
Mi vuelta al trabajo, tras los días de descanso, me sirvió
para verlos de otra forma, simplemente ir a comprar un café con Marina y
Roberto, me sirvió para verlos de forma diferente.
Me han parecido unas personas muy divertidas y trabajadoras,
eso sí, muy profesionales de los que siempre aprendes algo.
Hemos hablado mucho de teatro de experiencias y de nuestros
conocimientos, sobre todo de Roberto que ha trabajado con la mismísima Concha
Velasco, Marina en cambio es una chica muy franca, demasiado, y yo me he reído
mucho con ella y sus ocurrencias.

Otra que ha faltado poner en nomina ha sido a Clara, la
madre de Marina, nos vino a ver muchas veces. Una mujer encantadora, muy divertida y que nos ha tratado a
todos con mucho cariño. Además siempre estaba muy ilusionada por todo.

Llegabamos a las 17: 00 en el primer cuarto de hora, llevaba mis cambios de ropa a escena, iba al baño, preparaba mi vestuario, me maquillaba y me ponía la camisa. De 17: 15 a las y media, descanso. A la y media me ponía la barba.

El ritual continuaba, pero contarlo sería pesado...
El último del reparto era Isidoro, pero a este quiero
dedicarle un apartado especial.
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