta y esta ha sido la mejor, la más importante y la que más echaba de menos, la del mejor equipo de todos, el de  mi madre y yo que somos un grandísimo equipo, pues en menos de 24 horas, teníamos todo el vestuario de don Rafael, calcetines, zapatos, pantalón, cinturón, camisa, chaleco, chaqueta y pajarita colgados en una percha, una vez lavados, planchados y perfumados, al igual  que dejamos listos su colonia, su maquillaje, su reloj de bolsillo y todo lo necesario para que volviera ese hombre, que es tan importante para mí.

Solo había una cosa que este año va a estrenar don Rafael y es su palomita. La suya se quedó en casa del elenco de La Paella, puesto que tras la suspensión del estreno se quedó con el vestuario, por tanto, me tuve que poner una palomita real, datada de 1971 y que fue nada más y nada menos que la que llevó mi padre el día de su boda.

El llevarla iba a ser un placer, pero a la vez una responsabilidad, porque no quería por nada del mundo que perdiera o estropeara.

 




domingo, 26 de julio de 2020

NUEVO PROYECTO, " MALAGA DULCE".



Bueno pues el verano sigue siendo muy intenso para Eventos con historia y como Edu sigue contando conmigo por ende para mi también.

Ya sabía de la existencia de este personaje y esta función, pero hasta el martes 21 de julio del 2020, no se materializó. 

La mañana de ese martes, recibía un mail con el nuevo guion, el nuevo personaje y cita para el próximo ensayo.

Aunque en un principio estaba planteado de otra forma, el tema de la seguridad y la crisis sanitaria ha hecho que deba cambiar la escena y se convierta el diálogo previsto en en un monologo.

Y ya sí os puedo informar que los sábados 22 y 29 de agosto de 2020, participaré en las nuevas visitas al cementerio San Miguel, que Eventos con historia va a organizar este verano y que tendrá por nombre, La Málaga dulce.

Solo os puedo decir, que quiero ponerle acento de una provincia andaluza a este personaje, ya os contaré.    





DOS DÍAS DE "TERRAL" PERO MUY INTENSOS.


Tal y como decía el periodista Miguel Ferrari en un artículo de La Opinión de Málaga, del 28 de junio de 2018. Cuando el terral azota a Málaga capital en pleno verano, el malagueño se aferra a la sabiduría popular y repite como un mantra que el terral “dura días impares 1, 3 o 5”. Sin embargo, esta afirmación no tiene ninguna base científica.
   
El articulo continuaba comentando las conclusiones a las que ha llegado un científico para decir que esto no es verdad, pues bien, yo sin ser científico también puedo decir que esta afirmación no es cierta, puesto que esta semana, del 20 de julio al 24, hemos tenido terral, un terral muy intenso, con temperaturas históricas, pero solo han sido dos días, por tanto, par y además no consecutivos, pero eso sí, repito, han sido muy intensos.
  
Es broma no soy meteorólogo, solo quería contaros de una forma original, que esta semana el elenco del grupo El terral, con Antonio al frente, nos hemos vuelto a reunir para ensayar, solo lo hemos hecho dos días, pero lo de la intensidad, no era parte del juego, era totalmente verdad, pues han sido muchas horas de trabajo y sin parar un segundo. Es más, si  hiciera un símil entre la intensidad del ensayo y la temperatura sería un ensayo a 50 grados.
  
Bueno, os resumo estos dos encuentros, que tuvieron lugar, el del martes 21 de julio y el del jueves 23 de julio del 2020.   





Martes 21 de julio de 2020:



La primera jornada de ensayos, fue la del asentamiento y también la del agotamiento.

Quedamos a las 16:00. Nuestro compañero Juan, debido a su horario laboral, no podía llegar hasta las 20:00. El director nos dijo que a esa hora ya estaríamos listos y se quedarían solos los dos, pero no fue así, puesto que cuando este llegó aun estábamos montando y decidimos quedarnos todos con él. Una vez que montamos hasta donde estaba planteado, la prota de la pieza, Celia, pidió hacer un repaso completo de la pieza, nos vino muy bien pero hasta pasadas las 22:00 no nos fuimos a casa. Fueron 6 horas de ensayos.

Además, como dije antes, fue un no parar, empezamos repasando parte de lo que teníamos montado, luego empezamos a montar lo nuevo y lo repetimos unas cuantas veces hasta que llegó Juan. Luego repasamos lo nuevo con él. A continuación, terminamos de montar el acto I, empezamos el acto II hasta la mitad y para acabar hicimos el pase completo de la pieza. A parte, tuvimos un momento de repaso de texto a la italiana, entre compañeros.

Sobre las 21:15 estaba afónico y los ojos se me cerraban. Estaba agotadísimo, pero era una sensación muy placentera. ¿Sabéis por qué?, pues porque este año no hemos tenido ni Semana Santa, ni tendremos la feria y ese tipo de cansancio me recordaba a esas fechas del año, tan memorables. Además, como a mí me gusta tanto currar y hacía tanto tiempo que no lo hacía estaba contento de aguantar tantas horas de trabajo.

Y por último os diré que fue la tarde del asentamiento porque mi personaje por fin se asentó. Creo que por fin conseguí el perfil que me solicitaba el director. Hasta ahora no había preparado el personaje en casa, porque no sabía por dónde pillarlo y eso me provocaba cierta inseguridad. Esa tarde recibí muchas indicaciones, el director me pidió que evitara moverme tanto, que fuera más rígido, más serio, más solemne, con entonaciones diferentes etc.

Intenté poner todo eso en práctica, me dejé llevar y de pronto, llegó el momento mágico, ese momento en el que, durante un ensayo, o delante de un espejo, o en plena calle suena el pum y ya tienes al personaje, esta vez el pum fue la risa de Celia. Casi todas mis escenas son con ella, y esa tarde, las risas de Celia, la comunicación entre los dos, la improvisación y los juegos llenó todo nuestro trabajo y me hizo ver que por ahí iba bien. 

Supe que entre los dos había algo, pues ambos paramos las escenas con las risas que nos provocaba ver al otro y eso en el escenario va a ser éxito seguro así que me fui cansado pero repleto de seguridad.





Jueves 23 de julio de 2020: 


Este segundo día fue menos intenso en cuanto a horas, pero si muy intenso de trabajo, puesto que se aprovecharon estas al máximo.

Empezamos a las 15:30 y para las 18:00 nos fuimos, solo fueron 3 horas y media, pero eso sí, repasamos varias veces todo lo que habíamos montado el día anterior, montamos lo nuevo, volvimos a repasarlo varias veces y por último hicimos un repaso completo de la pieza.

En esta parte del texto mi personaje sale en numerosas ocasiones, muy breves, pero muchas.

Antes de comenzar el director nos dijo que hablaría de los personajes, dio muchas indicaciones a casi todos, menos al mío que me dijo que ya lo tenía e iba muy bien. ¡Qué contento me puse!

Después de las risas de Celia del día anterior y de que el dire no me diera indicaciones, me llené de seguridad y pude darlo todo en mis apariciones. La verdad que lo pasé muy bien.

Es más, estábamos ensayando, cuando de pronto una risa cortó el mismo y era Celia que estaba fuera de escena, pero se reía de una de mis frases. Ya digo creo que ya lo tengo que ya debo empezar a disfrutarlo y pasarlo bien.


PD: El viernes cuando Celia me acercaba a casa, tras salir del Botánico hablamos del Terral y me dijo que esta noche mientras se maquillaba para salir a actuar al jardín, se puso a reír pues se acordó de como digo una de las frases de la pieza y que le gustaba mucho como hacía el personaje, así que otro espaldarazo más a mi pequeña seguridad.




LAS FOTOS OFICIALES DE LA PRIMERA "NOCHE DE CLASICOS".



Bueno y antes de continuar con más entradas, concluyo las de la primera jornada de Noche de Clasicos, la celebrada el sabado 18 de Julio del 2020, con las fotografias publicadas por la productora, es decir, Eventos con historias.











sábado, 25 de julio de 2020

NOCHE NADA CLÁSICA Y MUCHO MENOS NORMAL.


En esta entrada vuelvo a hablar de la “nueva normalidad” que como dije en entradas anteriores, deberían buscarle otro nombre, o bien llamarle la MUY NUEVA, NOVEDOSA Y NOVISIMA normalidad, porque de verdad, que nada tiene que ver lo que se vivía antes, con lo que se vive ahora y para muestra un botón, o más bien para muestra el previo en el cementerio San Miguel.

Como siempre digo, yo hablo de forma muy subjetiva, según mi punto de vista, que puede ser un fiel reflejo de la realidad, puede ser compartido por todos, o ser solo mi visión y que nada tenga que ver con lo que vieron los otros, pero para mí ese previo fue tal cual os cuento. 

Faltó unión, compañerismo, risas, bromas, comentarios, colaboración, fotos, charlas, grupos, abrazos, besos, faltó de todo.

Sé que no es común decir esto de un cementerio pero entrar en el Cementerio San Miguel cada verano es como estar en casa.

En el periodo estival cada jornada allí  es una jornada de parones o escalas. Desde que llego, hasta que entro al lugar donde nos cambiamos de ropa, paro mil veces.

La primera parada es en la puerta, donde a parte de saludar al guarda, aprovecho para quitarme los auriculares y meterlos en la mochila, pues siempre voy paseando de casa al cementerio y oyendo música. 

Después viene la parada frente a la capilla principal, donde saludo a algunos acompañantes o familiares de los actores o actrices y a Edu que siempre te recibe con un abrazo y algún que otro comentario, de ahí al camerino de las chicas a verlas, besarlas, cotillear y ver lo guapas que están y por ultimo al camerino de los chicos a soltar las ropas y salirme con los que hay allí, para esperar juntos el momento de vestirnos. Estas son las paradas oficiales pues luego hay que sumerles  todas las que hago con las personas que me voy encontrado por el camino.

Pues esta vez todo fue distinto, cada uno iba por su lado, las chicas se cambiaron en la sala de fuera del cementerio y los chicos dentro, la llegada fue totalmente fría, sin acercarnos, sin besarnos, todo muy frio, al poco de llegar Edu nos separó en grupos, se notaba otro ambiente, mucha frialdad, poca conversación, poca unión, un ambiente extraño. Había un ambiente de soledad, de tranquilidad, tenía la sensación de estar solo y todo por qué:

¿Por qué estábamos enfadados los unos con los otros? , ¿Por qué el ambiente en el trabajo ya no es el de antes? ¿ Por qué Edu se ha vuelto malvado? No, nada de eso, todo fue debido al maldito virus y a la mal llamada nueva normalidad.

En las noches en el San miguel no sólo se pasa bien cuando actúas sino que también lo pasas bien mientras te preparas, en los tiempo de espera, antes de marcharte etc, pero esta vez no.

Reconozco que a mí todo esto me ha afectado mucho, estoy un poco más huraño, pero también hay otros compañeros a los que esto no les ha afectado nada, supuestamente, pero, de nuevo subjetivamente, yo los notaba más distantes, más callados, más aislados es decir, que todo esto nos ha afectado y nos está afectando a todos.

También digo que yo fui el primero que lo hice todo diferente, pues prácticamente pase todo el previo solo. Quitando el momento en el que Javi Zumaquero  me acompañó a vestirme, o cuando estaba desesperado intentando abrir un nuevo boquete al cinturón que este me había prestado, pues me estaba grande y Juanjo me ayudó y con la faca que usaba en escena, me hizo el boquete,  las pequeñas charlas con este y María José o cuando me fui con Edu a la sesión de fotos, prácticamente no hablé con nadie más. Me pasé el previo solo, hablando por teléfono con mi casa, repasando o paseando.

Es más llegué de los primeros, maquillado de casa, con parte del vestuario debajo de mi indumentaria personal y como no me convencia donde cambiarnos, lo hice en el exterior en un lugar discreto. Es más para evitar tumultos fui el primer participante en estar completamente vestido. Algo que nunca fue así.

Para que veáis que nada es "normal", antes de empezar tuvimos una charla sobre riesgo laborales y seguridad, la cual agradecí.

En resumen que añoro mucho la verdadera normalidad y aunque muchos digan que no, nadie vive nada parecido a una verdadera normalidad.


viernes, 24 de julio de 2020

" NOCHES DE CLASICO" PRIMERA NOCHE, PREVIO


El sábado 18 de julio del 2020 en el cementerio San Miguel tuvo lugar la primera de las dos jornadas que Eventos con historia ha organizado dedicadas a los clásicos y cuyo nombre es evidentemente; Noche de Clásicos.

Este si fue una vuelta a la interpretación de verdad, puesto que como dije anteriormente, en Las rutas Excéntricas, solo tuve un pequeño aperitivo.

Esta vez eran cuatro pases, de 5 minutos cada pase y con un descanso aproximado entre pase y pase de 10 minutos. Además, no repetía, sino que me metía en la piel de un nuevo personaje.

Un personaje que tal como había leído en Internet era un hombre atormentado, asumido en una crisis personal, frágil, con las esperanzas rotas. Yo deseaba decir así mi texto. Texto que, por cierto, estaba en verso, así que no me enfrentaba a nada fácil.

La situación sanitaria que estamos viviendo, a mí y hablo personalmente, me tiene aún un poco coartado o preocupado, por eso más que mi vuelta o mi personaje, lo que más me preocupaba era mi seguridad. La interpretación y tener que actuar no me preocupaban lo más mínimo, es más, estaba totalmente tranquilo y relajado, pero la seguridad me traía malo.

Si hay una definición de la palabra tranquilo o tranquilidad, podría ser yo justo antes de empezar. Estaba solo, escondido tras el panteón de donde salía, con mi silla, mi móvil, grabándome para el blog, hablando con Mario, organizando las cosas, etc.

La función comenzaba a las 21:00 y lo que no sabía era que yo empezaba tan pronto, pues desde el punto de partida a mi lugar de actuación había escasos 6 minutos. Pues estando en mis cosas, Edu se me acercó y desde lejos me dijo: “Lolo ya vienen”. Estaba colgando fotos por Instagram cuando me dijo eso y seguí con lo mío.

Estaba excesivamente tranquilo no había nada para ponerme nervioso, el texto estaba requeté repasado, todo muy ensayado y perfectamente controlado. Así que llegó el momento de salir y eso hice, salir.

Ahora os dejo las crónicas post pases. ¿Cuánto tiempo hacía que no decía esto?, es más pensé que este verano no lo diría.

(OS PONGO CADA CRONICA EN UNA ENTRADA DIFERENTE PARA QUE NO SEA MUY LARGO Y CASA UNO QUE LEA LA QUE QUIERA.)




ASI FUE EL PRIMER PASE DE "NOCHES DE CLÁSICO".


1.- ¿Pero ¿qué te ha pasado Lolo?


Yo empiezo el texto con una vela en la mano y la cosa ha ido mal, pues la vela se me ha apagado. No hace mucho viento, pero sí el suficiente para que la vela se apague mil veces antes de salir. Es más, inicié el texto con esta apagada y mientras salía pensaba:  "Pues mal vamos, qué ridiculez ir con una vela en la mano apagada” pero he tirado para adelante, un detalle tan simple no me puede afectar de ninguna forma.

Si a mi relajación personal le sumamos la tranquilidad, la desgana y la tristeza del personaje, he entrado casi en un estado zen, pues la vela me afectó poco, tan relajado he estado que de pronto, la cabeza se me ha ido, he pensado en otra cosa, desconecté de lo que estaba y el texto se me ha ido. Me he quedado absolutamente en blanco. Debido a esto me quedé quieto, con miedo.

Mi primer impulso fue mirar al público o a mi compañera anfitriona, buscando su ayuda, en plan, no me acuerdo. Supongo que fueron segundos, pero a mí se me ha hecho eterno. Fue entonces cuando me dije: " Lolo abre la boca y suelta lo que sea" me he dejado llevar, he abierto la boca, daba igual el que dijera y desde ahí he enganchado.

Por todo ello, el orden de las 10 estrofas ha sido el siguiente: 1,2,3,4, 6, 5, 7,8, 9 y 10. El orden del texto original tampoco es muy lógico, por tanto, creo que no se ha notado. Supongo que se notaría mi tardanza o la expresión de mi cara, pero pese a todo pude retomar el control del texto y ordenar las ideas. Aunque desde el momento en blanco, ya no estaba tan metido en el personaje.

La última vez que me quedé completamente en blanco en escena fue, hará 6 años en la ESAD y también haciendo verso. Supongo que me habrá pasado más veces, pero al ser prosa he podido morcillera o improvisar, pero en verso no se puede.

Uno de mis objetivos es que el público entienda el sentido del texto y parece que así ha sido, pues asentía en cada una de mis afirmaciones. Estaban súper metidos, quizá más ellos en mí que yo en ellos,pues no me atrevía, al no llevar protección, a acércame mucho o mirarlos directamente cara a cara.

El público ha sido muy respetuoso no solo en su atención al texto, sino también, en la seguridad, cumpliendo rigurosamente las distancias y todos con sus mascarillas puestas y muy bien puesta, por ello, prometo que, a partir de ahora, el miedo no va a ser mi dueño, sino que voy a disfrutar la interpretación."



ASi FUE EL SEGUNDO PASE DE "NOCHES DE CLÁSICO".


2.- Notable alto:

"Partía con tres hándicap para que no fuera un gran pase, la inseguridad, los nervios por haberme quedado en blanco en el anterior, y el eco, pues un sonido, externo, constante e insistente sonaba, a lo largo de todo el pase y al unísono con mi voz, pues pese a todo, este pase salió mejor. Yo diría que mucho, mucho, mucho mejor.

Esta vez he disfrutado el pase, la verdad. El grupo era mucho más amplio y de nuevo estaban muy atentos a mi mensaje, pues otra vez asentían mis afirmaciones, menos que los anteriores, pero también lo hacían, por tanto, de nuevo prueba superada, el mensaje llegó.

Me he sentido mucho mejor que la otra vez, aunque he fallado, en una palabra, y se ha perdido un poco una rima.

Lo he disfrutado más, le he dado un sentido más natural a mis gestos, a los movimientos, a las entonaciones del texto, etc.

Los aplausos al acabar han sonado muy fuertes y no sé, quizá esté positivo pues si tuviera que evaluar el pase le pondría un 8,75.  Si estoy positivo, pero también triste y nervioso.

Mientras escrito esto acabo de caer que tengo muchos nervios post actuación y podría decir que me noto triste y designado.

Pienso que todo se debe a que este personaje está muy cuadriculado, medido al milímetro, cada frase, cada palabra, cada gesto y si te saltas algo, sobre todo una palabra, se te descuadra todo, por tanto, voy con pies de plomo, además es un personaje tan recogido que tampoco me ayuda a soltar energía.

Evento me tiene acostumbrado a personajes fuertes, bien histriónicos, descarados, festivos, chulescos, con adicciones, alegres, con grandes dramas, todos ellos conllevan un derroche grande de energía y hacen que, al segundo de salir a escena, haya soltado toda mi adrenalina y esté ya totalmente relajado, pero este no. Este representa una fuerte emoción y una pena, pero se la guarda, se la guarda y claro como siga guardando nervios, penas y energía voy a explotar como un cohete.

El personaje es triste, decaído, desganado y claro me entra la duda de si como estoy a medio gas, el público me pueda ver como un actor sin ganas, bueno da igual yo sé que no es así, es el que toca hoy, mi reto de hoy es estar desganado, triste y lo que es peor para mi comedido. Hoy me toca el papel del chico discreto.

Bueno este pase ha salido bien, el otro ya perfecto".




ASI FUE EL TERCER PASE DE "NOCHES DE CLÁSICO".


3.- ¡¡¡ Ay que se me olvidan los de allí!!!


"Un grupo más amplio, pero muy bien colocado pues estaban muy extendidos y muy abiertos, pero esto ha hecho que yo, de manera inconsciente, actuará más para los que tenía más cercano que para los otros. Bueno si fui un poco consciente, pero es que tenía una compañera muy cerca mía y por intentar mantener las distancias, dejé un poco abandonado el ala derecha. También es verdad, que pensé que como estaban tan lejos quizás no estaban tan interesados, hasta que caí en la cuenta que la distancia se debía a la seguridad, y desde ese momento hice casi todo el monólogo para ellos. Para ser muy sincero, el principio lo hice para el centro, luego para la izquierda y cuando me percaté del porqué de la lejanía, hice toda la parte final para la derecha.


De nuevo ha llegado el mensaje, aunque algunos estaban más desconectados y han sido un pelín más fríos.

Como curiosidad debo destacar el aplauso final. Como soy tan triste me he ido de escena y se ha hecho un silencio sepulcral, creo que les he dado penilla. Caro que iba de anfitriona me despidió y siguió con la visita, entonces se oyó un solo aplauso y alguien preguntó qué si podían hacerlo, tras la autorización de Caro, todos rompieron a aplaudir y yo me quedé más satisfecho.

Por cierto, empecé casi a empujones, puesto que pese al torrente de voz que tiene Caro, no la oí hasta que hizo mi entradilla.

Acabado el pase, sigo triste, no sé el por qué, pero lo estoy. Podría tirar de una tristeza, desgarrada, llorosa, gritona y sobre todo muy efectista que haría que me metiera al público en el bolsillo, pero quiero luchar por mi apuesta personal de un pesonaje recogido  y desganado. Aunque a veces he notado que quizá el volumen de voz sea un pelín bajo.

Lo he hecho muy calmado, los bloques de sentido han salido mucho mejor, los gestos y los movimientos, han sido tal cual estaba previsto. Creo que ha quedado muy bien. Sigo triste y seguiré siéndolo en escena. De hecho, mi amigo Miguel, profe de literatura, me dijo que era así, nada de desgarro, por tanto, a seguir guardando energía."




ASI FUE EL CUARTO PASE DE "NOCHES DE CLÁSICO".



4.- Muy buen sabor de boca y ganas de más:


Este creo que ha sido el mejor de todos. 

Me he vuelto a notar un poco bajito de voz, he sido consciente de ello, pero creo que con la cercanía del público me habrán oído  muy bien. Quizá la próxima semana suba más la voz.

Esta vez todo ha estado muy cuadrado, los movimientos y los gestos. Todo estaba muy justificado. No estaba nada nervioso y, por tanto, me han salido entonaciones nuevas, muy naturales y mucho más reales. He estado muy metido, todo tenía muy sentido. 

He actuado con mucha tranquilidad y muy a gusto.

Bueno no puedo decir otra cosa que eso, que he estado muy a gusto, no me he sentido ni raro, ni extraño. Todo ha estado muy bien, he tenido conexión con el público, he estado tranquilo. En resumen, me ha gustado cómo ha salido este, la verdad.



SOY UN CHICO DEL "TERRAL". RESUMEN SEMANAL.


Ya puedo hacerlo oficial, ya sí, ya os puedo decir el nombre de ese nuevo grupo de teatro al que pertenezco. Gracias al enchufe, la intermediación y las buenas referencias de mi amigo y gran actor Juan Luna, formo parte del elenco del grupo El Terral, con el que si Dios quiere y los seres humanos seguimos siendo responsables, bueno mejor dicho, empezamos a serlo, algo que cada vez veo menos probable, actuaremos a primeros de agosto en un festival de teatro que se celebrará en el pueblo de Campillos, en Málaga.

Son 5 días de festival, son 5 obras a realizar de las cuales yo participaré 3 días en 4 obras.

Son 2 las razones por las que ya puedo dar esta información, y las 2 ocurrieron el mismo día, el viernes 17 de julio del 2020. Esa tarde tras un largo ensayo, mi compañera Celia dijo de hacernos fotos, Antonio, el director, posó encantado y  empezaron a hablar de colgarlas en redes sociales, fue en ese momento y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid cuando yo pregunté si podía subirlas y por supuesto me dijeron que sí. Es más me dieron hasta el Instagram del grupo, con todo ello, ya era oficialmente, para la sociedad y para el mundo, miembro del grupo. Conseguir hacerme con fotos para colgar, sin ser siempre yo el pesado que las pide me gustó.

Y la segunda por la que puedo decir que soy del grupo fue, porque ese día me sentí parte muy activa del mismo. A ese ensayo faltaron compañeros. Es más solo fuimos,  el director y los tres compis que conozco con anterioridad. Celia con la que he trabajado en el Botánico y Juan y Álvaro a los cuales conozco desde, ya no sé ni cuando, por tanto, esa tarde, como yo soy de difícil socialización por naturaleza, me vi rodeado de los de siempre y me solté mucho más.

Pues bien estoy en este grupo para trabajar y eso es lo que hemos hecho durante toda la semana y que ahora os voy a contar. 

Casi todas las obras que vamos a hacer son más o menos fáciles, y ya están montadas y ensayadas, pero en cambio la que representaremos el sábado, es una obra larga de mucho texto, es una comedia de situación, con mucho humor, mucha chispa y un texto muy picado y esta sí necesita un arduo esfuerzo de montaje, trabajo y ensayo, a eso dedicamos la semana.

Semana que de nuevo os voy a resumir en una sola entrada. ¿Por qué? Pues porque realmente hay poco que contar. Cada día se resumen en: Llegar, saludar, esperar al dire, cuando este llega, dice unas palabras, no sé 1 minuto o 2 y empezamos a trabajar, pero sin parar. Todas las horas son montar, montar, repasos, repeticiones, montajes, repasos, descanso de 3 minutos y más trabajo y por ello, no tengo mucho que contar, pues siempre suele ser igual.

Tres días hemos quedado en esta semana:



El lunes 13 de julio del 2020:




La pieza larga consta de 31 páginas y a un nivel de intervención de actores se puede dividir en tres partes. En la primera solo salen 2 actores, en la segunda vamos saliendo todos, pero por escenas, por ejemplo, salimos 3, estamos unos minutos y nos vamos, luego salen otros mientras el resto no salimos y así hasta la tercera parte que es la final donde salimos todos.

Mi personaje no sale hasta la pagina 12 y empezamos por la 5, por tanto, casi toda mi jornada de trabajo fue de espera. Fue otra jornada de excesivo “descanso”, así que aproveché para estudiar y repasar.

Ya casi al final de la jornada se empezó a montar mi primera escena.

Ese día el trabajo empezó a las 16:30 h. acabando a las 19:30 pues yo debía ir a recoger mi vestuario para la Noche de los clasicos.





Martes 14 de julio de 2020:



Ese día quedamos más tarde de lo normal. Uno de nuestros compañeros trabaja durante la época estival y este año pese a ser un verano extraño, también lo ha hecho y debido a su disponibilidad quedamos a las 18:00

En esa jornada se trabajó muy duro en mi personaje, puesto que se montó mi parte, se recordó y sobre todo se puede decir que fue la tarde de las indicaciones, puesto que recibí muchas indicaciones. 

Si durante muchas jornadas, he estado “descansando”, esta fue la mía, pues se me pidió un personaje más serio y riguroso, pero le di demasiada solemnidad y parecía un locutor de radio, me lo cambiaron y de ahí pasé a demasiado afectado o dramático, antes de acabar, el director me dio unas cuantas indicaciones precisas de que era lo que buscaba de mí y mi personaje.





Viernes 17 de julio de 2020:



Después de muchas horas de ensayo y días intenso, la semana la concluimos la tarde del viernes, de nuevo en nuestro parque fresquito, ensayando.

Ese fue el día que comenté antes, donde faltaron compañeros y yo estuve más tranquilo y me sentí más integrado.

Habíamos quedado a las 16:30, pero yo no me enteré bien de la hora y llegué antes, pillé a Celia y Antonio ensayando pues ellos habían quedado antes para ensayar la primera parte de la pieza donde solo salen los dos y me pidieron que hiciera de apuntador, a partir de ese momento y a lo largo de toda la tarde fui el apuntador de todos y el sustito de los compañeros que faltaban.

Ese día fue muy divertido, pues con Juan lo paso genial y además se creó un buen rollo muy chulo con Celia que es con quien comparto más tiempo en escena. Repito fue una tarde muy provechosa donde me lo pasé muy bien y donde el director me dio pocas indicaciones, con ello noté que estaba haciendo el personaje tal como él esperaba.


























sábado, 18 de julio de 2020

NO FUE EL CLASICO ENSAYO GENERAL, SINO UN SIMULACRO.


Esta entrada a la fuerza tiene que empezar de esta forma y no puede ser de otra. Y es dando la enhorabuena y sintiendome orgulloso porque, estando como estamos y sobre todo como estábamos cuando empezamos los ensayos, todas las entradas de los 4 pases de la primera de Las noches clásicas en el Cementerio de San Miguel, se han vendido. Actuaremos el sábado 18 de julio de 2020, bajo el subtítulo de “entradas agotadas”.

Si os cuento que empezamos a ensayar estas visitas, bajo la sospecha de suspenderlas por falta de público debido a todo el miedo reinante en la sociedad y qué continuamos aun peor pues los 4 grupos se redujeron a 2, de esa forma cada grupo iría acompañado por una pareja de anfitrionas, pero en menos de 3 semanas, concretamente el domingo 12 de julio del 2020, antes de empezar un ensayo más, Edu nos anunciaba que tenía ya tres grupos completos, y al cuarto le faltaban pocas plazas por ocupar. Plazas que se completaron a lo largo de la semana.

Así que a nivel económico, es una gran noticia para Edu y nosotros, pero a nivel cultural creo que también debe serlo para toda Málaga, para toda la profesión y por supuesto para mí.

Con gran sabiduría, esta vez Edu, suspendió el ensayo general, pero estando todo como está la cosa aunque muchas personas crean que todo lo que está pasando es un invento novelero, pienso que ese ensayo general era una reunión innecesaria, me encantó la idea y por todo ello dedicó el domingo 12 de julio del 2020 para un simulacro del mismo.


No perdimos el tiempo ni un segundo, pues una vez que llegaron todos, nos pusimos manos a la obra.

Como me pasa siempre, estaba hablando con Javi Zumaquero, bueno gamberreando con él y no me enteré de que Edu nos dijo que al final haríamos 4 pases de los monólogos y no solo 3.
  
Es un gustazo actuar el primero, porque es verdad que empiezas antes que nadie, pero también es verdad que pasas menos nervios, que tienes que esperar menos, pues es empezar y empezar tú. De hecho, no me dio tiempo ni calentar, ni repasar el monologo entero cuando ya estaba allí mi primera compañera.
  
Fue una tarde muy simple y sencilla, porque todo fluyó bien, al ser un ensayo general, todo se hacía tal y como si fuera una función, por tanto, no había bromas, ni cachondeos entre unos compañeros y otros, sino que ellas llegaban, yo actuaba. se iban, esperaba y a otra actuación.
  
Hice 4 veces mi monologo, el primero fue muy bien, pero cuando acabé me di cuenta que había sido solo un "soltar texto" puesto que no tuve ni la desgana, ni la rigidez corporal del personaje, ni nada, el segundo creo que fue el más redondo pues todo salió muy parecido a lo marcado, el tercero fue muy frio pues mis compis iban a lo suyo mientras yo actuaba, normal pues han visto mi monologo mil veces y del ultimo destaco la mirada y la conexión con María que estuvo en todo momento pendiente a mis y a mi actuación.
  
Los tiempos de espera, los aproveché para hacerme fotos, otro tiempo lo pasé muy bien hablando con Juanjo y sus gatitos y tras el último me fui a ver a mis compañeros y charlar con ellos.

Todo se realizó con mucha facilidad y fue una tarde sencilla, simple y muy divertida.







jueves, 16 de julio de 2020

APROVECHANDO EL MOMENTO, ¡QUE EXCÉNTRICO!.


Yo nunca vivo el ahora, siempre estoy en el mañana, preocupado por el qué pasará y sé que eso está muy mal, pues preocupado por el “luego”, no disfruto el “ahora”.

¡¡Uy acabo de caer!! Esta entrada ha empezado casi como una clase de yoga, pero es totalmente cierto, yo soy así, paso de puntillas por lo que me sucede y muchas veces por ello, me pierdo vivencias o sensaciones.

Esta reflexión de gurú viene a cuento porque el jueves 9 de julio del 2020, a las 21:00 horas, me estrenaba como actor después de 3 meses de parón obligatorio y lo hacía dentro de las visitas organizadas por el ayuntamiento de Málaga llamadas: Las rutas Excéntricas y mi previo, al igual que el título del espectáculo, fue muy excéntrico, muy raro, puesto que en cuanto llegué a mi casa aproveché cada momento al máximo, me quedé con cada olor, con cada sensación... Escribo esto tres días después y lo veo perfectamente en mi cabeza como si fuera una película.

Pero vamos a lo que vamos, entremos en materia. Volví tan arriba y tan feliz de la reunión en el Jardín Botánico de Málaga, por las buenas noticias, por el paraje, por el buen rollo con los compis y por mis conversaciones con Juampe durante el trayecto en coche que me mantuve en ese nivel a lo largo de toda la tarde/noche.

Además, los horarios se habían cumplido muy bien, por tanto, iba muy relajado.

Cuando Juampe me dejó en casa, entré y saludé a la familia.


En 2 horas volvería a subirme a las tablas para actuar y nunca mejor dicho, porque el lugar donde yo actúo es como un escenario de madera
Estaba deseando volver a actuar. Además con un personaje tan breve, tan controlado, con tan poca responsabilidad, donde yo controlo todo y con el que me lo paso genial, por tanto, no había ni un ápice de nervios, solo ganas de volver y pasarlo bien, así que empecé a disfrutar.

Tras el largo, pesado y tedioso proceso de desinfección, subí a ducharme y tras la ducha, me bajé a maquillar al personaje. Para extremar al máximo la seguridad, preferí maquillarme en casa, así evitaba usar los baños, colocar las cosas en los lavabos etc. Además, para aprovechar al máximo el tiempo que estaba con mi madre, me maquillé en el salón, con el aire acondicionado puesto, viendo televisión y charlando con ella, que además de ponerlos al día me servía como consejera.

Estaba lleno de ganas, de ilusión, de aprovechar el momento, de charlar, de sonreír, en una palabra, de ser feliz. Tenía casi una hora para hacerlo todo, así que bien. Una vez acabado el maquillaje, me fui al baño para hacerme los rabillos de los ojos pues allí me vería mejor.

Quería hacerme un maquillaje muy pálido, con los ojos, cejas y barba muy remarcados en negro, para ello me puse una base de maquillaje claro y luego me di con maquillaje de crema  blanca, pues bien, cuando me vi en el baño con más luz, el maquillaje blanco estaba muy mal difuminado y tuve que arreglarlo. Entre el arreglo, recoger todo, preparar lo que me tenía que llevar y tomar mis medidas de seguridad, me fui de casa, pero ya no iba tan pronto como yo había planificado.

El traslado de casa al lugar de la cita, fue un desastre, la tarde perdió todo su encanto. Hacia calor, iba cargardo, no me salía ninguna foto bonita, intentaba no sudar para que no se me cayera el maquillaje y lo peor de todo, entre la distancia de seguridad y la mascarilla no podía ir relajado y oyendo mùsica como hubiera querido.

Al llegar, pensé que estaba viviendo un sueño, pues el museo Revello de Toro, lugar de la quedada, estaba cerrado a cal y canto y en la terraza del bar de al lado, estaban Ángel y Blas de charla y pensé: “He llegado el tercero y antes que Edu. ¡¡¡No me lo creo!!! ¡Por fin,  y como pensé el martes, podré comerme un heladito antes de empezar!” Pero no fue así, pues ellos me informaron que era el ultimo en llegar pues ya estaban todos dentro.

Corrí, entré en el museo y como me dijeron que la función empezaba a las 21:00 y aún quedaban unos 55 minutos, le pedí a Edu que me dejara comprar un helado y lo hice. Me lo comí en la terracita junto a Ángel y Blas, pero con un poco de prisa pues Edu me marcó un ritmo rápido.

Luego ya todo pasó muy veloz, entré al museo, me vestí, me enjoyé, gracias a Ángel que me prestó sus joyas, Javi me puso el mantolín, me retoqué el maquillaje en el baño, donde me puse unos pequeños coloretes y salí rápido al patio pues Edu me reclamaba.  En el patio nos hizo unas fotos al elenco completo  y a la calle a esperar al público.

Comentar que ese tampoco fue un momento agradable, pues nos teníamos que cambiar 4 personas en una sala bien pequeña, así que no me quité la mascarilla en ningún momento y siempre que podía me salía a una zona sin techo para estar al aire libre. No fue comodo, más bien un poco estresante.

Edu nos comentó que ya podíamos marcharnos a nuestro lugar de actuación y así lo hicimos.