miércoles, 27 de enero de 2016

PERVERTIDOS Y DEGENERADOS.




Con esta “gentuza”, me encontré en cuanto llegué a Granada, concretamente al Teatro de José Tamayo en Las Chanas, el sábado 16 de enero de 2016.

Cuando llegué, al teatro,  aun estaban comiendo, así que, fui a tomarme algo. Volví  y me encontré  a Rafa que me esperaba en la puerta del teatro y me llevó a donde estaban. Pero fue sentarme, literalmente,  poner el culo en el asiento y Chema decidió que nos fuéramos a otro lugar a tomar un café.

Eso hicimos, allí ya me reencontré con todo el grupo.

Mi pena fue que  llegué tarde, ellos llevaban juntos desde por la mañana y habían tenido unas conver-
saciones muy interesantes, vamos, que ellos mismos se definieron como “pervertidos y degenerados”. Qué  mala suerte, solo pillé los últimos coletazos de  esas conversaciones interesantes, a mi me tocaron, de pleno,  las escatológicas. Creo que con todo su cariño  las guardan para mí.

Tras el café, reencontrarnos, curiosear y reírnos mucho, nos fuimos para el teatro.


Aun quedaban más de tres horas para comenzar la función. Visité el teatro y los camerinos. Me gustó mucho. Me dio mucha seguridad y me hizo sentir en casa.

Por cierto, en los camerinos hacía un calor horrible, debido a la calefacción, pero en cambio el escenario parecía el Polo Norte.

Tras colocar parte de las cosas, Andrea me mandó de excursión.

Y ahí me fui, de nuevo, perdido y solo, porque en Granada, o al menos en esa zona, no había un alma, que ciudad más vacía. 

Pues si me fui de excursión a  buscar un chino donde comprar cinta de carrocero.

Aunque Andrea me prometió que había muchos, justo en la acera de enfrente.  Yo  estuve un rato andando y sin poder preguntar a nadie,  hasta que encontré uno y no era chino, era una granadina muy simpática, lo de la "mala foya" es un mito. Lo compré y de nuevo al teatro.
 
Por cierto dos apuntes, no llevaba mi cartera, con lo cual,  no pude comprarme un dulcecito típico, con lo que me gusta a mí  eso y en segundo lugar, ese barrio debe ser muy pequeño porque al pasar por un bar todos los que allí habían me miraron. Aunque no puedo asegurar si lo hicieron  porque era nuevo o porque iba vestido de esquimal, y para lo que es Granada, ese sábado no hacía mucho frio. 

Llegué al teatro, ensayamos la pieza completa, muy bien, pero algo inseguro por si no recordaba algo. 
Al acabar Chema me pidió que me escondiera más al usar el títere.

Y yasta a esperar que comenzara la  función, recuerdo dos momentos que me gustaron mucho.

Uno lo compartí con Eva, solos en el camerino, a oscuras, solo iluminado con la luz de su espejo. Yo medio tumbado, hablando por Whatsapp con David y comiendo croissant de chocolate y ella histérica, pidiéndome que me pusiera nervioso al menos por solidaridad o que me cambiara el sueldo si yo hacía su papel, que tanto nervio no le compensaba.

Y el otro fue, con Juan, Andrea, Álvaro y Tina Turner, aunque esta última solo nos cantaba a través, del móvil de Álvaro.


Mientras Andrea maquillaba a Juan yo lo hacía con Álvaro, no me quedó muy mal, la verdad. Pero lo pasé muy bien con ellos. De broma, charlas, risas, recuerdo de nuestros tiempos de  la ESAD y mucho colegueo. Es bonito trabajar, profesionalmente, con gente con la que has estudiado.

Y poco más que al rato me vestí y nos fuimos al escenario a currar.

El viaje de vuelta también fue muy chulo, gracias a las conversaciones con Álvaro.


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