miércoles, 22 de junio de 2022

LA TARDE "APRETÁ" V. ¡¡ SOLEDAD DE VERDAD!!.


Empecé mi soledad con la promesa de  la coordinadora de que vendría a avisarme cuando llegara el grupo. 

Hice el monólogo varias veces, marqué posiciones y  mientras, los turistas no paraban de grabarme o hacerme fotos.  Al acabar, yo también me hice unas cuantas y grabé algunos videos. 

Pero viendo que se podía acercar la llegada de Edu, puse el móvil en modo avión, lo guardé y de espalda al publico empecé a hacer como que ensayaba, pues así era como empezaba mi actuación. 

Yo esperaba y esperaba y esperaba pero no venía nadie. 

Pensaba: "Si me han metido mucha, pero muchísima prisa para que me fuera al lugar de actuación porque el pase ya había empezado y muy pronto estarían donde yo actuaba. ¿Por qué no venían? Si yo era el primer actor en actuar ¿Dónde estaban? ".

Llegó un momento en el que después de estar un buen rato simulando ese ensayo que presidía la actuación, empecé a estar preocupado por si había pasado algo.

Como tenía la seguridad de que la coordinadora me iba a avisar, decidí ver qué pasaba. Me levanté la túnica y del bolsillo del pantalón, saqué el móvil, quité el modo avión, miré el WhatsApp del grupo, vi que no había ningún mensaje, me volví y sorpresa, Edu venía hacía mí.

(Tiempo después descubrí que sí había un mensaje, pero si la única forma de comunicación era por WhatsApp, era lógico que tenía que estar pendiente al móvil).

Me horroricé. ¡¡¡¡Pero como iba a venir Edu hacía mí si nadie me había avisado!!!. De pronto me bloqueé, pero en un segundo reaccioné. Casi temblando y como pude guardé el móvil, me bajé la túnica y me volví de espalda al público para tomar así la posición de inicio de mi monólogo.

Parece que lo estoy viendo, cargado con su mochila y un polo verde y yo con el teléfono en la mano y la túnica levantada. ¡¡¡ Qué miedo!!!.


Mi única esperanza fue que como los chicos eran jóvenes y no sabían que yo estaba allí, supuse que no estarían mirando hacía donde yo estaba y no me habían visto.

Pero la cosa no mejoró, pues me puse de espalda dispuesto a empezar, llegó Edu, noté su presencia, la llegada del grupo y ya no pasó nada más. 

Estaba de espalda, no sabía lo que estaba ocurriendo, Edu no hablaba, no decía nada. 

¿Qué pasaba?, ¿ Han llegado y estan esperando a que yo empiece?. ¿ Por qué Edu no hace una pequeña presentación como hizo las veces anteriores?, ¿ Eso quiere decir que ya puedo empezar?, ¿ Y si no han llegado todos y te adelantas?, ¿ Y si Edu está esperando algo y yo hablo y lo dejo a medias?, Todo eso pasaba por mi cabeza, mientras estaba de espaldas y ya actuando.

Era evidente que no sabía como empezar, pero como no se me dio pie, ni nada para que lo supiera,  decidí volverme y empezar. 

Así de forma abrupta acababa la soledad y empezaba el pase. 





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