" MUJEROS " CUATRO, SUDOR Y SANGRE.

Ayer viernes, 12 de febrero de 2016, se pudo definir  nuestra actuación de Mujeros cuatro así,  de sudor y sangre.

Aunque la entrada debería titularse al contrario sangre y sudor, porque la noche empezó con sangre, pero no con sangre roja y liquida, sino con sangre policromada y tallada por Paco Palma.

Era el primer viernes de cuaresma y por tanto, la Agrupación de Cofradías de Málaga,  realizaba su tradicional Viacrucis, que este año presidia el Cristo de la Sangre, pues tras verlo salir y hacer cosas que tenía que hacer, me fui a casa, cogí las cosas del Microteatro y me fui a ver la procesión que venía de vuelta a su iglesia.

Iba por  la calle, con penica, porque deseaba ver la procesión y no irme a currar, pero antes la obligación que la devoción.

Así que me fui corriendo, por las calles plagadas de gente, para llegar al  Micro, cuando llegué se celebraba  fiesta segundo aniversario de la sala.

Había tantos conocidos que bajé de incognito, porque iba tan tarde que no quería que nadie me atrasara más, cuando bajé, mis compañeros no estaban.

 

Me arreglé, me preparé e hicimos el primer pase.

Que agobiante fue, porque nos metieron a casi veinte personas, que a penas, pude abrir la puerta para entrar, a penas, nos podíamos mover, ni respirar, teníamos a las perSonas pegadas a nosotros y cuando tuve que salir, tuve que pedir permiso al público para poder abrir la puerta.

Pero eso sí, todos rieron mucho, sobre todo porque había grandes amigos, los   compa-

ñeros de Ser o no…!sé! 

Luego como había fiesta, hicimos todos los pases menos uno y entre pase y pase, charla y conversaciones con  amigos del mundillo o como se dice “de la profesión”.

Chemi, Víctor, Juan Luna, Chema, Andrea, etc. Con lo cual fue trabajo, conversaciones y reencuentro con amigos.

Ahora si  sudé como un lechón.

Estoy escribiendo esto casi una semana después y lo que más recuerdo es eso, el sudor que invadía mi cuerpo cada pase. Con lo que me agobia a mí estar mojado, cada pase notaba como el sudor bajaba por mi espalda y todas partes de mi cuerpo.