Debido a compromisos profesionales, tanto de Nacho como míos, teníamos abandonado a nuestro El trono, pero ayer, viernes 5 agosto del 2016, el pobre Nacho, salió de su trabajo, se fue a su casa, descansó un poco y antes de volver a incorporase al mismo, vino a mi casa a ensayar .
Solo hice el texto una vez, a mi bola, sin montar movimientos ni nada y me
dio dos indicaciones.Después ensayamos y repetimos dos veces, las partes donde me hizo las indicaciones y me dijo que se iba contento.
Fue un ensayo estrés. Yo no vi que se fuera realmente, tan contento como pensaba que se iría, pero es verdad que El trono está, aun, muy verde.
Pensé que lo llevaba mucho mejor, pero al oírme, no estaba natural, me paraba mucho y desordené el texto varias veces.
Luego me dijo que no le importaba que cambiara el texto, porque así lo naturalizo pero que hay cosas que no debería cambiar.
Como soy un actor todo terreno, al llegar a casa, después de una noche de desconexión y de relaj total, volví a leer el texto y estudiar tal cual es, párrafo a párrafo.
Descubrí que hay frases magníficas, construcciones muy graciosas que llevan a otras ideas y expresiones o enlaces entre ideas que he perdido u olvidado y que al volver a recuperarlas , le he dado más vida y realidad al texto.
Hoy, sábado 6 de agosto del 2016, cuando venía en el bus, de un sitio feo que no quiero recordar, iba solo y he hecho un repaso completo y creo que ahora está mucho mejor.
Nacho voy a respetar tu texto y darte lo que esperas de mi.
Que te gusta un tronito.
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