ME DESCONTROLA EL DESCONTROL, NECESITO REIKI.

Estoy escribiendo dentro de la Capilla de los Heredia en el  cementerio de San Miguel.

Acaba de comenzar el ensayo general de Las noches de verano en San Miguel.

Os contaré algo, cuando escribo las crónicas directamente desde el lugar donde actúo,  lo que hago es  escribirlo como  privado en mi biografía de Face-
book y luego lo paso al blog.

Pues bien, en el  lugar donde  Facebook te deja  escribir  siempre pone: "¿que estas pensando?" y hoy, jueves 25 de agosto del 2016, antes de escribir  me he dicho... “Como ponga lo que estoy pensando se cae el templo con los Heredia con ángeles, cimientos y  todo”.

Tengo una rabia dentro. Ahora mismo tengo calor, estoy sudando como un cerdo, pero creo que es de rabia. Estoy muy tenso. Estoy deseando que acabe el ensayo general.

Antes de salir y en mi casa, he dedi-
cado, mucho tiempo, a preparar el personaje. Por fin,  me he parado y he estado con Alvin Karpis. Buscándole tonos, formas, poses, cuerpo  y demás.

Creo  que estoy empezando a odiarlo, no puedo sacarle nada y cuanto más lo intento, más descontento estoy. Hoy le he sacado cosas, pero sigo viéndolo raro.

Un rato antes de venir empecé a ani-
marme, pero poco.

 En el coche  de camino al cementerio me he venido con  Angeles e Ismael,  ambos venían súper nerviosos y animados y yo estaba deseando que todo esto pasara.

Si iba un poco  más tranquilo era  por-
que  Angeles y yo habíamos planeado y teníamos pensado ensayar para  ultimar todo lo previsto, ya que, nunca hemos podido ensayar la escena completa y con todo el elenco.

Pero de pronto he notado que  todo se ha dislocado, hablo desde mi punto de vista, no quiero decir que sea real es mi opinión, hubo cambios de última hora, cambios de escenografía sin previo aviso, compañeros con los que cuesta ensayar. Vamos una alegría…

De hecho he llegado, me he maquillado y he salido a ensayar pero como no podía, me he puesto a calentar el personaje por el cementerio, hasta ahí estaba bien. Pero a punto de empezar, ha comenzado, otra vez, el caos, el desorden, las noticias de última hora enfrentadas y ya digo el caos.

Creo que el problema es mío y lo tengo yo, pero cuando tengo que hacer trabajos que me cuestan como este.Ya he dicho que no llego a pillar a Alvin, necesito tranquilidad, estar concen-
trado,  controlar lo que me rodea y estar preocupado por mi trabajo y mi perso-
naje y no por todo lo que hay a mi alrededor.

Quizá el problema  esté en ser director y actor a la vez y eso me pone muy ner-
vioso y creo que de muy mal humor, de hecho, la pobre Luisa se llevó un grito no merecido y desde aquí le pido perdón.

Me he vestido solo, mientras empezaba la función,  apenas  he ensayado  y ahora estoy aquí solo, no quiero ver a nadie, porque creo que voy a explotar. Pero bueno saldré con los colegas para relajar.

Hoy me juego mucho con esto. Vienen invitados mios, personas de las cuales me importa mucho su  opinión pero bueno algo saldrá.

Al final me fui a la sala de las chicas y nos pusimos a hablar y se me pasó todo. Entre Laura, la chica del piano, la cantante que no recuerdo el nombre, Rosa y sobre todo con Luisa y sus cosas, se me hizo más llevadera la espera y  se fueron los  malos rollos.

Hablamos de cofradías, vírgenes, técnicas vocales, enfermedades de la voz, tabaco, mis estudios etc.

Y llego la hora de actuar, la sala se llenó, todos los compañeros venían de actuar y Rosa, Luisa y yo, nos dispu-
simos para salir.