Ayer miércoles, 3 de agosto del 2016, estreno de día y
recuperación de Rafael.
Aquí os dejo la crónica de ayer, son cortitas, aunque no lo parezcan pero he
tenido un problema con la letra, me sale más grande de lo normal y no puedo
cambiarla.
Os dejo mis, dos cortitas, crónicas, de verdad. Para
que Sergio no se harte y Pedro pueda leerlas durante su desayuno.
1.- Solo faltaron
cohetes, aunque yo los oí:
“Cohetes, solo
falta que el cielo se llene de cohetes, una gran traca”. Eso es lo que
pensaba cuando venía de vuelta del primer pase e iba a prepararme para el
segundo. Era como en las películas románticas, cuando el chico besa a la chica
que se oyen cohetes, pos igual. Pero vamos yo iba tan en mi pompa que casi los
escuché y los vi.
Pedazo de pase y en media hora estaban despachados. Con
tiempo de sobra, para retocarme el maquillaje, buchecito de agua, escribir la crónica y
descansar.
Hoy miércoles, 3 de agosto del 2016, Rafael ha estado, en toda su esencia. Se ha aparecido de verdad, como
antes, para pasear con sus invitados y ofrecer lo mejor de su finca y de su
persona.
Hoy paseaba por allí, con la tranquilidad, las ganas y
el disfrute del que lo hace en su casa.
En este pase por
ejemplo, he vendido la finca en 250.000 ptas (caballos incluidos). La gente ha
sido maravillosa. Risas y he oído la
expresión “hostia tu” (leer con acento vasco)
desde que he hablado por primera vez. O sea, sin decir que era
vasco ya me habían pillado.
Me he trabado
una vez, pero la gente estaba tan al
cien por cien, que no ha tenido importancia.
Al despedirme hasta una mujer me ha besado. Claro que juntos hemos
explicado al publico los secretos del Museo Loringiano, porque esa señora se lo
sabía.
Además hice casi todo mi camino con un boy scout, un chaval encantador, que me dijo que había viajado a mi tierra y me estuvo contando que era un chico con honor, como buen boy scout. Hasta a punto estuve de adoptar al pequeño, pero su tío no me dejó.
Al final resultó que la familia del niño eran amigo de mi hermano.
Además hice casi todo mi camino con un boy scout, un chaval encantador, que me dijo que había viajado a mi tierra y me estuvo contando que era un chico con honor, como buen boy scout. Hasta a punto estuve de adoptar al pequeño, pero su tío no me dejó.
Al final resultó que la familia del niño eran amigo de mi hermano.
Comentarios como: “es vasco” o “qué gracioso” no he parado de oírlos en todo
el pase.
Estoy eufórico,
quiero más.
2.- Este ha sido, ya, el colofón:
Vaya
pedazo de día, vaya pedazo de segundo pase y vaya pedazo de grupo.
Como
dije antes si Rafael, en el primer pase, estaba a sus anchas por la finca, en el segundo grupo, Rafael estaba, de verdad,
en su propia casa. De nuevo cedí mi cuerpo y mi voz a este señor.
Los
monólogos los he contado, con el ritmo, con
las entonaciones y con la relación entre uno y otro con que hay que contarlos.
Al no
tener la presión de que viene otro grupo, ni estar cansancio, todo ha fluido a
su propio ritmo. Sin prisas tal y como el grupo exigía. Todo perfecto.
Y de
nuevo el grupo ha dado juego.
Hoy
es importante y por fin, puedo decir a boca llena, pero antes quiero dedicaros esto a todos los que me han
leído, desde principio de junio, todas las entradas que he realizado sobre el
acento vasco y especialmente va dedicado a Sergio, a Susana, a Julen, a Antxon por sus
consejos y a todos los lectores de este humilde blog, por
vuestro apoyo. Pero hoy hemos aprobado. El acento vasco ha sido aprobado y
confirmado.
Tras
mi primera intervención sin decir mi nombre, ni ningún dato del personaje he oído " hostia tu, es vasco que guay", luego a la misma mujer he oído mil veces decir: “me encanta su acento que divertido es", y su acompañante me ha preguntado:“ ¿cómo
hablas de verdad?". Por tanto, prueba superada ya soy vasco.
Ha
sido un grupo muy bueno, con muy buena
vibración, mucho juego, gente joven pero
atentas a todo y con ganas de disfrutar.
La
chica, que dijo lo del vasco fue muy
divertida, me hacía miles de preguntas, pero
no para pillarme, sino por divertirse conmigo.
Hoy
estaba la mamá de un niño de mi clase. Me encantó verla, pero
no la vi hasta el final y no pude decirle nada, eso es lo malo de ser miope.
El final apoteosis, aplausos y comentarios de “qué gracia” o “qué gracioso”.
Hoy
chapó y con ganas de mucho más.
Me gusta este tipo de letra...y ole tus huevos vascos...eres un crack.
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