jueves, 4 de agosto de 2016

PREVIOS, NEGOCIADORES, ANTE EL ESTRENO DEL MIERCOLES.



 Aquí estamos, sentadito en el banco de la paciencia y no hay expresión más cierta para esto. Porque estoy sentado en un banco de madera y porque solo me queda esperar, esperar y esperar...

Hoy miércoles, 3 de agosto del 2016, estoy sudando y eso que estoy sin chaqueta y sin gorro. No sé qué pasa, pero hoy estoy más abochornado que nunca, pero aquí sigo con hambre y ganas de hincar el diente a mi sándwich.

Como sabéis, hoy  ,solo, tenemos dos pases y quiero hacer entradas cortas así que allá voy.

No he estado espabilado al entrar y en vez de tener un poco de chicha y despis-
tarme,  he sido un pelín borrego y por no quedar mal,  he acabado en una reunión de empresa, nada interesante, ni moti-
vadora que además no ha logrado despertar mi interés en ningún momento.

Mi cabeza era como la de Homer Simpson  y me decía:" Lolo huye, Lolo huye". Tras la charla sindical he ido a cambiarme.

Ahí, ya se han unido los tres locos de siempre:  Juampe, Rebeca y un servidor y lo hemos pasado bien como siempre.

Al principio  estaba un poco más seco, res-
tos de la reunión, pero luego superbien. Como siempre confe-
siones, recuerdos, cachondeo y crear buen ambiente previo a un trabajo creativo como este.

Aunque no me crean hoy Rebeca nos  ha cantado a "Mary Poppins", dos canciones.

Con ese buen rollo, por cierto, el mismo que   traía  en el coche con mis padres, sobre todo a la hora de hacernos la foto, de rigor. Pues con ese buen rollo,  me he dirigido a mi lugar de actuación.

Hemos llegado al " camerino-baño"  a las ocho y entre la charla y tal, se nos ha venido el tiempo encima.

He pillado  un atajo, que me enseñó Dani, para ir a mi " baño-camerino particular"  y ¡¡sin perderme!! he llegado a tiempo para saludarlo, como siempre, y a las 21,34  me he ido a mi sitio, a preparar mi camerino, ahora a escribir y a continuación a comer. Son las 21,57.

Son las 22,27 ya estoy, como las seños antiguas decían a los niños cuando iban  al cole, o sea, ya estoy orinado, comido y... Eso no pero si estoy maquillado, vestido y con el personaje calentado.

Le estoy cogiendo "miedito" otra vez al acento,  pero no sé por qué. Porque ahora al calentar al personaje me ha salido muy bien, sobre todo en un trozo. Pero me he dado cuenta que no debo pensar sino dejarlo llevar.

Hoy viene el gerente de nuevo. Voy a ir hablando como Rafael hasta el "baño-camerino" arreglarme y sentarme en el sitio estratégico a leer y esperar.

Me molesta la garganta ahora y cuando ensayé en casa. Oh horror...

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