Y ASÍ FUE "MI TESIS".

Y comenzó la tesis, ocupé mi lugar. Por cierto, previo a la tesis, el presidente del jurado, o como en ese caso se llame, habló sobre las tesis.

Me pareció muy curioso, la lectura de la tesis en un acto que se realiza desde el siglo XI y es el primer acto protocolario del que se tiene constancia, en él, un conjunto de personas con gran conocimiento, aprobaban a que otra, que demostraba estar a su nivel, entrara a un rango superior de la escala social, el de los doctores.

Bueno tras esta introducción. Comenzó la lectura.

Yo tenía el ensayo técnico de A saco a la psico, a las siete y media aproximadamente, por tanto, Marc cambió el orden de nuestra intervención para que yo pudiera salir antes. Pero debido al retraso yo iba muy mal de tiempo.

Mientras estaba ahí, no se me quitaba  de la cabeza, literal, Nora y Steven. Ellos trabajando y yo allí.

Debo disfrutar más el momento, porque hoy mientras escribo esto, pienso que no aproveché la situación, inusual, como debería.

Marc, comenzó a leer y en menos de cinco minutos subió a María y a continuación a mí.

Me encantó eso de estar sentado ahí frente al tribunal, con mi traje y mi saco en la cabeza y todos ahí  mirando sorprendidos.

Lo único malo es que no estaba pendiente a lo que veía sino, que estaba pensando en Nora.

Luego llegó el momento de leer, me puse muy nervioso, porque previamente había leído María, que lee como los ángeles y a mí me entraron los miedos de segundo de la ESAD.

Leí, lo tenía muy preparado, porque lo había leído previamente, muchas veces.
Aunque mi fragmento era muy filosófico, todo se había leído tan académicamente, que yo no quise darle un tono muy teatral, pero era lo que me pedía el texto.

Me retuve, aunque algunas partes si las hice más entonadas, pero hubo momentos donde tres palabritas cambié “s” y “c”.

Acabé la lectura. Y Marc hizo la instalación que por cierto me pareció PRECIOSA  y luego nos sacó de la sala.

En un tiempo record, me cambié de ropa, era tardísimo, llamé a Nora, que estaba seria y pillé otro taxi, Alba, otro taxi y me fui al ensayo.

Aunque de camino al ensayo, no iba contento, porque no me había salido como esperaba, pensé que no estuve a la altura porque no aproveché el momento. Quedó correcto pero yo quería más.