"El show debe continuar" es una frase atribuida a Charles Aznavour, pero que se ha convertido en un emblema para la gente de la farándula, hasta Fredy Mercury le dedicó una canción a esta frase y quiere decir que pase lo que pase siempre hay que salir a escena y darlo todo.
El viernes 17 de junio del 2022, no solo yo, sino todo el elenco de Eventos con historia la vivió en sus carnes.En cuestión de una semana este proyecto que tanto me ilusionaba, ya no era ese teatro callejero y divertido realizado en una tarde de primavera previa al verano que tanto anhelaba, y donde me lo iba a pasar tan bien.
Este se había convertido en llevar a la práctica el titulo de la canción de Queen y no era nada fácil.
Por otro lado, pensaba que con esta actuación podía tener una vía de escape. Una forma de centrar la cabeza en otra parte y olvidarme de la realidad, ya que esta no estaba siendo la mejor.
Pues pese a querer darle un color positivo a esta actuación, la realidad es que cuando me levanté del sofá para empezar a prepararme, dije lo que da título a esta entrada: " Bueno Gálvez, vamos allá."
Todo era un cúmulo de sentimientos confusos, enfrentados y de difícil manejo, pero lo dicho, había que activarse y seguir adelante.
Según Google Maps desde mi casa a la catedral, habían caminando, 15 minutos.
Si el primer pase empezaba a las 19:00 h, y yo era el segundo actor en actuar, estando a las 19:00 en el lugar de actuación iría de lujo.Todo ocurrió según lo previsto y sin incidentes.
A las 18:30 empecé a maquillarme. Lo hice en casa.
Aunque hacía de anciano no quise maquillarme como tal, primero porque es muy complicado y no se hacerlo muy bien, y segundo porque en una distancia tan corta queda muy falso, así que, me pinté la barba de blanco, un poco el pelo, me puse ojeras y listo, ya que con las gafas tan significativas y el vestuario el personaje estaba más que conseguido.
A las 18:49 ya estaba en la calle camino a la catedral, iba 4 minutos tarde según lo previsto, pero no había problema pues solo quedaban algunos detalles.Llegué, me acerqué a la esquina donde debía actuar y allí me coloqué la pajarita, la bata, retoqué el maquillaje y de pronto vi algo inaudito:
Eran las 19:05 h, la visita llevaba 5 minutos empezada y la actriz, que hacía el primer monólogo, iba vestida de personaje junto a su novio y a María José, cruzando por delante de mis narices. ¿Dónde iban?.
Había llegado muy tarde. Lo que hacía que Edu tuviera que alargar el principio, para no dejar al público sin monólogo. La actriz tuvo que llegar por otro camino y modificar su entrada para que el público no la viera.Me quedé ojiplático, porque desde la organización me lo comentaron como algo gracioso. Ya se sabe; yo soy muy refranero y "más vale caer en gracia que ser gracioso".
Cuando ya estaba listo y completamente solo, fui consciente de un problema: Mi mochila con todos mis efectos personales.
No tenia ni dónde, ni con quién dejarla. Si la ponía a mi lado, para controlarla, estaría totalmente a la vista del público, esconderla entre los matorrales del jardín, era una opción imposible, ya que el olor a .... y los restos de.... daban como resultado una solución insalubre, y dejarla sola a mi espalda mientras actuaba, era como ponerle un cartel que dijera "Ven y róbame", por tanto, tampoco era una opción factible. ¿ Qué haría?.
¡¡¡ Cuanto echaba de menos, en ese momento, mandar audios o mensajes de WhatsApp, a esa persona que siempre en momentos como esos, estaba ahí, para ayudarme, asesorarme o simplemente oírme.!!!.
El resto del tiempo, hasta que llegó el grupo, lo pasé haciendo fotos, tomando posiciones o calentando el personaje, pero me costaba horrores centrarme.
El Charles ese no tenia ni idea de na. Bravo por ti!!!!
ResponderEliminar