viernes, 29 de septiembre de 2023

DETALLAZO DEL DÍA DEL ESTRENO.


Creo que a partir de ahora me voy a definir como un actor intuitivo o más bien como una persona intuitiva, pues últimamente soy consciente, pero me pasa desde hace tiempo, que pienso ciertas cosas, o las deseo así sin querer y pasan. Os cuento. 

Mi profesor de interpretación del taller de 4° de la ESAD, un hombre así como muy versado, muy vivido, muy amante de Broadway y demás. Nos dijo el día del estreno de nuestro taller de fin de carrera, que en los grandes espectáculos los directores le regalaban siempre algo al elenco y por ello, él nos hizo entrega, ese día, de un libro a cada uno de los alumnos. 

Pues eso lo recordé yo la mañana del viernes 29 de septiembre del 2023, día del estreno de Doña Francisquita y pensé si se harían hoy regalos. No a nosotros, claro está que éramos los últimos, ni al coro que eran el ciento y la madre, pero a los solitas quizá sí. 

Ellos eran como muy estrellas y quizá el director sigue ese juego con ellos. Fue un pensamiento sin más y seguí mi día.

Cuando, ya por la tarde, entro al "camerino" de la figuración veo que los compañeros han montado una especie de mesa con el catering que el elenco de actores de figuración habíamos decidido realizar para ese día. 

Me acerco, suelto mis patatas y Norberto me señala una bandeja con galletas y caramelos.

Tras explicarme que era me quedé alucinado. 

La chica que hacía de Aurora, la cantante Monica Redondo, que tenía un papel esencial en la zarzuela, aunque no era la protagonista era una de las grandes, había preparado esa bandeja para nosotros, para como decía la nota que nos dejó, su "maravillosa figuración". 

Aquí os dejo la foto y una copia de la nota. Me pareció un gesto tan bonito, tan humilde y donde creaba una unión con nosotros, los desheredados, que me pareció bellísimo.

Esas personas son grandes. 

Al final mi pensamiento de que esta noche tendríamos regalos se cumplió, en forma de galletitas de corazones y caramelos.

Gracias.




DECIMOCUARTO DÍA I: PREVIO AL ESTRENO DE "DOÑA FRANCISQUITA"

 

Hoy era el gran día, habíamos ensayado durante casi un mes para esto, para llegar al gran momento. Al estreno de la zarzuela Doña Francisquita en el Teatro Cervantes de Málaga. 

Una de las compis había escrito previamente en su insta, que estaba feliz de vivir ese momento y supongo que las personas que habían pagado una media de 90 euros por ver el espectáculo estarían en sus casas acicalándose con todo detalle y con unas ganas enormes de gozar de esa tarde/ noche en el teatro. 

Por lo visto todo era alegría y brilli-brilli esa tarde, pero yo desde el momento que me levanté del sofá de casa, para empezar a vestirme, maquillarme y coger todo para irme al teatro me sentía como se pudo sentir María Antonieta camino al patíbulo.

Todos iban esa tarde a pasarlo bien, pero yo iba a la misma horca. Tenía hasta el cuerpo chungo. Salí de casa y me dirigí a hacer una pequeña visita a mi Cautivo y mi Trini antes de la función. 

Y justo al salir, pum, unos mensaje de WhatsApp de mi Pepito Grillo, o sea, de mi amigo José ( al final coinciden en el nombre).

Como es habitual, él siempre está ahí, en el momento que tiene que estar y con las palabras necesarias. Me dijo que me dejara ya de nervios  y miedos, que no disfruto nada porque siempre voy con el pensamiento de:" Y si pasa...".

Que me deje de pensar y disfrute, que lo que iba a hacer hoy no tenía ningún misterio para mí, así que, lo aprovechara y lo pasara bien. 

Gracias José. 

Me paré unos segundos, medité su consejo y  vi que tenía más razón que un santo y eso hice.

De hecho varias veces, a lo largo de la jornada, me acordé de José, cada vez que venían los nervios y las dudas, pensaba en él, me decía, disfruta, y para adelante. De hecho en el primer congelado de la primera escena, vino la inseguridad, pensé en él y listo. Y lo he hecho. He disfrutado. 

Me di un paseo muy agradable camino al teatro, me comí mi dulcecito en Aparicio. Un merengue que estaba de lujo. 

Esa confiteria y la dependienta rubia habían sido mis compañeros de fatiga durante estos ensayos. Más que de fatiga debí decir que eran la guinda que endulzaban, aún más, la maravilla que estaba viviendo, así que en este día tan especial, ni ella, ni el dulce podían faltar. 

Oyendo a La Cabra Mecánica y a María Jiménez con el tema La lista de la compra, llegué hasta el teatro. Esta canción y no me preguntéis por qué, me acompañaba casi todos los días a los ensayos. La puse una tarde sin querer y me creaba tan buen rollo que me la ponía cada día. 

Pero hoy llegué al teatro, no por la Calle Madre de Dios sino por Gómez Pallete.

Entre todo el elenco de actores habíamos decidido comprar cosas de comer, picar, bebidas, patatas y eso para hacernos nuestro propio catering de celebración del estreno de la zarzuela y comerlo durante el descanso de la misma. 

Yo para no ir cargado, decidí comprar bolsas de patatas antes de entrar al teatro en el supermercado que hay frente de este, intentando que los compis no me vieran entrar y comprarlo a última hora, llegué al super por esa calle y también salí por ahí y ahora viene lo importante.

Cuando vi ese lateral del Cervantes, oyendo la canción que dije antes, con ese cielo azul, esa tarde que era más primaveral que de otoño, esos compis dando vueltas por las calle, pensé:

 "En menos de una hora vas a estar ahí dentro, viviendo una realidad paralela, porque en ese escenario tienes tu tienda de capas, tus 2 grandes clientas, las beatas, tu vecino el tabernero con el que sales a la calle cada vez que hay un jaleo para contarle qué ocurre, y el público va a ir y pagar por ver eso. 

Ahí dentro se va a vivir una fantasía y aunque tú seas figuración, o sea, el menos importante, vas a crear esa fantasia. Eres uno de los 11 elegidos, esta vez no somos bultos, somos personajes y nos han elegido por algo, así que vamos allá". 

Si llego a ser el protagonista de Ghost me hubiera filtrado  por las paredes para entrar directamente en el patio de butacas del teatro y empezar a vivir cada segundo de esa tarde. 

Qué afortunado me sentía, qué ganas de empezar tenía, qué seguro y qué fuerte estaba. 

Ahm por cierto, me maquillé en casa porque... a los... chicos.... no nos... maquillan. :-(


Viernes 29 de septiembre de 2023.






DECIMOCUARTO DÍA II: ESTRENO DE "DOÑA FRANCISQUITA".

Hoy no había energía de nervios ni en el  "camerino" de los actores, ni en el hall de los artista, ni detrás de la escenografía, ni en mi interior. Hoy era de ganas, fuerza y unión. Hoy éramos uno. Entre todos se creó como un gigante que quería disfrutar y enfrentarse a otro gigante mayor, el público, al que había que conquistar, pero no con violencia, sino con arte. 

Al  comenzar la primera escena y justo antes de salir, me santigüé dos veces, cosa que nunca hago.

Esa primera escena fue un auténtico lujo muy real. Real fue el limpiar y los saludos a los guardias y a David, pero eso sí, recuerdo que le di la mano y a continuación me hizo un gesto y un comentario de broma, pues la mano me sudaba horrores. Cosa que tampoco me ha pasado nunca, pero era salir y las manos eran dos cataratas.

Los parones, congelados y la vuelta a la vida,  todo, todo quedó muy cuadrado y muy bien. Una maravilla, recuerdo hacer como que limpiaba una manchita del cristal con el dedo y saliva o incluso antes de salir, di un repaso al escaparate. Me fui sin prisas, cerrando la puerta, mirando hacia delante y con una emoción en la cara. Ya digo, lo he vivido todo y se me ha hecho todo muy corto. 

Entre la una y la 2, esperaba tras las carras, oyendo la música, como cantaban los solistas y tenía unas ganas locas de que aquello corriera mucho pues deseaba volver a salir, de actuar, pero muchas ganas, tenía mono de volver de nuevo al escenario y que me vieran, tenía ganas de actividad.

El juego con las beatas, en mi segunda aparición, ha sido más real que nunca y por primera vez he mirado a un patio de butacas repleto, me he crecido y me ha dado un subidón enorme. Es más he buscado un hueco entre las 2 compañeras para que me viera todo el patio de butacas. Era breve mi intervención pero he hecho todo lo que tenía planteado.

La vuelta a escena, con ellas, ha sido igual, muy real, hasta al cerrar la puerta lo he vuelto a hacer con intenciones y mirando al público. Pensé que me echarían la bronca porque me estaba haciendo notar y mucho. 

La boda impresionante. David y yo estuvimos toda la escena charlando, pero sin parar, siguiendo los personajes que hemos creado y lo que pasaba en la escena, que si mira el novio que guapo, que si ya ha llegado la novia y demás, la conversación iba creciendo por momentos. 

Estábamos al final del todo, casi nadie nos veía, pero como dos grandes profesionales, llenamos la escena de sentido, la hicimos preciosa. Dos personajes reales llenos de vida.

El ruiseñor. Uuufff todavía mejor que la anterior. 

Por la mañana, de pronto, me vino a la cabeza una postura de espera para el primer congelado que me daba mucha seguridad.  Además, estéticamente quedaba muy bonita. Arriesgándome a que Javi me echara el puteo por este cambio repentino, lo hice porque quedaba bonito.

Hubo un momento de la canción, que no veía al público, a ver lo veía, claro está, pero era como si no estuvieran, porque estaba metido en la situación y en el momento, como si de verdad lo estuviera viviendo. Mucha gesticulación y todas las reacciones me salieron casi naturales.

Ha sido muy guay, muy real y con mucha reacción. En el final de la canción, donde tenemos que estar quietos, me puse mirando directamente al público, dominando. Guay.

El carnaval, de nuevo, mucha interactuación. Es que David y  yo no paramos de hablar. 

Improvisamos diálogos, sobre lo que estaba pasando en el barrio. Siempre alerta para oír la música  y hacer los movimientos marcados,  pero dejándonos llevar, con mucha naturalidad o mejor dicho con muy poca vergüenza, pues hicimos comentarios jocosos de todo lo que nos rodeaba, preguntas y a casi todos los del coro que pasaban por nuestro lado le decíamos algo. 

En dicha escena todo fue a tiempo, pero a la hora de salí, creo que David se retrasó y salió un poco más tarde. Vamos segundos. Tiempo que yo aproveché para mirar mi tienda y esperar. ¿ Por qué? Pues porque no quería tapar el camino a alguien del coro, ni acercarme a ellos, que estaban hablando, para no desequilibrarlos y porque la figuración no debía destacar, como nos dijo el director. 

En el baile final, llegué a tiempo, bailé  mirando a los ojos de Milagros y sonriendo los dos. Cuadramos y sincronizamos el final.

Cuando el público rompió a aplaudir, yo que estaba en primer término junto a los solistas, busqué un hueco, entre los brazos de Milagros y los míos que estaban alzados, para asomar la cabecilla y que el público me viera. Yo me tomé ese aplauso como personal. ¡¡ Qué tonto!!

El tiempo del congelado del interludio, fue muy bien, y en el baile lo di todo, tanto que en un momento dado noté que el pantalón que más bien estaba estrecho, comenzaba a caerse. En varias ocasiones tuve que subirlo pero como el personaje estaba borracho no hubo problemas, quedaba bien. 

Lo que me sorprendió es que en cuanto salí de escena, 2 chicas de vestuario vinieron hacia mí para preguntar qué me pasaba.

No supe que responder porque no me podía creer que con la cantidad de personas que habíamos en escena y yo al fondo del todo, estaban vigilante y se habían dado cuenta. 

Yo pensaba salir otra vez y ya en el descanso arreglarlo, pero ellas rápidamente en un hueco de la bambalina, me arreglaron el pantalón con un imperdible. Me recuerdo con los brazos levantados y ellas arreglándolo. 

Lo que me pareció aún más curioso fue que en un momento del apaño, me dijeron que cómo había salido así y por qué no había dicho nada. 

Le respondí que el pantalón me estaba estrecho que no entendía como de pronto se me caía. Su respuesta fue :" Pues has adelgazado". Me callé pero pensé responder : " Qué facilidad para perderlo, a las 20 horas, me estaba estrecho y a las 20:57 se me cae. Anda qué. Dos funciones más y me compro una 38" 

La escena con las chicas, como siempre, muy breve. Es como un caramelito, pequeña, dulce, pero dura poco el placer que ofrece. Al salir de escena me dio mucha pena, pues ya solo quedaba el final y ahí hacía poco. 

El descanso fue un lujo.  Todos los  compañeros en nuestro catering privado y particular. Conversando y pasándolo bien. Éramos como una familia, de nuevo, disfrutábamos nuestro éxito, aunque este no fuera nuestro. 

Y llegó el final, la corrala, ahí fue donde pensé que me caería una bronca y grand, bueno a mí y a David porque el grado de charla, gesticulación y de meternos en lo que estábamos viviendo, fue extraordinario.

Final, saludo, plausos, bajada de telón, euforia, alegría, orgullo, satisfacción y felicidad. 

Todo el elenco dándose abrazos, besos, etc. Yo soy poco protocolario y en condiciones normales me hubiese marchado, como hicieron otros compañeros, pero como David, Norberto y demás estaban dando la enhorabuena a los solitas y tal, decidí hacer lo mismo y en esas me encuentro al director de cara. 

Le doy la enhorabuena, me da la mano y en medio de tanto jaleo, me mira a los ojos, no me suelta la mano y me da varias veces la enhorabuena. Pese a su profesión pienso que es muy tímido y sabia que algo me quería decir y de pronto me suelta:  " Cuando salgas si te quedas solo, ponte a hablar con los del coro, tu no te cortes y habla hombre". 

Me dejó helado, me cayó no un jarro sino un bidón de agua helada en la cabeza, de pronto se me cortó todo el rollo. 

Llevaba sin recibir indicaciones desde hacía 3 o 4 días y la recibo justo hoy y del director...

¿ Tan feo quedó ese momento que no hablé que lo destacó dentro de toda la zarzuela.?, yo que pensaba que me iban a regañar por haber estado demasiado alto o no estar en segundo plano y me regañan por todo lo contrario, quedé de  cortado de no saber resolver y eso no me moló nada.

Es cierto que en la corrala hubo un momento donde David se fue a realizar un acting y cuando me volví a hablar con Juan, hombre del coro con el que siempre lo hago, lo vi de espalda a mí hablando con una compañera y es verdad que estuve una pequeña fracción de tiempo solo y quieto, podría no haberlo estado, pero eso implicaba bajar a las mesas, meterme donde estaba el resto del coro, o formar una extraña reunión al fondo de espalda y como me habían dicho que no podíamos destacar e incluso un día dijeron que lo mío era el segundo plano que me echara para atrás que los primeros y los que deben de verse son los del coro, no iba ahora a meterme por medio para hablar. Fue lo que pensé pero por lo visto debí haberlo hecho, de ahí creo que nació la indicación.

No se pero vamos, me fui a casa con todo el rollo cortado y pensando que menos mal que el sábado no íbamos, pero que el domingo había que volver...


  

Viernes 29 de septiembre del 2023.



miércoles, 27 de septiembre de 2023

DUODECIMO DÍA: DOÑA FRANCISQUITA SOLA SOLITA.


Para qué mentiros, de este día no hice crónica. Por eso ahora más o menos recuerdo cosas, pero poquitas, poquitas la verdad. 

Eso sí a los que os gustan las entradas cortas disfrutaréis porque vais a leer poco. 

Era el ensayo pre general, o sea, hacerlo todo seguido sin parar como si fuera con público pero sin ellos. El último como tal, y ya sabéis que a mí cuando algo es lo último ya pierde la emoción, así que muy emocionado no iba. 

Todo fue como siempre, salir de casa, paseo, dulcecito, llegada al teatro, entrar a la planta baja, saludar, hablar con los compis, cambiarnos de ropa, subir al teatro, esperar indicaciones, oír el aviso de entrar, tomar posiciones, oír la música, subir el telón, dentro y a dentro. 

Iba transcurriendo todo como debía ir, sin nervios, ni problemas. Al salir de escena vi que Javi, ayudante de dirección, cruzaba el escenario. ¿ Me pareció raro que lo hiciera en mitad de la pieza? Sí. Pero pensé que tendría algo que arreglar y no le di importancia. 

Al rato entró David y me informó que se quedó cortado al ver que en vez del protagonista el que se dirigía a él, para hacer una escena, era Javi.

Me pareció raro, pero tampoco le di más importancia, hasta que mis compañeras me informaron que hoy no estaba el prota y que Javi lo estaba sustituyendo. 

¿ Qué habrá pasado?!!¡¡ De pronto se puso en marcha mi radar cotilla y empecé a buscar información, las chicas se partían de risa. 

Tras levantar la liebre con un hombre del coro que tenía un papel de reparto. Este lo comunicó a una de las solitas y vi como ella se encogia de hombros, gesto de no saber lo que ocurría. 

Al poco este señor me confirmó lo que yo ya sabia, que el prota no había venido, pero que no se conocía el por qué. Me decía que a ciertos niveles de proyectos grandes con estrellas, la información no fluye. No me sorprendió, la verdad. 

A ver, a parte del cotilleo inicial, lo que quería saber era si este señor tenía el virus o algo, y nos estaban haciendo ensayar sin control. Me cagué ( lo digo como lo siento).

Suena muy mal que lo diga, pero las fotos que acompañan esta entrada son el mejor reflejo de mi implicación ese día. Relajado. Sentado, esperando pero como si el tema no fuera conmigo. 

Hoy la energía en general era de 5 o menos. Si aquí todo el mundo estaba a medio gas, no iba a ser yo el que sudara la camisa al 100%. 

Por ejemplo, el temido Canto del ruiseñor fue una especie de escena de la película El chico de Chaplin, porque la solista no cantó, protegiendo su voz como hace siempre, es que sencillamente hizo playback de sí misma. Movía la boca pero no hablaba. Así que era difícil reaccionar si no oíamos nada.

Por tanto, lo hice todo pero sin estridencias, tranquilito, relajado, pero eso sí controlando.

Los tiempos que no salíamos, esta vez no me quedé en el patio de butacas o en un palco observando, sino que me salí fuera como el resto de compis.

Nos encanta ver a los monstruos actuar pero sí era marcado y no interpretado, para qué.

Seguimos, todo fue bien, recuerdo que hasta en el interludio, regañaron al chico que hace el solo porque no se le oía y este dijo que también se estaba reservando. 

Todo el mundo se reservaba así que yo como si fuera un vino de 20 años me reservé también. Me reservé porque ya lo controlaba todo, sino me hubiera esforzado al máximo.

Después del descanso, seguimos con la segunda parte, que creo que fue a un ritmo más alto de lo habitual y a casa. 


Martes 26 de septiembre del 2023.




martes, 26 de septiembre de 2023

TRIGÉSIMO DÍA : ENSAYO GENERAL DE "DOÑA FRANCISQUITA".


Hoy se notaba una atmosfera de nervios. Éramos muchas personas nerviosas y  la suma de todos creaba una energía densa que se podía respirar. Era muy curioso comprobar como todos nos sentíamos igual. Por un lado deseábamos no empezar por si salía mal, pero a la vez deseando empezar para soltar, actuar, gozar y eso se notaba, se palpaba, 100 personas con la misma sensación. Conversaciones rápidas, risas constantes, pero no de diversión, sino de nervios. 

El hall del teatro era un ir y venir de gente. Todos estábamos allí, los bailarines acicalando el maquillaje, el coro calentando, algunos ya vestidos, otros a medio vestir, las chicas de vestuario dando vueltas de un lado a otro revisando y ultimando a cada uno de nosotros, y el grupo de actores, en un círculo, unidos, haciendo piña, sin decirlo, pero apoyándonos unos a otros, dándonos fuerza.

De hecho hoy cuando llegaba al teatro, ya había muchísima gente esperando, en los escalones, en las cafeterías de enfrente, en la entrada del teatro, en los laterales, se notaba que hoy allí algo grande iba a pasar y sí. ¡¡ Hoy era el ensayo general.!!!



A ver, eso no quiere decir nada, porque el director está en condiciones de parar la función en cualquier momento si algo falla o no le gusta, pero se supone que esta ya se debe hacer de corrido y tirar para adelante pase lo que pase, además, aunque no fuera a teatro lleno, hoy teníamos público, pues la productora había regalado entradas. Con la mía vino mi amigo José.

Ya cuando llegué a la sala Pedro Aparicio, para cambiarme, he notado a las niñas más serias, como más concentradas, más sabiendo que  hoy se jugaban algo. Noté los maquillajes de todas las chicas como  más subidos, en cambio, también es verdad, que los chicos estaban tranquilos. 

Ya vestidos, hemos subido. Había muchas ganas por parte de todos. Antes de empezar, Javi, ayudante de dirección, nos ha dado indicaciones, ninguna, gracias a Dios, para mí. Ha sido muy bonito porque hoy hemos ido juntos al escenario, sin separarnos, han dicho : "A posiciones" ahí ya sí nos hemos disgregado.  Esto comenzaba.


De nuevo, como en los días anteriores, la función ha empezado, y casi no me he enterado. No suelen avisar en plan: " Chicos, chicas, atención que vamos a empezar ya" y suena la música, no. Simplemente, cuando oyes a la orquesta te colocas porque de un momento a otro va a subir el telón y vas a oír "dentro" y a actuar.  No llegué a acostumbrarme a esto, pero ya lo sabía manejar y no me pillaba de sorpresa.

He salido con muchas ganas, con mucha energía. Ha sido una salida espectacular. Según el director, era el inicio de un nuevo y maravilloso día. He abierto la puerta, he mirado arriba, para mirar el cielo y ver que tiempo hacía, me he estirado al ver un sol maravilloso, he cerrado la puerta, he saludado a los guardias y ya me he puesto a limpiar mi escaparate. Me he puesto un pelín nervioso, la verdad, pero solo un pelín. Muy poco. Aunque notaba que el plumero que llevaba en la mano, se movía solo.

He cuadrado todo lo que tenía que hacer y me he ido cuando me debía marchar.  


Un poquito antes de mi segunda salida, ya estaba concentrado. La letra y la música de las partes donde salimos ya las conocemos, así que, antes de que me tocara  ya estaba en mi sitio esperando. Hice muy bien la salida. Con las beatas ha sido maravilloso,  porque he interpretado y bastante. Este día cada vez que salía de escena, no lo hacía de forma disimulada cerrando la puerta sin que se me notara, sino que interpretaba y ponía caras antes de cerrar. 

La charla con las beatas en el tiempo de espera, ha sido muy reparadora,  me ha relajado un montón, pues compartes, y piensas en otras cosas. Después ya nos hemos escondido uno  tras otro, muy juntitos, dentro de las carras, para esperar la próxima salida. La salida muy bien  y tras eso a esperar.

Espera que hice junto a las 2 chicas. Por fin, el grupo del "patito feo" volvía a reunirse. Allí esperamos al momento crítico, del primer cambio de carras. La espera se ha hecho eterna y los 3 coincidíamos en decir que ese momento en los ensayos siempre era más corto, pero eso sí no me he aburrido, porque ver a Raquel y Candela, hacer el playback de lo que oíamos e interpretarlo con sus cuerpos de formas exagerada no tuvo precio. 




Al rato empezaron a llegar los del coro y los técnicos, cambio de carra y a la boda

La boda maravillosa y perfecta, como siempre, lo pasé tan bien que se me hizo cortísima. Todo pasó muy rápido, no me podía creer que esta aventura estuviera acabando. 

Pero también digo que en la parte romántica y sobre todo cuando el coro intepreta Canto de la juventud, donde se me suelen poner los vellos de punta, pues es precioso, esta vez no ocurrió porque comencé a pensar en que ahora venía El canto del ruiseñor y me puse nervioso. En ese momento estaba haciendo lo que debía pero no interpretando.


Y llegó el temido Ruiseñor y no sé si era porque estaba mi amigo José viendo la zarzuela, pero conforme iba avanzando la canción empecé a notar que las piernas me temblaban pero mucho, mucho. Ellas solas sin saber por que. Deseaba acabar. Aunque debo decir que pese a ello no me ha faltado ninguna reacción.

El carnaval ha sido sublime, el baile final quedó perfecto.

Antes de comenzar el interludio me dije a mi mismo que no me iba a pasar como el ruiseñor, iba a olvidarme de todo, pasarlo bien. Nada de nervios y no los hubo. Al contrario todo muy guay.


Después  vino el descanso, compartir con los compañeros, hablar del día, comprarle cosas a las chicas en el super porque yo era el más discreto vistiendo, hablar junto a David de nuestras experiencias,  la visita de Adelfa Calvo que estaba entre el público. Todo muy guay.

Ha sido todo bonito.

Me subí al escenario  antes de tiempo para poder ver el escena de El coro de románticos. Hacerlo entre bambalinas, ha sido una de las experiencias más inolvidable de este proyecto. Porque ves desde dentro lo que se ve fuera,pero viendo las entrañas y es precioso. 


Ver como la regidora, desde su mesa, no para de darle vueltas al guion para prevenirlo todo, como dice  cosas para controlar cada detalle, de como la maestra se acerca cuando el coro ya no ve al maestro y los va dirigiendo para que no pierdan el ritmo. 

Como es de bonito vivir el teatro desde dentro, qué maravilla, qué ilusión, qué afortunado, qué precioso, qué tranquilidad, qué seguridad tenía en ese momento.

Tan tranquilo que parte de está crónica la escribí sentado a oscuras en las bambalinas mientras esperaba para salir. 

En la última escena como siempre alucinante.

En fin no puedo decir nada más, solo que me lo he pasado bomba y que en el momento de los aplausos he sentido mucha emoción al ver lo que hemos conseguido. 

No sé muy bonito, muy bonito, muy bonito y muy bonito todo. 



PD: Como mi amigo José antes de empezar publicó en Instagram donde estaba sentado, muchas veces debo confesar que hacía gestos o me posicionaba hacía ese lugar


PD II: Ese día me lo gané y tras la función me tomé un blanco y negro en Casa Mira sentadito muy tranquilo en su terraza. 


Ensayo general miércoles 27 de septiembre de 2023.


 

lunes, 25 de septiembre de 2023

UNDECIMO DÍA: DOÑA FRANCISQUITA AND FRIENDS.

 

Estaba esperando tras la carra y pensando:" Ay que nervioso estoy, ya mismo empezamos, pero nadie dice nada, así que no empezamos, ofú a ver si empezamos ya y acaba la espera...". De pronto nos han dicho "atención" yo he subido a la carra a mi posición, y ya no han dicho nada más. He empezado a oír música, pensé que la orquesta estaba calentando, pero de pronto veo que sube el telón, he odio un " dentro", he abierto la puerta inconscientemente y he entrado a escena.

Lo he hecho en el momento exacto y casi como un autómata porque no me estaba enterando absolutamente de nada.

¡¡¡¡ La zarzuela ya estaba en marcha, ya había empezado!!! Y ¿ Por qué nadie había avisado que íbamos a empezar? Lo bueno de esto es que me ahorré los últimos nervios, los de justo antes de salir que son los peores. 




He salido, he sentido la luz de los focos, esa mañana luminosa que representa la escena y lo he dado todo. Sin pensar, me metí en el personaje y di lo que debía dar. Hasta que llegó el primer congelado ( momento en el que nos quedamos como estatuas) y fui consciente de que la zarzuela estaba en marcha, ya no había forma de pararla y me vinieron los pensamientos negativos de inseguridad y me puse muy nervioso.

Empecé a salir de escena, en el momento marcado, pero fue  saliendo cuando caí en la cuenta de que  me iba antes de tiempo. Me había liado, tal cual, no sé por qué pero me lie, ya no podía hacer nada y seguí. 

No os lo he contado pero ese fue nuestro primer ensayo con orquesta, por fin, se acababa el piano y comenzaba la música guay. Pero debo confesaros que esperaba más nudo en el estomago y más como vibrar todo con la potencia de la música en directo, pero se oía flojito. 



Primer ensayo con orquesta y último de la zarzuela como tal, pues el próximo era el pre general, luego el general y por último, las 2 funciones. 

Ya no había vuelta atrás, ahora sí estábamos en serio y por ello llegué al ensayo muy nervioso, pero mucho, sentí nervios y hasta un poco de ansiedad al saber que ya no podíamos parar e íbamos muy en serio.

El día de los nervios, de la orquesta pero sobre todo ese ensayo fue el día del elenco de actores, de mis compañeros.




Cada vez me gusta más el elenco.  Ya se ha creado un nivel de familiaridad, de compañerismo, de ayuda, de colaboración, de todos a una y de cachondeo que me está encantando. Nos reímos mucho y lo pasamos muy bien. 

Por ejemplo ese día, bajé al escenario, con Rosa y Lola a las cual hice una sesión de fotos en el decorado, luego Rosa con mucho mimo a mí, fue el día de compartir el abanico con Norberto, el de reunirnos en los palcos para ver las partes donde no salimos. 

Es cierto que estábamos muy calladitos y muy buenos, Lola, Asun y yo, pero fue llegar David y ya empezó un cachondeo que nos duró toda la tarde. 




Al final con David y Asun he creado muy bien rollo, nos buscamos mucho. 

De hecho al llegar, las chicas habían ocupado el camerino que yo había usado junto al Rubio el día anterior, y está salió a disculparse y decirme que lo habían ocupado ellas por mayor comodidad y privacidad. Le dije que no pasaba nada, ni lo más mínimo. 

Es más, entré a echarles una "bronca" de broma y con cariño que acabó con Asun diciéndome que a mí me dejaba cambiarme allí y que me admiraba ( le salió sin querer pero lo dijo je,je,je).



De hecho en estas fotos se puede ver la cara de felicidad y buen rollo reinante. Ya éramos muchos en la zarzuela y nosotros hicimos nuestro propio micro mundo, con nuestros códigos y lenguaje. Por cierto, no me puedo olvidar las imitaciones de Rosa, está loca, me encanta. 

Eso sí a las niñas no las dejaban bajar de las carras y yo las echaba mucho de menos, eran mis 2 partes del trio calavera. 

Tampoco me puedo olvidar hoy de mis dos beatas. La más pequeña es toda responsabilidad y conocimiento, la alta sonrisa, aunque hoy la pobre me ha dado mucha cosilla porque al salir y mientras actuaban han oído una indicación del maestro y ella pensaba que era por su culpa. ¡¡¡ Qué ganas de darle un abrazo fuerte!!! 




La escena con ellas, aunque me la han cortado tanto, la he disfrutado, como siempre y he conseguido sacarle un poco de gestualidad, acción y juego. 

Y dejo para el final al otro protagonista de la tarde / noche, el calor. Más que calor humedad. Era horroroso lo que sudé esa día. 

No sé si como en la opera Carmen nos lavaran la ropa, pero la mía acabó chorreando y olía, vamos, a flores....



De las cosas que más nervios me provocan en la zarzuela son la escena de El canto del ruiseñor, donde estamos totalmente expuestos y el interludio donde pasamos mucho tiempo en la boca del escenario quietos.

Con el ruiseñor no he tenido ningún problema, para el primer congelado, que también tiene esta escena, busqué una posición que me diera algo de seguridad y lo conseguí. Después me he dejado llevar por la canción, su letra,  la situación y por el momento. He disfrutado como un auténtico enano en ese escenario. Me sentía que vivía la situación y lo demás no me preocupaba.

En cuanto al interludio, se ha repetido dos veces. Eso me ha hecho no ver la realidad, pero si me ha dado mucha seguridad. Al final no era para tanto, lo he hecho muy bien. La segunda, ya muy seguro, me dejé llevar tanto que me equivoqué en un paso del baile, pero nadie dijo nada.




Las escena de
la boda y el carnaval las he disfrutado junto a David, al cien por cien, de hecho en la segunda he llegado muy bien al baile y he cuadrado final. Qué orgulloso estaba de bailar junto a Milagros la gran señora de la zarzuela.

Y si no llega a ser por los chicos del coro, no entro a tiempo en la escena de la boda, pues entre la oscuridad, los comentarios del coro y el jaleo de los técnicos tras el cambio de carras, no se oía absolutamente nada la indicación del regidor y gracias a que los chicos del coro avisaron, entramos a tiempo, sino estamos aún allí esperando.

Tras el descanso, volvimos a un palco para disfrutar de la maravillosa escena de El coro de románticos y corriendo a la corrala a por la última escena, mucho calor, muy cansado, un dolor horrible de pies, pero ha sido una gozada.

Hoy todo ha sido un regalo, un apreciar cada instante, un fotografiar en la mente momentos para recordarlos, un sentirme arropado, tan bonito todo que he salido del teatro Cervantes con la adrenalina a tope, ahora a ver quién me acuesta a mí.


Lunes 25 septiembre del 2023. 


 



sábado, 23 de septiembre de 2023

DECIMO DÍA I : VISTIENDO A DOÑA FRANCISQUITA.


Hoy ha sido el primer ensayo con vestuario. Nos informaron muy claramente durante los ensayos, que nuestro camerino, debido a que somos el último escalón de la zarzuela, palabras textuales, sería la sala de exposiciones Pedro Aparicio, que está en los bajos del teatro.

Por tanto, cuando llegué, me fui directamente, como bien mandado que soy, a ese bajo. Yo no pensaba entrar en el teatro ni loco, porque sería un jaleo de campeonato y porque no quería ni molestar, ni que me regañaran, pero la sala estaba cerrada a cal y canto.

Me encontré a varios compañeros a los que informé que la sala estaba cerrada y nos dirigimos al teatro, nada más entrar, no recuerdo ya muy bien quien fue, alguien le dio las llaves del local a Juan Carlos y este sería, hoy, el encargado de cerrar y de abrir. Para el próximo ensayo ya habría alguien del personal del teatro dedicándose a abrirnos y cerrarnos.

Entremos en dicha sala, a la derecha los chicos que entraron antes que yo, fueron ocupando las sillas y mesas que había libre para colocar sus efectos personales, el vestuario y su ropa.  Las chicas ocuparon toda la parte izquierda, usando para su mayor intimidad unos cuantos biombos azules.

No encontraba mi espacio, no por nada, sino porque como me gusta mucho investigar, me puse a pasear por la habitación, y vi unos archivos del teatro y rápidamente se me fueron los ojos a dichos archivos por si había programaciones de la década de los años 50 e información sobre Lola Flores, pero no, mi gozo en un pozo.

Luego seguí mi investigación buscando sillas y me encontré una habitación blanca, con mesas enormes, muchas sillas y lo mejor, un perchero y una mesa con espejo, también enorme. Fue entonces cuando pensé , que aunque me alejara del grupo, era consciente, ese sería mi lugar para cambiarme, a los pocos minutos entró El Rubio, Miguel Guardiola, y juntos comentamos mientras nos vestíamos. Dicho camerino luego fue compartido con Asun, con la que tuve una conversación muy intima.

Me veo muy elegante con el vestuario, la verdad, pero a la vez me gustaba más el de los compañeros, pues eran mucho más originales, ya que el mío era un simple traje. Debo confesaros que como no paro de comer y cada vez peso más, el pantalón me aprieta un poco y al llevar una camisa tan anchan, una corbata larga y el chaleco, me hace mucha más barriga que la que realmente tengo. 

Una vez vestidos nos dirigimos al teatro para que el equipo de vestuario nos diera el visto bueno y para empezar el ensayo ante piano.


Sábado 23 de septiembre del 2023.

DECIMO DIA II: PONEMOS A DOÑA FRANCISQUITA ANTE PIANO.


Hoy nos tocaba el ensayo ante piano. Os preguntareis que eso qué es, pues yo os lo voy a explicar y no porque lo supiera, sino porque lo aprendí ese día. 

Ante piano, es realizar la zarzuela entera, completa de principio a fin, con todos presentes, con vestuario, con los cambios de vestuario etc. Es como si fuera un ensayo general, pero sin los músicos, solo con el acompañamiento del piano.

Llego la hora de empezar, sonó la música, el regidor nos dio la señal y ahí que salimos todos. La zarzuela comenzó. Se hizo la primera escena completa y tras acabarla el director nos convocó a todos en el escenario.

Eso significaba que no iba la cosa muy bien y había que parar para dar indicaciones, normal, pero también fue un poco triste pues después de tantos ensayos, había cosas que arreglar, pero por otro lado fue muy bonito.

Hacía unos segundos esa calle de cartón piedra, estaba llena de vida, luz de mañana, música, canciones, bailes, interpretaciones, saludos, sonrisas, acciones, vida y de pronto, todos allí de pie, vulnerables, oyendo al director con cara de circunstancia, esperando qué te iban a decir, y con el culo apretado intentando que ninguna de esas correcciones fueran para ti.

Concretamente, no lo fueron, menos mal, pero sí para todo el grupo. El director pidió a los actores que no destacáramos tanto, que fuéramos mucho más discretos, pues el eje principal de la escena son los solistas y no nosotros. No podemos intentar tirar todos de la escena y hacerla nuestra, pues el público pierde el foco principal que son los solistas y se lían ante tanto jaleo.

La verdad que me quedé un poco descolocado, pues si nuestros movimientos, expresiones, interrelaciones y acciones, llevaban marcadas desde hacía casi 10 días y las habíamos ensayado mil y una vez, y en nuestro primer ensayo con él, nos pidió vida, alegría y energía, por qué nos pedía ahora transparencia. No lo entendí.

Debo confesar que no dije nada, pero en mi interior pensé: "  Trato hecho reduciré pero para el día del estreno no voy a recudir tanto".
 
Algo parecido ocurrió tras las escena 2. Esta vez si hubo una indicación directa para mí. " El vendedor de capas ha salido demasiado pronto". Casi no había acabado la indicación cuando el segundo regidor se me acercó para decirme que no me preocupara, que siempre me dejaba solo, porque siempre lo hacía bien, esta vez también y según estaba marcado, pero que ahora lo íbamos a cambiar, a lo que le respondí que desde ahora esperaría su señal.

Bueno, pues  eso, después de 10 días de ensayo y a 6 del estreno, me cambiaron la salida. Con lo cual atrasaban mi salida y acortaban mi entrada, mi escena con las beatas cada vez era más cortas. Soy figuración, así que asumí que no podía destacar.

La pieza siguió  y tras una larga espera, llegó el momento del cambio de carras peligroso. Quedó de lujo.

En la escena de la boda, me dejé llevar y lo pasé bomba, pero bomba, ese día el director, subió al escenario, al acabar la escena, para ponernos a cada uno de nosotros, los actores, en una posición "romántica", mientras el protagonista hace su solo amoroso. Me gustó la postura y el estar así.

En La Canción del Ruiseñor,  estuve pendiente en todo momento a la canción y creo que más o menos salió bien, pues creo que hemos cuadrado bastante. Al menos no nos dijeron ninguna indicación. Eso sí, tuvimos que hacer la escena, como auténticos tísicos, porque la protagonista, para resguardar su voz, cantó toda la canción susurrando y apenas oíamos qué decía y cómo reaccionar.

He disfrutado del interludio porque hoy han quitado el escenario de trabajo que cubre el foso. 

Aún no hay músicos, pero han dejado el foso libre y el proscenio del escenario, lo han alargado con una parte negra, que no se usa, así que cuando nosotros estamos más cerca de la boca, no quedamos justo al borde, sino que hay una distancia mayor y eso me ha gustado y relajado mucho.

La zarzuela seguía su ritmo y como no salía me senté en uno de los palcos.

El resto de compañeros hicieron lo mismo.

Yo me quité la chaqueta, el chaleco, la corbata y los zapatos, porque me dolían un montón, pero un montón, tanto, que hasta las piernas llegaron a dolerme. Poco después comprobé que casi a todos los compañeros les ocurría lo mismo. 

Podría decir, que era maravilloso ver la zarzuela solo desde mi palco, pero como no llevaba las gafas lo veía todo borroso. Eso sí, estaba tan agotado, que  puse las piernas sobre otra silla y en más de una ocasión estuve a punto de quedarme dormido.

Juan Carlos y Lola fueron mis compañeros de palco. Pero ya digo era todo silencio , hoy era un ensayo serio y parecíamos los 8 que estábamos allí, parte del mobiliario del teatro.

Tras el descanso, más palco y el final donde no paré de interactuar con David.

Tras el saludo, un aplauso general y la regiduría nos dijo que nos podíamos marchar.

Aunque estaba previsto el ensayo hasta las 22:00, paramos mucho antes, sobre las 21:30, bajamos, nos desnudamos y a casa. Mañana no había que trabajar.

De los 11 que formamos parte de la figuración hay 4 que son actores y actrices de reputada y reconocidísimas carreras en Málaga, de hecho 3 son auténticos pesos pesados y quizá a veces no sé.... pero a mí me está gustando muchísimo, me lo estoy pasando súper bien. 

Hoy he disfrutado un montón, es una tontería pero me he creado una emoción y una historia para cada aparición, por dar algo más.

Iba por la calle, oyendo música, era temprano y había quedado con mi sobrina, mi madre y mi padre para cenar en la peña e iba con tiempo suficiente para estar con ellos, iba feliz y  en la última parte del camino debido a la música, sentí que flotaba, feliz y contento de estar ahí, de hacerlo y de ser uno de los elegidos en ese elenco de stars.

Sábado 23 de septiembre de 2023.














viernes, 22 de septiembre de 2023

FOTOS OFICIALES DEL ENSAYO DE " DOÑA FRANCISQUITA".

 

El viernes 22 de septiembre del 2023, el Instagram del Teatro Cervantes, publicó estas fotos del ensayo de la zarzuela Doña Francisquita del  miércoles 20 de septiembre del 2023. 

Son chulas ¿ verdad?. Molan y bueno a ver si sois perspicaces y me encontráis. 

Aquí os las dejo: 












NOVENO DIA: DOÑA FRANCISQUITA CANTA Y YO MIRO.


¿ Soy un afortunado por currar en el Cervantes?  SI. ¿ Soy feliz por trabajar de lo que trabajo, actor? SI por supuestísimo. ¿ Tengo mucha suerte de estar en este proyecto y ser uno de los 11 seleccionados para este trabajo? SI, SI, SI y SI, por supuesto que sí.

Doy gracias a Dios a diario por esto, pero es un trabajo y los trabajos ¿ Cómo son? Pues lo normal unas veces  maravillosos y deseas ir y otras pues no te apetece tanto.

Y si ayer os hablaba de la rutina maravillosa de ir cada día al Cervantes, hoy sentía la otra, la rutina "pesadilla", la de pereza por volver a vestirte, ir al teatro, comerme el dulce, esperar, etc.  

No tenía ningunas ganas de ensayar, de repetir, de estar allí encerrado, haciendo lo mismo. Lo siento, no es justo sentir eso, pero lo sentí. 

He salido pronto, he merendado en Aparicio, he caminado hacia el teatro, he llegado a tiempo, me he sentado en los sofás de la entrada junto a los compis, hemos esperado que nos llamen, ya digo, todo muy rutinario. Solo faltaba David que es raro pues suele ser muy puntual. 

Antes de que nos convocaran al escenario para empezar, decidí irme sólito a nuestro palco/ camerino y soltar mis cosas y ¡¡¡ SORPRESA!!! Ahí estaba ya David viendo el ensayo de los solistas a piano.

Así que, decidí sentarme junto a él y de colegueo hemos aprovechado ese lugar privilegiado para ver el ensayo. Me encanta el filim y el buen rollo generado entre David y yo. Al principio parecía que era todo lo contrario pero ahora no paramos de hablar  tanto dentro como fuera de escena, de reír, de ayudarnos y de acompañarnos. 

Después de un rato observando y ya junto al resto de compañeros, nos han llamado al escenario.

Hemos ensayado el final, todo el final. Solo nosotros y los solistas. La verdad, es que no hemos hecho absolutamente nada. 

Era un repaso, o diría yo el primer repaso de ese fragmento en el escenario, y han ido matizando textos, posiciones, entonaciones, movimientos etc.¿ y nosotros mientras? Pues haciendo nada. Esperando y esperando de pie en nuestras posiciones. 

A David lo han cambiado de posición, como a casi todos los compañeros, nos han dicho que no podemos destacar demasiado con respecto a las escenas, que pasemos desapercibidos y lo han puesto en la corrala conmigo, quietecito.

Para él supongo que habrá sido un poco rollo, pues a todos nos gusta actuar. Pero para mí ha sido un placer. Pues como digo, hemos hablado, improvisado y jugado mucho. Hemos cogido más confianza y buen rollo.

Por cierto, que no hemos hecho nada pero de nuevo hemos sido testigo de excepción de todo lo que ocurría en escena. Lo bueno, ver como se trabaja de verdad con un director de verdad y también que en todos lados cuecen habas, ya que hemos sido testigo de los piquecillos entre las estrellas y como también se generan dudas y miedos entre los grandes. Vamos como sucede a nuestro nivel. 

Acabado el final, nos han dado 10 minutos de descanso para cambiar las carras. Me pasé todo el rato hablando con Norberto, otro, con el que hecho buenas migas. 

Nos convocan urgentemente a posiciones y como serios y responsables que somos nos dirigimos a nuestras posiciones para la escena de la boda. 

Juanje nos dijo que no, que la que se ensayaba era una donde solo salía David que los demás podíamos seguir descansando. Pues nada a descansar.

Esta vez decidí ver el ensayo en condiciones y si el ballet se sentaba en el patio de butacas yo también y ahí nos fuimos, Norberto, Gonzalo, Asun y yo. 

Por cierto, con ella se creó esa tarde un vínculo muy bonito, se interesó por mi vida personal y profesional y yo por la suya, hizo fotos expresamente para mí,  me buscó para sentarse conmigo.  Vamos que al final he caído muy bien en el grupo. 

Nuevo cambio de carra y nuevo descanso, 10 minutos, pero a reglón seguido Juanje nos dijo que los actores teníamos una hora de descanso.

Tiempo que he aprovechado para ir a despejarme y pasear un ratito por el centro. 

Salí directo de capilleo y pum, me encontré a Dani mi amigo y compañero del Botánico. Pues nada, como no hay mejor compañía que la suya, lo atraqué y lo acompañé hasta el Perchel a su ensayo. Como siempre un placer hablar con él de todo. 

Llegué al teatro, para convertirme de nuevo en espectador. Hoy por lo visto, me pagaban por esperar, observar y descansar. Un pipí rápido y para dentro. Nos dicen  que hay que  volver a esperar y nada, al patio de butacas a ver, junto a los compañeros, el ensayo del coro. 

Un enorme placer y los vellos de punta viendo El coro de los románticos.

Esta vez nos convocaron pronto al escenario, cambio de carras y ensayo del final.

El coro debía recordar lo ensayado el último día y  unirlo a los solista. Parones, parones y más parones y mientras nosotros hacíamos nuestras pequeñas intervenciones, reacciones y poco más. Espera, espera y espera. Menos mal que tenía a David al lado y no paramos, junto a Juan el chico del coro, de hablar, reír e improvisar.

Ahora toca ensayar el saludo final, nos dijeron. Establecer orden, salir, saludar y punto, pensé yo, pues no. Había que cuadrar el saludo de todos, con una música. Ocho tiempos teníamos para salir, primero los tenores, los sopranos, luego las chicas del coro, los bailarines, nosotros y los solistas. Todo milimétricamente  cuadrado con una música, aquello fue infumable. 

No pasaba el tiempo, el coro no cuadraba, se hacía, se repetía, se paraba y volvíamos a empezar. Ya digo horroroso.

Saludo acabado, son las 22:00 de la noche, estamos agotados...pero... despiden a los solistas y nos dicen que tras un pequeño descanso para cambio de carras, los bailarines, el coro y los actores volvemos.

Aquello ya era totalmente agotador, nos recuerdo a casi todos, sentados, en las escaleras de artistas, en silencio, agotados, hablando unos con otros por hablar, sin fuerzas y energías algunas.

Da un poco de coraje, pues nos citan muy temprano, trabajamos poco, descansamos mucho y a en las últimas horas, cuando más cansados estamos, nos dan el atracón. 

Ya tengo todo claro y fijo. Controlo todo lo que debo hacer y ya me dejo llevar, jugando y dando vida al personaje. Creo que lo haré todo con mucha seguridad.

Volvimos para dentro. Hicimos el interludio y sin parar, lo unimos a la escena de la bulla. Acabadas nos dieron indicaciones, ninguna a figuración, repetimos todo y a casa.

Lo pasé bien, lo di todo porque estas 2 escenas me encanta, pero estaba realmente agotado.

A las 23:00 tras 8 horas de ensayo, cogí mis cosas y a casa. Mañana más....


Viernes 22 de septiembre de 2023.

   



jueves, 21 de septiembre de 2023

OCTAVO DIA: EN CASA DE DOÑA FRANCISQUITA.


Hoy hemos empezado más tarde, hemos ensayado de 18:30 h a 23:00 h, bueno en realidad hemos salido al 22:50 h. Es impresionante la puntualidad, pase lo que pase a las 20:00h, se corta para el descanso y a la hora prevista de finalización, también.

He sentido que todo ha ido más rápido,  estaba todo como más cuadrado, pues se han cumplido los horarios y lo que se iba a ensayar en cada franja horaria a rajatabla.  

Nada más llegar estaba montada la escenografía del principio, era la primera vez que la veíamos así. Se ha hecho el principio, la segunda y tercera escena. Todos salimos en la primera, en la segunda solo yo y en la tercera nadie. 

Ha habido parones, indicaciones, fallos, mejoras, de todo pero todo muy cuadrado. Se paraba, el director daba la indicaciones y los solistas que son unos profesionales, la cogían rápido, la ponían en práctica y a continuar. A los actores cuando nos dicen algo también lo pillamos muy rápido. 

Aunque como digo, han habido parones, pero las 3 escenas han ido muy fluidas. Yo me he sentido súper a gusto. Al principio cuando salí sentí un poco de vértigo pero muy poco, pues rápidamente he estado tranquilo, lo he disfrutado. Estaba como si me moviera en una calle de verdad, limpiando mi negocio, hablando con los vecinos, real y viviéndolo. 

Puede parecer una tontería pero quiero destacar hoy mi camino hacia el teatro ( suena precioso decir teatro y no ensayo o trabajo). Después de quitarme lo de las alturas todo era de color de rosa, ya no había nudos. 

Me dieron las 18:27 h, en calle Madre de Dios allí recoloqué mis cosas en la mochila y  aligerando me fui a la entrada de artista. 

De camino me compré como ya es tradición mi dulce en Aparicio y salí de ahí oyendo musica, tranquilo,  por el centro, mirando a la gente y sintiendo el placer, de que todos iban de paseo, iban a comprar, a lo que sea, pero yo iba a entrar a trabajar al teatro Cervantes y eso me hacía inmensamente feliz. ¡¡¡ Me sentía como un actor, iba a decir profesional, pero eso lo soy, un actor de los que tienen la fortuna de ir cada día al teatro!!.

Iba dando gracias a Dios y a la vida por vivir ese momento. 

Pero aún quedaba lo mejor, subir las escaleras de entrada de artistas como algo normal, entrar saludando, no encogido, sino reconociendo ya las caras, como entrando a la oficina, directamente bajar los 3 escalones negros que separan el hall, del escenario y entrar allí.

Oler al Cervantes, ver el escenario, esas luces,  esa escenografía, esa calle. ¡¡¡ Guau!!! me he sentido pleno, pues era ver ese lugar, ya, como algo cotidiano, como parte de tu rutina diaria.

Y no se entienda rutina como algo negativo, todo lo contrario, como el privilegio de que el Cervantes sea tu lugar habitual y cotidiano. ¡¡¡ Qué suerte!!!

Entré, sin preguntar, me fui al primer palco y solté las cosas. Ese ya es nuestro espacio, el camerino común de los actores. 

Saludas a los compañeros, ya con cotidianidad, con cierto aprecio, te alegras de verlos, comentas cositas más personales. 

Ya estas en casa, tanto, como que hoy llevaba unos pantalones donde no me cabía el abanico, pero como ya conozco como funciona todo, pese a que está prohibido dejar cosas en las carras, escondí mi abanico en un lugar concreto donde sé que no molestaría y al que podía recurrir y quitar antes de que molestara. Ya controlas tu espacio como algo tuyo y no como algo prestado por el teatro, la productora o la regiduría y eso es bonito, y bueno para trabajar con comodidad.

Todo lo veía más seguro. Hoy las carras ya estaban forradas de cortinas negras. 

No lo sé pero hoy todo me ha encantado. 

En la parte con las 2 beatas me lo he pasado genial porque son estupendas y hemos cuadrado perfectamente todo. Entradas, salidas y un acting con saludos y juegos que queda estupendo. 

El acting me lo han recortado, porque el director ha dicho que  la figuración, claro está, no podemos cortar la escena y me han dicho que debo abandonar antes. 

Vaya, todo está marcado por las frases de las canciones,  siempre se han respetado las marcas y hemos cuadrado, pero supongo que por miedo a que el solista se adelante y nos pille en escena, pues debe dirigirse a nuestro lugar, nos echan antes.

Las escenas han seguido y me sentía tan, como en casa, que en uno de los descansos, pues no nos tocaba salir, me he puesto en el palco a empezar a redactar la programación de clases de teatro para el inicio del curso en MUS-E.

Necesitaba hacerla urgentemente y no tenía tiempo hasta que reaccioné y me dije:" ¿ Qué haces? Tienes a escasos 3 metros dos personas cantando zarzuela para tí, y éstas pasando de ellos." Solté todo y me senté en el suelo a mirarlos. 

Luego el descanso de las 20:00h.  Un descanso entre colegas,  comiéndome un dulce, hablando con los compañeros.

Hoy me he integrado más con ellos, además me preguntaron si era profesional. Un veterano respondió tajante, algo que me pareció precioso. Empezamos a hablar de la ESAD y como que se hizo un clic y desde entonces todo fluyó natural y muy guay.

La segunda parte de la jornada ha sido con el coro. Hemos ensayado la bulla. Todo ok. Por mi parte y la parte de la figuración. Ha salido muy bien y en las escenas donde se ha movido más el coro, ha habido indicaciones y parones pero yo estaba dentro tranquilo y hoy hasta eso me parecía bonito. 

Por cierto, le dije a uno del coro que estaba delante mia con una cacerola que tuviera cuidado porque podía darme. Su respuesta :" Pues ten cuidado tú". No sé si fue una broma o no, pero paso, el próximo día me cambio de sitio aunque rompa el cuadro pero no voy a estar desconcentrado, como he estado que incluso he fallado, para esquivar un golpe. 

Me lo he pasado muy bien, he disfrutado un montón, ha habido momentos de tranquilidad, lo tengo todo controlado pero lo mejor es trabajar oliendo al teatro Cervantes,  estar viendo constantemente la platea y el patio de butacas, precioso, tranquilidad, buenos compañeros,  seguridad y olor, olor al Cervantes ummmm.

Hoy no nos hemos librado y hemos salido a las 23:00 h. Eso sí con un poquito de lluvia. 


Jueves 21 de septiembre del 2023.