miércoles, 6 de enero de 2016

UN APATARADO ESPECIAL PARA ISIDORO.



 Quiero dar las gracias públicas a Isidoro.

Un mago sevillano. Cuyo papel en la pieza, era el de un juguete que se escapa y con su magia intenta romper el hechizo que tenía a nuestros personajes encerrados en una caja.

Es un gran mago, con poca experiencia teatral, pero  con  mucha pasta, porque el tío poco a poco ha ido integrándose en la obra y sacando más y más partido a su personaje.

Desde un primer momento estuvo muy cercano a mí y a Álvaro, o sea, a los chicos de los “zancos”.

Los solía poner muy apretados, lo cual, a mi me encantaba, pues me daba seguridad, por tanto, desde el primer día que me los puso, le pedí ya siempre  que me los pusiera. 

Luego me ayudaba a vestirme y desnudarme. Cuando decidí que necesitaba apoyo en las representaciones ahí estaba él y en los pasacalles era mí también mi bastón de apoyo.

Es un tío genial, siempre ayudando, atento y pendiente a mí, en ningún momento puso mala cara o estuvo serio. 

Debo decir que gracias a su forma de ser y de comportarse he podido realizar este trabajo, porque sin su ayuda o su apoyo, no lo hubiera podido hacer o lo hubiera abandonado antes de tiempo.

Tanto tiempo junto ha hecho que tenga muchos recuerdos de él, nuestros paseos y charlas a casa,  nuestras cervecitas, nuestros pasacalles donde nos lo pasábamos bomba  con las chicas que vendían los pijamas o las de las tienda de deporte o  con la chica que hacía las chapas.

 Igualmente lo pasé genial en la penúltimo pase, donde comencé a aburrirme y acabamos gamberreando, sin salirnos del personaje.

  También destaco sus bailes al final de cada pieza, sus abrazos, comprando una tetera para su novia  o sea, su todo.

 GRACIAS ISIDORO ERES UN GRAN TIO Y BUEN COMPAÑERO, GRACIAS POR TODO, SIN TI NADA HUBIERA SIDO IGUAL.


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