El cuerpo y la voz, pero sobre todo la voz era lo que más me
preocupaba de la actuación del sábado, 6 de febrero del 2016, en La
Cochera Cabaret.
Nora es una directora muy exigente y me avergon-
zaba
presen-
tarme con esa voz, cascada y medio afónico.
El viernes 5 de febrero , en el último pase de Mujeros, noté que mi voz se estaba empezando a cascar de no estaba
al cien por cien, puesto que había finales en los que la voz no me llegaba y se
me entrecortaba.
Eso unido a que me dormí bien entrada la madrugada porque estaba
excitado de la actuación y que al día siguiente, el mismo sábado 6 de febrero, madrugué para ensayar Aquí no paga nadie, mi voz estaba fatal.
Con todo esto, el sabado, llegué a casa al medio día y lo único que quería era dormir
y tumbarme.
Después de comer me eché en la cama y tras dos horas de sueño me levanté como nuevo.
El cuerpo estaba perfecto, pero la voz aunque estaba bien, no
lo estaba al cien por cien, y la obra A
saco con la psico, exige mucho.
Me levanté rápido, lo preparé todo y me fui, llegando a casa
de Nora un poco tarde, de hecho cuando llegué a su puerta, Nora ya venía bajando
las escaleras. Vergüenza me daba hablar para que no me oyera la voz tan cascada,
pero no me dijo nada.
El viaje hasta La Cochera, porque es un viaje. Steven para no pillar caravana nos hace recorrer media Málaga para llegar.
Pues el viaje lo pasamos hablando de Madrid, Barcelona,
la vida de Nora y cotilleos del Microteatro y nuestras experiencia, vamos un
buen camino con buena gente.
Al llegar a La Cochera, Nora se fue a un chino y Steven y yo
en un plis bajamos y montamos toda la escenografia. Estaba tranquilo.
Luego hicimos un pase de texto, donde estuve a medio gas,
para evitar forzar la voz, que estaba chunga.
Muy preocupado me tenía ese tema.
Por mi cabeza pasaba el
soltar un gallo, el que no se me oyeran los finales, el que la voz se me cascara del
todo en plena función, el no llegar a donde debe llegar Pablo, en una palabra estaba acojonado.
El pase fue bien, pero algo frio al acabarlo Nora, se nos acercó y sentada a
pie del escenario junto a Steven, mientras detrás se probaban las luces, nos echó un buen
sermón.
Según ella, el ensayo fue igual que el del pase anterior y esto podría
hacer que la obra saliera tan fría como la otra vez. A mi esa bronca me sirvió
para echarle narices y decir para mis adentro: “pues Nora te vas equivocar y
voy a sacar el cien por cien”. Que grande es, como sabe ponerse en su sitio, crear la tensión necesaria y el miedo necesario, para no ir sobre seguro.
Pero la verdad que andaba un poco desconcentrado
porque la estampa de Nora y Steven a pie de escenario era preciosa. (Aquí os
dejo una foto).
El vestirnos y arreglarnos fue muy rápido, se me pasó
volando y con buena gente más, que a gusto estoy con ellos es como trabajar con
una familia.
Tan rápido pasó todo, que estaba allí, en el camerino a mi bola cuando Nora me dijo: “Lolo venga sal”.
Se que soy pesado, pero tomate tiempo para el descanso.
ResponderEliminar