Solo tuvimos un día de ensayo y fue el jueves 17 de
diciembre de 2015.
Fue un día donde
estuve perdido de principio a fin. Estaba como un actor que comienza, todo me
venía grande, todo me ahogaba, todo me agobiaba.
Información, información y más información, por parte de la
productora, vestuario, horarios, maquillaje, atrezo, requisitos y demás.
Cada segundo que pasaba estaba más agobiado, parte del
elenco venía con la pieza ensayada en Madrid, otro chico venía de Sevilla y
hacía una actuación casi independiente del resto, Álvaro, mi sustituto, estaba
como siempre dicharachero y feliz como una perdiz, hablando con todos y
pendiente a todos y yo con todo mi caos en la cabeza, encerrado en mi y en lo mío.
Los ensayos, intensivos, se hicieron en un muelle de carga
del centro comercial, un lugar muy coqueto.
Lo que más miedo me daba, era usar “zancos”, por lo tanto,
me preocupaba mucho ese hecho, que me tenía coartado como actor y como persona.
Eché la mañana de ensayos más o menos bien. Mientras todos
descansaban para el almuerzo yo me fui a dar mis clases a mi cole. De vuelta,
venía muy animado y con muchas ganas de volver a subirme a esos “zancos”.
Porque por la mañana había ido todo bien.
Cuando llegué y vi a Álvaro tan animado subido a los “zancos”
y yo tan torpe, pensé que me echarían de la compañía.
Llegó el momento en que me tocaba ensayar de nuevo y Álvaro
se cayó de los “zancos”. Desde ahí el miedo fue tal, que hice todo el ensayo
apoyado en Álvaro, porque cuando estaba solo me sentía totalmente mareado.
Esa noche dormí fatal y al día siguiente fuí con ganas de
defender que aquello no era cómodo, ni fácil para poder actuar. Llegué cabreado
y con muchas exigencias, pero no me dio tiempo
casi a hablar cuando la productora había
hecho todo lo posible y recibía todo lo que yo decía con los brazos abiertos
porque querían facilitar mi trabajo al cien por cien. Me impresionó este hecho.
Todo mejoraba, tras el descanso para almorzar y toda la
mañana ensayando en el lugar de actuación, mi madre me dijo: “Tu único problema,
es que piensas donde estas, no pienses dónde estás y estarás perfecto”.
Así lo hice y el estreno la tarde-noche del viernes 18 de
diciembre de 2015, me fue FENOMENAL.
Y el resto…
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