Como os dije en entradas anteriores, en 5 días me metía en la piel de Claudio, el divo actor del Imperio Romano de Málaga Ciudad de Arte y como Eventos con historia se mueve siguiendo una liturgia y unos pasos que siempre son los mismos y en el mismo orden, cosa que a veces puede parecer rutinario, pero que yo que soy cuadriculado celebro, llegó la cita del vestuario.
Pero por desgracia en esta ocasión fue diferente, por desgracia fue muy diferente.
Fui por la tarde en vez de por la mañana y muy bien acompañado, nada más y nada menos que por mi Luisa, pero ninguna de las 2 cosas eran dignas de celebración.
Esa misma mañana recibimos una muy mala noticia, una compañera de teatro había sufrido un fuerte revés en su vida y la recogida de vestuario se pasaba de la mañana a la tarde.
Debido a ese motivo, mi compañera y amiga Luisa estuvimos juntos toda la mañana y parte de la tarde y al volver, antes de ir a casa, me acercó en su coche a recoger el vestuario.
Aparcó bien, yo le dije que no era necesario, pero ella que es un encanto, insistió en esperarme , me esperó, y me trajo de vuelta a casa.
La recogida fue rápida, silenciosa y triste. Nada tenía que ver con las recogidas habituales.
Pero el show siempre debe continuar.
Málaga, lunes 5 de febrero del 2024.
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