No sé si tenía más sueño, que cansancio, o más cansancio que desgana, o más desgana que sueño, no lo
sé, pero ayer, domingo 21 de agosto del 2016, iba al ensayo que parecía que me
llevaban al matadero.
Menos mal que iba temprano y por tanto, podía ir relajado, oyendo música y eso me ayudaba a desconectar.
Si el sábado se cerraba la Feria de Málaga, bueno o yo la cerraba, con un concierto, por cierto, que bastante bueno, no esperaba tanto de mi ídolo juvenil Marta Sánchez, el domingo a las 19:00 horas, reabría sus puertas el cementerio de San Miguel, para retomar los ensayos de Las Noches de verano en San Miguel.
Otras vacaciones que se terminaban, pero de verdad que me costó mucho arrancarme y volver a la rutina, espe-
cialmente porque Luisa, Rosa, Mari Ángeles y yo, habíamos quedado una hora antes que el resto de actores, para ir preparando nuestra escena en común. Si me apetecía poco volver, mucho menos me apetecía volver para dirigir y para montar mi escena y dar directrices a los demás, porque de verdad, no tenía ganas ni de mandar, ni de pensar.
Es más cuando llegué y empecé a ensayar con Mari Ángeles, puesto que Rosa al final no vino y Luisa lle-
gó tarde, esta estaba a mil por horas y yo, sentado en un escalón de un panteón, me estaba durmiendo.
El ver actuar a Mari Ángeles me animó y me hizo venirme arriba.
Tras ver su parte, ensayamos la nuestra en común y me di cuenta de que si quiero que está vez salga bien, debo darle caña a Alvin Karpis. Si Rafael Echevarría es un éxito y tiene vida propia es porque lo he trabajado, previamente, durante muchas horas y muchos días, cosa que con Alvin no lo he hecho.
Después me fui a ver a Adrian y a Ana y la verdad, que le di mucha caña al pobre Adrian, pero el tío lo aguantó todo muy bien y además lo puso todo en práctica, en nada de tiempo. Todos mis consejos y ha ganado mucho, muchísimo.
Cuando los dejé y me iba a otro lugar, a ver otro monologo, iba super animado y me di cuenta de que ya estaba de nuevo en forma y con ganas de ver a mis niños y mis niñas y con ganas de seguir trabajando.
Me sorprendió Blas, Ismael, Alejandro y sobre todo María, después de una
semana de descanso y María haberlo hecho solo una vez, estaban perfectos,
naturales y como si lo hubieran ensayado a diario. Solo hicieron un pase y les
di un diez.
Luego Jaime, que está escayolado, Gloria y Marina, otros, que lo recordaban
todo. ¡Ole esas memorias y esos trabajos¡.
Jaime iba mucho más lento a la hora
de ha-blar, tal y como me prometió antes de las vaca-
ciones, pe-
ro aun le falta mu-
cho, pero mucho más.
Y el pobre Juanjo fue el último, estaba a oscuras, apenas pude ver sus
movimientos, pero le da un sentimiento y se ven unas imágenes cuando dice el
texto, que no solo lo llena de ternura y realidad, sino que se hace muy corto.
Eres un campeón tío.
Y para acabar charla y risas en la puerta, con las tres locas, Carolina, su
madre Ana y su tía Julia, que hartar de reír, que buen grupo.
Allí estuvimos
todos de charla, rodeado de buena gente, vamos como si fuéramos una familia, pero yo estaba reventado y tuve que
marchar pronto, a casa, a dormir.
Pero al final me acosté a las tantas, viendo la clausura de los Juegos Olímpicos
de Brasil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario