sábado, 10 de febrero de 2024

LAS PENAS CON SOBRINA SON MENOS.

 

Adoro mi profesión, es una de las cosas que más me gusta de mi vida y me siento un afortunado por trabajar de lo que hago, y cada día que me toca actuar es un honor y un gustazo a la vez. 

Odio, no hay una cosa que odie más, que madrugar, no puedo, se me pone mal cuerpo, me duele todo, es una sensación horrible.

Pues bien cuando se unen las 2 y encima en sábado, ¿ Qué ocurre?, ¿ Quién gana? ¿ La ilusión de trabajar o el odio a madrugar?.

Si soy sincero, os diría que... casi que gana la segunda, no soporto madrugar y ese momento del despertador y levantarme, lo odio tanto, que lo odiaría aunque fuera a recoger  un millón de euros. A esas horas por mucho que te guste el teatro, uno tiene cero ganas de actuar.

Pues,  ¿ Sabéis algo?. Tengo la solución a esta extraña y horrible combinación, dormir, la noche anterior, con tu sobrina. 

Sí porque te levantas espabilado, diciendo tonterías, animado y con ganas de todo.

Ese sábado, ambos teníamos una clara misión: 

Yo levantarme, maquillarme, recoger el dormitorio, preparar todo y a las 10:30 estar en la casa hermandad del Sepulcro para vestirme y después actuar en Málaga Ciudad del Arte y ella vestirse, ponerse guapa y estar lista para que la recogiera un amigo e ir juntos a un concierto de la  Banda de la Trinidad Sinfónica.

Aunque cada uno seguiría, en la casa, un camino bien distinto, ambos pensábamos unificarlos a las 10:15 h, en la puerta de esta e irnos los 3 ella, su amigo y yo, al centro. 

No me hacía mucha gracia el  objetivo final, pues pasear por Málaga, con un chico que acaba de conocer y su primera impresión fuera verme, con la cara blanca, las cejas, la barba y las pestañas super negras y coloretes rojo. No iba a generar mucho respeto en él.

Menos mal que se retrasó y al final me fui solo. 

Eso sí la presencia de ella, me sirvió como aliciente, para levantarme pronto, hacer mi cama, recoger la suya, ordenar todo el dormitorio y meterme en el baño para lavarme la carita, los dientes, vestirme  y proceder a maquillarme.

Esta vez volví a oscurecer y a agrandar mi barba con el lápiz negro, como hice la vez anterior, pero en esta ocasión me quedó más falsa, menos bonita.

Estaba con todo controlado cuando, mi sobri, me dijo que el chico venía tarde.

Me alegré por 2 razones, porque el chico no me conocería así y porque el hecho de intentar llegar puntual a la cita "sobrinil", me hizo realizarlo todo mucho más rápido y animado.

Tras ultimar, hacerme unas fotos, besé a mi sobri, me despedí de ella y me dirigí a la casa de hermandad de la cofradía del Sepulcro, lugar donde tendría que estar a las 10:30 horas.

Llegué un poco retrasado, pero debo decir, que el camino fue fluido, tranquilo y sin nada que destacar.

Era sábado, temprano, había madrugado y mi sobrina ya no estaba, así que, entré otra vez en modo off y esa mañana primaveral, de cielo celeste, sol y pre-cuaresma, me parecía horrible.


Málaga, sábado 10 de febrero de 2024.






1 comentario: