domingo, 26 de junio de 2022

EL CERROJAZO O EL SOLAZO DEL TERRAL.


Qué buena tarde eché el domingo 26 de junio del 2022, sentado en mi silla a la sombra de un árbol en el parque de San Miguel y viendo como Lorena y Juan Luna, el gran Juan Luna, montaban junto a Antonio y repasarán varias veces el entremés La carta, de la pieza Menú de  boda... menuda boda, que estrenaríamos el último día del Festival Candilejas de verano, en Campillos, Dios mediante, el próximo mes de julio. 

Le eché paciencia. Yo que suelo ser don prisas, cambié el chip y allí me quedé muy tranquilo. 

Hubiera preferido ensayar el primero, pues mi compañera más directa, Julia, no pudo ir al ensayo y después irme a la playa, pues sí, pero como este año los ensayos eran más especiales y todos debíamos apoyar y ayudar a nuestro director, allí estuve yo, callado. 

Que no os confunda el título de la entrada yo estaba muy fresquito bajo ese árbol, lo de solazo no es por el sol que me chupé,  sino por lo solo que estuve allí sentadito siendo eso sí el espectador de excepción de mis compis, y lo de El Terral, como ya sabéis, no es en este caso un estado meteorológico sino el nombre del grupo. 

Cuando llegó mi momento,  se montó y se repasó varias veces lo montado. Este era el fragmento final del entremés El Cerrojazo, donde yo actuaba con Lorena. 

Juan se fue porque ya había acabado y como me sabía el texto, para aprovechar el tiempo, Antonio ( hizo el papel de Julia, la otra compañera del entremés que no pudo venir), Lorena y yo, lo montamos entero, lo repasamos y  me dio indicaciones. 

Me pidió más postureo, más porte, mucha más lentitud en el texto ( al ser la primera vez que lo soltaba en voz alta, lo hice como los niños del cole, rápido y sin darle entonación. Siempre suele pasar eso) y que no me acercara tanto a la compañera. 

Bueno los repetimos varias veces para afianzar los movimientos, no los apunté, primero porque Antonio iba a un ritmo acelerado y  segundo porque me habían quedado muy claro, o eso pensaba yo, al día siguiente se los diría a Julia.

Eramos muy pocos los compañeros que pudimos ir ese día a ensayar, pero había que aprovechar cuando Juan tenía libre, pues su agenda laboral era muy intensa, así que, sacamos el máximo partido a  esa tarde y para casa.

¡¡¡Mañana más. !!!







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