Sí, nuestro trono itinerante sigue dando vueltas
por Málaga. Antes de llegar el próximo martes 30 de agosto del 2016 a su
lugar definitivo, para el ensayo general, seguimos ensayando por todos los
rincones de Málaga donde vemos conveniente.
Hoy lunes, 29 de agosto del 2016, hemos colocado El
trono, en un parquecillo situado por calle Canales.
Pero ahora mismo, estoy en el portal de la casa de Nacho. Este
ha subido a elegir y buscar la ropa para mi personaje. Tengo mucho calor, estoy
sudando. Hace un día de esos malos, de los de sudar.
Venimos de ensayar. Este ha sido nuestro último ensayo, previo al ensayo
general de mañana.
El ensayo de hoy, no lo solicité yo, para mí ya no era necesario, pero Nacho
me lo pidió.
En el anterior ensayo, Nacho, me dio muchas indicaciones que yo trabajé,
solo, en casa y este pase ha servido para afianzar todo y que Nacho pueda
controlar que he seguido esas indicaciones y no las he cambiado o
desvirtuado.
Por ello, no era necesario pero a mí me vino muy bien.
Es lunes y ha empe-
zado una nueva
se-
mana con muchos en-
sayos y cosas que hacer. Lo primero ha sido El
trono.
Hemos quedado en Vialia y lo
primero ha sido desayunar. Durante el desayuno ha tenido lugar una
interesante conversación sobre el evento de La Comunidad y de cómo
es nuestra visión personal del mismo, por cierto, ambos tenemos una opinión muy parecida.
Tras el desayuno, a buscar el lugar donde hacer el ensayo y a ensayar.
Me he sentido a gusto durante el pase pero quizá un poco nervioso, la verdad. Pero es que
estaba muy frío, ayer me acosté muy tarde, antes de ayer también y hoy me
he levantado temprano, el calor es insoportable tengo muchas cosas que hacer y
estaba como un poco perdido. Por todo ello me he trabado un poco en el texto,
pero creo que lo he naturalizado bien y ha salido bien.
Al acabar el primer pase, Nacho me ha dicho que no era necesario hacer otro
más y que estaba muy contento y le ha gustado mucho lo que he hecho, que
era justo lo que pensó y que el texto ha quedado tal cual he imaginaba.
De nuevo, y mientras yo actuaba, él me miraba muy fijamente y muy sonriente. Al acabar me ha abrazado, me ha besado y me ha dicho que está muy contento con lo que estoy haciendo, que era justo lo que buscaba, con lo cual está feliz y por tanto, yo también.
Si sé que desde ahora y hasta mañana a las siete, hora del ensayo general, tengo que hacer un pase de calentamiento para llevarlo perfecto.
Pero todo va viento en popa y a toda vela y con ganas del general.
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