viernes, 23 de diciembre de 2022

AL FINAL CON EL CUENTO LLEGAS TARDE.


Pero antes de marcharme del museo Revello de Toro e ir a mi lugar de actuación, la tarde del jueves 22 de diciembre del 2022,  me hice una fotito en el hall, para ver qué tapaba la capa. Ese simple gesto fue el que pudo motivar que llegara tarde a la actuación. 

La vigilante muy amable, se ofreció a hacerme la foto, se lo agradecí pero le dije que lo que necesitaba era un espejo y el baño estaba cerrado. Esta me propuso subir a la planta de arriba al de caballeros. Me indicó perfectamente como llegar y me invitó a coger el ascensor. 

Lo hice pero de pronto me sentí como un capítulo de Historias para no dormir. Aquellas salas empezaron a burlarse de mí.

Salí del ascensor,  seguí sus indicaciones y acabé en una sala muy larga.

Volví a mi punto de partida, inicié de nuevo la ruta y acabé en una sala pequeña. 

Regresé al ascensor, volví a seguir las indicaciones y acabé en un pequeño balcón.

Hice esta misma operación como 4 o 5 veces más, cada vez más rápido, casi corriendo y estresado. Acabando cada vez en un lugar distinto que si en un patio, en una ventana, en un sitio oscuro sin salida... 

Ya no sabía qué hacer, aquello resultaba agobiante, a la vez que cómico y ridículo. 

Iba corriendo de un lugar a otro, medio desnudo, liado en una capa de seda amarilla, con una corona y sin las gafas. No veía nada, de pronto estaba en una sala oscura, que una iluminada, veía pasar a mi alrededor cuadros de mujeres desnudas o de la Reina Sofía. 

Llegó un momento que iba sin sentido, ni lógica. Abriendo y cerrando puertas y pasando de unas salas a otras, casi con desesperación.

Si el lugar era muy pequeño como podía perderme de esa forma. 

¡¡¡ Yo que sé, si al final llegaba tarde!!

El llegar al baño ya era cuestión de orgullo más que otra cosa, pero desistí y me fui. Me escapé por la primera escalera que vi ya no buscaba ni el ascensor.

La sonrisa enorme de la vigilante que me despedía con un :" Lo has encontrado, ¿ Verdad?" Me hizo pensar que por las cámaras de seguridad me había visto dar vueltas como un perrito perdido.

A lo que yo respondí con un rotundo: " Sí claro por supuesto". Y me marché muy digno y con la cabeza bien alta.



1 comentario:

  1. Claramente fuiste hechizado por tu atuendo y por el espíritu de Pedro de Mena.

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