martes, 30 de abril de 2019

CERVANTES SE ENCONTRÓ CON MUCHA GENTE.


¡¡¡ LLENO ABSOLUTO!!!.

Es verdad que el aforo no era el del Martín Carpena, pero como dije antes,  en la entrada que hablaba sobre el previo, en un alarde de optimismo empezamos a poner sillas frente al escenario como locos, hasta que llegó un momento en el que paramos ya que nos estábamos pasando, puesto que actuar ante un auditorio vacío o medio lleno, aunque sea pequeño y aunque cobres a caché, deprime y no queríamos arriesgarnos a vivir esa sensación.

A las 11:20, cuando aún estábamos un poco a nuestra bola, llegó una mamá con su niña. Ellas tomaron asiento y nosotros nuestro lugar de actuación ( Natalia y Anai, frente a la mesa auxiliar recibiendo al público, y yo, Cervantes, al otro extremo de la habitación, sentado de espalda al público y leyendo un libro, por cierto, como cuando hago de Rafael Echavarría llevaba, debido a su portada negra y a su aspecto antiguo, mi libro sobre la biografía de Marisol. Esta vez como veía que la espera iba a ser larga, empecé a leer el libro de verdad, concretamente cuándo Marisol conoció a Antonio Gades). Todo auguraba que íbamos a actuar para dos personas, puesto que por lo que oía decir a Anai la hora del inicio se acercaba, no venía nadie más y ella le prometía a la mamá y la niña que habría función, menos mal que llegaron algunos más y de pronto oí:” Parece que se oyen pasos, ese personaje misterioso que esperamos parece que se acerca”. Me levanté y caminé hacía el público.

Cuando mi personaje saludó a los presentes, cosa que hago cuando ya llevo unos dos minutillos en escena, habían ocupadas unas 13 sillas, o sea, como la mitad.

Conforme el espectáculo fue avanzando, la puerta de la biblioteca se fue abriendo y fueron entrando más y más público. Como a los diez minutos de show, la entrada era de 28 personas y habíamos colocado 30 sillas , así que repito ¡¡¡ EL LLENO FUE ABSOLUTO!!!.

Este espectáculo de Encuentros con Cervantes, parece que es así, pues el año pasado ocurrió igual, parecía que íbamos a suspender y al final acabamos con más de la mitad del aforo ocupado.

Ahora viene una apreciación personal: ¿ Por qué? El viernes pasado cuando fui a ver Paquita y Amén estaba todo el aforo, unas 200 personas, vendido, pero a las 20:30, hora de inicio del show en la sala no habíamos ni 20 personas, todas llegaron como a las 20:45 y esto hizo que el show comenzara 20 minutos más tarde. Nosotros el sábado fuimos casi puntuales y por ello el aforo se llenó con la función ya empezada. ¿ Por qué?.

El público fue muy variopinto, en cuestión de edades, desde los 2 años a los 9 aprox. Y con ellos sus mamás y algunos que otros abuelos.

Desde el principio había como tres niños muy animados a participar en todo, pero conforme avanzaba la pieza fueron muchos más y al final todos participaron, menos los más peques claro está y alguno que otro más timidillo.

Es verdad que nuestra pieza, como bien dice su título es un encuentro con Cervantes, no hay una introducción, un nudo o un desenlace, simplemente es eso una serie de personas, en este caso niños y niñas que quedan con Cervantes para saber y hablar con él y este le va contando su historia.

Sinceramente, quitando el éxito de público, me está costando escribir sobre la función de ayer y no por nada malo o nada especialmente bueno, es más creo que ayer todo fue muy bien: la función salió perfecta, se dijo todo como había que decirlo, duró lo que debía de durar, hubo juegos, participación, risas, conexión entre nosotros y de nosotros con los niños, llegó el mensaje, o sea, todo perfecto pero a parte de eso no hay nada especialmente bueno, ni  especialmente malo que destacar, por tanto, no sé que contar.

Escribía esto durante mi vuelta en tren desde Torremolinos, pero lo que vais a leer ahora lo escribo en casa, viendo tv y tras la cena ¿ Sabéis por qué? Por la retroalimentación...

¿Conocéis mi relación con ella,  verdad?, pues necesitaba la opinión de mi compañera y amada "mamá teatral", Anai.
El año pasado, cuando acabamos la actuación de esta misma pieza, Anai estaba muy contenta,  eufórica y ayer la noté seria. Yo acabé muy satisfecho, pero al verla a ella tan seria, me empecé a comer la cabeza y hasta que no la he llamado y me he aclarado, no he parado. Así de inseguro soy yo.

Y ahora ya tengo más claro qué escribir y cómo, pues tanto Anai como yo, hemos llegado a la misma conclusión: Ayer todo salió muy bien, pero tampoco para que nos den el Max de Teatro. Lo que si sé es que yo me lo pasé muy bien, Natalia que adora a los niños, también, estos por sus carillas de ilusión y participación, también, las mamás por sus comentarios y risas también y hasta Anai que es más de teatro para adultos, me dijo que lo pasó genial. Así que eso es lo importante, porque como dije antes, la pieza, el personaje y la  historia en sí, tampoco es Pepa Pig.

Dónde lo pasé peor fue en la primera parte. Yo estaba en un rincón, de espalda y tanto Anai como Natalia hablaban con el público. Este me parecía, por sus comentarios, que tenía un nivel cultural excesivo y pensé que quizás la obra se le podía quedar muy corta y tenía miedo.

El monólogo se desarrolló tal como yo esperaba.

Quizás en algún momento perdí el personaje tieso o dulcifiqué la voz engolada, pero lo que no perdí fue la mano, que se mantuvo quieta sobre mi pecho. Todo un logro puesto que soy zurdo y era la izquierda.

El monólogo empieza con Cervantes escribiendo y sin mirar al público, esto creó una especie de separación o frialdad que rápidamente noté. Cuando saludé, se mantuvo la frialdad, pero cuando el personaje insistió en que los niños  lo saludaran más fuerte,  estos gritaron y la unión entre todos  ya fue total.

Con el monologo vinieron los juegos de interactuación: El del santoral que gustó a niños y mayores, aunque la otra vez gustó más, el de las diferencias de la sociedad antigua y la actual, que entendieron sobre todo los mayores y los del secuestro que  encantaron a todos. Se creó una fiesta y yo lo pasé genial. Aunque creo que lo conté un poco acelerado y le quité emoción, además una niña se nos asustó.
El último fragmento fue el más literario y quizá el más soso pero de ahí  pasamos a la tercera parte la representación del Licenciado Vidriera.

Apenas la habíamos ensayado, pero como hay unión, conexión, experiencia y conocimiento entre los tres actores salió redonda. No hubo parones, no hubo dudas, no hubo nada que destacar. Todo fue tal como estaba planeado y pese a los pocos ensayos jamás tuve duda de mi y mucho menos de mis compis, en todo momento trabajé superbién.

Quizá bajó un pelín el ritmo o la parte donde se convierte en cristal se entendió poco, pero los niños intervinieron, comentaron y en está parte pude improvisar bromas y una vez más me di cuenta de que tengo mucha capacidad de reacción.

La cuarta parte: Don Quijote; donde tras “publicitar” las distintas versiones que hay en la biblioteca, los niños nos contaron que sabían de él y la verdad que nos impresionó que para sus edades tan cortas sabían mucho de dicha novela. Después los peques, representaron dos fragmentos de la historia y fue entonces cuando me avisaron de que el tiempo se agotaba, así que me despedí.

Natalia vino a buscarme una vez que había salido de la sala, porque los niños querían fotos conmigo. Ese momento me gustó mucho, pues hubo muchas fotos, improvisamos, jugamos con la pluma de escribir y la espada, los niños me besaron y hasta una mamá apellidada Cervantes me pidió una foto, tras la sesión, salí al baño a cambiarme y la función acabó.

Todos nos lo pasamos muy bien, no fue de 10 pero si de 9 y….¡¡¡ EL LLENO FUE ABSOLUTO!!! ( "Tripito")
















viernes, 26 de abril de 2019

FELIZ CON CERVANTES, ANAI, NATALIA, MI MADRE, AMPARO, PILI, ANA, TOMÁS, PAQUITA, CONCHI...


Bueno estoy en el salón de casa, viendo tv, vengo de ver en la Cochera Cabaret; Paquita y Amén, espectáculo protagonizado por el humorista Tomás García y su abuela Paquita, que es ex vecina de juventud de mi madre. Han ido todas sus ex vecinas a verla para darle una sorpresa y la verdad que la pieza ha sido una gran experiencia y me ha alegrado un montón vivirla.

No solo me he reído, sino que ha sido bonito volver al pasado de mi madre y sobre todo ha sido toda una lección de vida, puesto que una mujer que ha sufrido fuertes golpes en sus 84 años, está llena de vida y como ella ha dicho es :"Muy feliz, feliz, feliz, muy feliz" Así que ya digo ha sido toda una enseñanza, que me ha hecho valorarlo todo mucho más, aprender a intentar disfrutar las cosas y a no andar todo el día pensando en cosas inútiles.

Hoy viernes, 26 de abril del 2019, ha sido un gran día y no solo por la lección aprendida, sino porque cuando volvía a casa, después de ensayar con Anai y Natalia en la Biblioteca Municipal de Málaga, para nuestro Encuentro con Cervantes de mañana a las 11:30, volvía, harto, satisfecho, como si me hubiera comido, yo solito, un buey asado entero con patas, cuernos y rabo.

Había tenido un ensayo impresionante, eran las 18:00 horas, y la " falsa" primavera en la que vivíamos, por fin había acabado y había llegado la real, hacía sol, el cielo estaba celeste y hacía calor.

No sé si fue por la primavera o por las dos magnificas horas de ensayo que había vivido, pero iba por la calle, como dije antes, satisfecho, pleno, disfrutando cada momento y aun medio atontado por el ensayo que habíamos vivido. No tenía tiempo porque había quedado para ir a La Cochera Cabaret, pero lo que deseaba era pasear por el centro, tomarme un blanco y negro puesto que la temperatura era muy alta y "capillear". No quería que este estado de paz, pasara, quería escribir aquí para poder expresar la situación exacta que estaba sintiendo, pero por falta de tiempo lo estoy escribiendo muy tarde, solo espero poder expresar, ahora, lo que sentía en ese momento.

Ha sido un día muy especial, porque hacía un año, leéis bien, ¡¡¡ Un año que Anai y yo no trabajábamos juntos!!! y eso no puede ser, así que hoy al volver a estar con ella, compartir con ella, ensayar con ella, fue volver a nuestra forma de currar, a seguir nuestro propio ritmo, volver a mi yo, a un lugar donde siempre se está bien y a sentirme como en casa, porque Anai es estar en casa y en familia.

Luego, hacía 9 meses que no entraba en la Biblioteca Municipal, y al entrar me han venido muchos recuerdos y muy buenos momentos  han vuelto a  mi cabeza y es que el pasado año vivimos, los miembros de Diantre Teatro casi tres meses allí.

Nos habíamos citado a las 16:00 en la puerta de la biblioteca. Yo me entretuve viendo en PTV a mi amiga Luisa, cocinar, y salí de casa a las 15:25 ( diez minutos más tarde de lo inicialmente previsto) no sabía si desplazarme en bus, en metro…No sabía que hacer para no llegar tarde. Al final sin darme casi cuenta, entre el sol, el buen tiempo, el calorcito y la energía primaveral, eché a andar y sin ninguna molestia al caminar y a buen ritmo, a las 16:01 llegaba a la puerta, donde me esperaba una Anai que jugaba con una espada de plástico.

Nos impresionamos por nuestra magnifica puntualidad y entramos, hablamos con el personal de recepción del local, para anunciar nuestra llegada, luego nos hicimos fotos con el cartel, subimos a pie, anunciamos de nuevo nuestra llegada a otro equipo de recepción y entramos en la sala infantil donde actuaremos, soltamos todo y empezamos, entre Anai y yo, a montar todo y fue en ese momento donde me sentí desprotegido.

Hubo un momento, bastante intenso donde me sentí, solo, desvalido y con un poco de vértigo. Estábamos los dos solos ante el peligro, ahora los dos teníamos que decidir todo, solucionar problemas , apoyarnos, darnos ánimos y defender nuestro trabajo solos. Esta vez no teníamos a nuestro apoyo, a aquel que da consejos, que ayuda, que decide, aquél que durante muchos años ha estado ahí para ayudarnos, nuestro director: Salvi.

Es verdad que rápidamente y casi sin pensar nos pusimos a trabajar y colocar la escenografía, fue entonces cuando le hice a Anai la siguiente broma:" Es nuestra primera pieza solitos, nos hemos independizado de papá". Fue una broma, pero realmente sentía eso: El orgullo y la emoción de hacerlo solos, de demostrar que podíamos, era una especie de madurez, por otro lado la presión de pensar de que todo debe salir bien, para que Salvi se sienta orgulloso de nosotros y sobre todo estaba melancólico, echaba de menos su capacidad de decidir, de crear, sus bromas, su cariño, su apoyo y la fuerte energía que nuestro dire crea a su alrededor.

Como sabéis con Anai no se viene a jugar sino a trabajar y eso hicimos; montamos la escenografía, sacamos y visionamos el atrezo, le expliqué a Anai algunas novedades y cosas que se me ocurrieron ayer en el bus, mientras repasaba el texto, que pueden dar más vida a la pieza, bajé un momento, para pedir un panel al equipo de mantenimiento y comenzamos a ensayar.

Hicimos todo mi monologo, completo, con las intervenciones de Anai o Natalia. Esto me sirvió para asegurarme, a mi mismo, que me sé el texto y que tengo al personaje pillado. ( Eso si, había ensayado como si fuera manco de la derecha y la que perdió era la izquierda.)

Luego buscamos libros de Don Quijote por las estanterías, hablamos con unos niños que había por allí, hablé por teléfono con mi sobri y apareció "Natalacita" roja.

Era la hija de Anai, Natalia, nuestra otra compi, que venía más tarde por su agenda laboral y que apareció con un canasto bajo el brazo, lleno de atrezo.

Sin apenas dejarla respirar, Anai la puso a trabajar, ordenamos el atrezo y a las 17:02 comenzamos a hacer un pase completo de la pieza: Saludo, monologo interactivo de Cervantes y teatro de El licenciado vidriera. Al  acabar miramos el reloj y eran las 17:45, aun nos quedaban 15 minutos por ocupar.

Natalia se disculpó pues había corrido mucho y no se había parado en detalles, yo le dije que había hecho lo mismo, así que creo, con toda seguridad, que mañana llegamos a los 60 minutos, pero por si acaso, hicimos la representación compartida entre nosotros y el público de la obra de Don Quijote de la Mancha.

Al acabar ya si eran las 18:00, dimos algunas indicaciones y concluimos el ensayo.

Yo tenía calor, pero  ya digo estaba contento, porque necesitaba esos dos pases para afianzar ese texto que apenas había repasado, o estudiado en estos días previos. Me dio alegría actuar con un personaje distinto, saber que lo recordaba todo, texto e impronta del mismo, que lo mantuve sin cansarme y que mañana ¡¡¡ Vamos a pasarlo genial!!, y eso a estar alturas de la película gusta sentirlo. Además ensayaba pensando en toda la biblioteca abarrotada de público.

Lo pasé bien y sobre todo aprovechamos el tiempo, porque montamos, desmontamos e hicimos dos pases casi completos en menos de dos horas.

Al acabar volví a bromear con Anai sobre nuestra emancipación; pero realmente me sentía emocionado, echaba de menos a Salvi, estaba orgulloso por haberlo hecho solos, contento porque había salido bien y porque mañana íbamos a disfrutar.

No sé si mañana irá mucho publico o no, si lo pasarán bien o no; pero si puedo decir que en plena campaña electoral donde las encuentas son tan importante, nosotros hemos hecho una y según el resultado, hemos probado en un 100%, puesto que los pocos niños que han entrado en la  biblioteca se han parado a mirarnos y los más peques a reírse.

Y así llegamos al fin, lo preparamos todo, nos despedimos de Encarna, organizadora de estas actividades, que nos ha brindado mil y una ayuda y muchos consejos, tras eso hemos salido y fin mañana a "Cervantear."




jueves, 25 de abril de 2019

CON AGRADECIMIENTO Y VERGÜENZA VESTIMOS A DON MIGUEL.


Después de muchas idas y venidas, vueltas a la cabeza y consejos de Gloria, Cisco y mi madre, el Domingo de Resurrección, 21 de abril del 2019, le escribí a Eduardo Nieto, para ver si me podía alquilar el traje de aguacil que el posee desde que hicimos Don Juan Tenorio y que da el pego para el personaje de Cervantes.

Con esta, es la tercera vez que hago de Cervantes. La primera fue para un cole, en el 2016, y me apañé un traje/ disfraz más pedagógico y cómodo que otra cosa. Para la función del año pasado en la biblioteca (abril del 2018) le pedí el traje a Eduardo y este me lo prestó, pero para esta ocasión me daba mucha fatiga pedirlo, así que lo pensé mucho, lo consulté más y el resultado fue: Pedirle presupuesto para alquilárselo.

Así se lo hice saber el domingo. El mismo domingo me contestó diciendo que me lo prestaba pero que no me lo alquilaba.

El martes, 23 de abril del 2019, me telefoneó para concretar la fecha, hora y lugar de entrega, algo muy complicado, puesto que nuestras agendas son un desastres para coordinarlas.

Al final quedamos en su almacén de vestuario, ayer, miércoles 24 de abril del 2019, a las 21:00. Una hora antes me telefoneó que si podía ser a las 21:15 y más tarde apareció sobre las 21:25. Venía de mil reuniones y el pobre sacó tiempo para hacerme un hueco y prestarme, GRATIS, ya que dijo que de alquilar nada, parte del vestuario de su empresa, así que: ¡¡¡MUCHAS GRACIAS!!!

El encuentro fue cuestión de segundos, o sea, llegamos al minuto y cuarenta segundos, como mucho.

Yo llegué a las 21:15 en punto, no quería hacerlo esperar, a las 21:18, le escribí por si estaba allí y yo no lo había visto. Me llamó por teléfono, para informarme que iba en el coche, y comenzamos a hablar de Semana Santa, la verdad que el tema era muy interesante, pero él andaba conduciendo y no lo quise molestar.

Nos prometimos continuar la conversación en directo, pero luego fue llegar, saludarme, entrar al almacén, buscar en un armario la ropa, entregármela, darme una bolsa, guardarla y fin. Salimos y venían unas personas a entregarle un vestuario y tuvimos que despedirnos, así que la entrega duró nada, pero lo bueno es que ya tengo el vestuario de Cervantes.

Si sois seguidores del blog, sabréis que he engordado un poco, mucho. El año pasado, el traje que me prestó Edu, me estaba justito, así que, esta vez le he pedido una talla grande, creo que me dio la más grande que tenía.

Yo estaba agotado, me encontraba en plena post- Semana Santa y tenía la ilusión de que llegaría pronto a casa. Lo hice, pero llegué y como no quería sorpresas de ultima hora, me probé la ropa. De ancho me está perfecto pero de largo... me está enorme y estuvimos pensando mi madre y yo como arreglarlo.

Entre eso, que la coloqué bien, me hice fotos y preparé las cosas para el día siguiente me puse a cenar a las 23:00. ¡¡¡ Joooo!!! Adiós al descanso.


miércoles, 24 de abril de 2019

EL DÍA DEL LIBRO CON CERVANTES.


El día del libro, martes 23 de abril del 2019, lo he celebrado, bueno lo hemos celebrado Anai, Natalia (nuevo miembro temporal de Diantre Teatro y espero que sea permanente) y yo, escribiendo nuestro propio libro.

Es un libro especial, porque es un audiolibro, bueno más bien es un "moviaudiolibro",  porque lo que hemos escrito será dicho, movido por nosotros, y oído por el publico. Callaos es que ahora que lo pienso, lo que hemos escrito no lo hemos hecho para que sea leído, sino para ser representado, así que de libro nada, hemos escrito: un guion y concretamente el guion de Encuentros con Cervantes que representaremos el próximo sábado en la Biblioteca Municipal de Málaga.

Esta pieza ya la hicimos a finales de abril del 2018, pero no poseíamos en nuestras manos, un guion del texto, puesto que la vez anterior que la representamos la acabábamos de montar y ensayar con Salva y él es mucho de improvisar y poco de escribir. Él con su creatividad monta grandes cosas de la nada. Pero ahora él vive en tierras catalanas y nos ha dejado solitos a Anai y a mi, por tanto, como nosotros somos más cuadrados, empezamos la casa por los cimientos, o sea, por la creación de un guion.

Antes de seguir os contaré que este espectáculo se divide en 5 partes, una de saludo y otra de despedida que son más improvisada por Anai y Natalia, la segunda es un monologo sobre la vida de Cervantes que yo escribí y representé hace años, donde se interactúa con los niños, la tercera que es una representación teatral pura y dura de la pieza El licenciado vidriera y la cuarta  es una versión libre de Don Quijote que contamos entre todos, con la ayuda de los niños.

Quedamos a las 11: 30 en casa y como todo un héroe; madrugué y me fui al gym, llegando a casa a las 11:32 y tres minutos más tarde lo hicieron Anai ( que iba muy guapa) y Natalia. Directamente nos fuimos a la salita de casa y como dice el refrán :" De casta le viene al galgo", si Natalia es curranta, sabemos de donde le viene, de su mamá. Porque llegamos y sin a penas hablar, repartí folios, bolis y Anai  dijo que nos pusiéramos a trabajar, ya, y eso hicimos.

Planteamos el saludo inicial y luego empecé a decir, rápido y sin entonación mi monologo, mientras iba dando indicaciones de donde estaban las interactuaciones con el publico y que debían hacer o decir Anai y Natalia. Yo iba tirando de recuerdos de la vez anterior y ellas escribiendo lo que yo les decía que tenían que hacer.

Hecho esto, pasamos a la parte con más intríngulis; crear el guion de la pequeña representación del Licenciado. Esta pieza data originalmente de 1613, en febrero del 2016, yo leí una versión resumida de no sé que año y saqué mi propia versión para títeres, en abril del 2018, conté está versión a Salva y él sacó una versión teatral para tres actores y el martes yo recordé dicha versión, mientras Anai la apuntaba y adaptaba a un lenguaje más clásico, luego se llevó esa versión, escrita a mano, a casa, para hacer una nueva versión más poética y escrita por ordenador. ¿ Creéis que queda algo de lo creado por Don Miguel? Pues sí no os preocupéis, que en esencia queda todo.

Pues como sabéis y hablando de esencia, la de Diantre Teatro era el teatro y la gastronomía, pues bien, mientras hacíamos nuestra versión, de la versión, de la versión, etc. Mi mamá nos subió un platazo con queso, salchichón y jamón decorado con almendras y otro de patatas y piquitos. Nos pusimos finos la verdad.

Así el trabajo se nos hizo más breve y llevadero. Acabado el guion, hablamos sobre lo del Quijote pero eso y gracias a Teatrobus, Natalia y yo lo controlamos a la perfección.

Después de organizar un poco los horarios, los planing, las agendas, el atrezo y demás, Anai, siempre prudente al cien por cien, quería marcharse, porque sabía que en casa almorzamos temprano, pero yo le pedí hacer un repaso de todo.

Eran muchas ideas sueltas las que habíamos puesto sobre la mesa, creo que quedaron muy claras, pero... yo quería asentarlas. 

Este es un teatro vivo, nada de texto aprendido al cien por cien, además el peso lo llevo yo y sé que lo controlo, pero era bueno asentar las ideas y así lo hicimos.

Todo repasado y organizado, ellas se fueron y yo me quedé en casa para almorzar. Almorcé contento tras un trabajo bien hecho, sin perder el tiempo y atentos al cien por cien. No está muy ensayado, no vamos  ensayarlo mucho más, ni quiero, lo que quiero es vernos los tres ya frente al toro, porque somos un gran equipo y hace casi 14 años que no compartimos escena los tres.

Eso sí pasamos el día del libro, escribiendo, leyendo y versionando a Cervantes.








viernes, 12 de abril de 2019

TIN TIN.... TIN.


(Leer el titulo como el sonido de la campana de un trono.)

Levanto mi trono de la Semana Santa, de la fe, de la familia, de las vacaciones, de la devoción, de mi semana y la de mi hermano.

Se que hay quien lo entiende y quien, no pero yo a no ser que me llame Pedro Almódovar para un papel, cierro este blog hasta después de Semana Santa y ahora a disfrutar.


jueves, 11 de abril de 2019

PROYECTO DE PELICULA DE SERGIO "EL VALIENTE".


Y el lunes 1 de abril del 2019 me llevé una extraña y gratísima sorpresa. Ya hacía algunos días que había visto que alguien de Málaga buscaba actores y actrices para rodar un largometraje y Sergio Sánchez lo tenía en su Facebook, la verdad es que no le hice mucho caso, pero ese lunes, me llegó el mismo mensaje a un grupo de Whatsapp que tenemos de actores y equipo técnico de un falso documental que hicimos con Joruga y esta vez me di cuenta de que el que buscaba los actores y el que iba a dirigir su primer largometraje era Sergio Sánchez.


Yo no sé si seré buen o mal actor, lo que sí sé es que tengo un instinto para pillar a la gente rápidamente, ahora como vidente, futurista o brujo no voy a ganarme la vida, eso lo tengo claro.

En la pasada edición del Festival de Cine de Málaga me  encontré muchas veces en actos, pases, ruedas de prensa e incluso nos fuimos un día a tomar algo, con Sara, Jon Rivero y Sergio Sánchez, los veía a todos con ímpetu, con ganas, con ilusión de hacer cosas, menos a Sergio. A Sergio lo veía ya asentado como un trabajador de un banco, que hace cortos por afición pero que ya no tiene esa ilusión de dar el gran salto, así que cuando me enteré que estaba buscando actores para hacer una peli, me emocioné muchísimo y la verdad que me dio mucha alegría por ser tan valiente. Siempre he considerado a Sergio un gran profesional y que ahora se meta a hacer eso me pareció fantástico.

Pedía actores, actrices, fotos, currículum, videobook...


Yo cuando iba al cole del Puerto de la Torre y mientras esperaba el autobús,  le escribí, quería participar en ese proyecto. Aunque no fuera remunerado creo que  merece la pena. Yo conozco a Sergio desde el segundo corto que hice y después he colaborado en muchos cortos con él.

Le dije que quería participar en este proyecto, le pregunté si era necesario mandar mi material, entre otras cosas porque mi videobook lo ha hecho él, me dijo que no, pero que le diera el correo para meterme en una lista de difusión, porque tenía que pasar el casting ya que quería ver a los actores haciendo distintos papeles y comprobar la interactuación de unos actores con otros.

Creo que va a ser una película donde los actores van a tener que trabajar y pasar por distintos registros. Cuando le pregunté que si  tenía algo pensado para mi, me respondió :" Algo si.." supongo que no será muy grande, pero me da igual.


Después de tantos años trabajando juntos, es cierto que la amistad con Sergio sigue intacta desde la primera vez que trabajamos,  pero en cambio la relación laboral ha bajado mucho y aunque mis dos últimos cortometrajes han sido con Sergio, es verdad, que llevamos mucho tiempo sin trabajar y él se ha buscado otro elenco de actores fijos.

La verdad, que me da igual que no sea remunerado, me da igual si el papel es corto o largo, etc. Lo que tengo es gana de hacerlo, pero eso sí como me ha enseñado mi hermano, sin expectativas, lo que tenga que ser será.



CERVANTES YA TIENE SU PROPIO CARTEL.



Como sabéis, el próximo sábado 27 de abril del 2019, estamos en la Biblioteca de Málaga,  realizando nuestros espectáculo didáctico Encuentro con Cervantes y por petición de ellos. Pues bien, una noche, Tonia la directora de la biblioteca, me mandó un Whatsapp donde me pedia una foto vestido de Cervantes.

Y al día siguiente, sábado 30 de marzo del 2019, me mandó este cartel anunciador diseñado por ella.

¿Os gusta? Es muy sencillo lo sé, pero a mi me gusta, me parece coqueto, y acostumbrado a los carteles que solemos tener,me parece una maravilla.

Es cierto que he tardado en publicarlo pero este es que hasta que no escribiera la crónica de Las cenas de las emociones en Granada, no quería publicar el resto, pero ya lo tenéis aquí.

Ahora, tras Semana Santa, nos espera un duro trabajo para recordar y recuperar este espectáculo. 


miércoles, 10 de abril de 2019

COMPRADO ABRIGO PARA DON JORGE LORING.


Este verano como ya sabéis, el pobre vasco , Rafael Echevarría no pasará el verano en su finca de la Concepción, pero si lo hará el otro propietario de la misma, el malagueño Jorge Loring. 

Aunque aun no sé las fechas concretas en que este señor, Marqués de la Casa de Loring, abrirá, concretamente, las puertas de su casa a sus visitantes, ni el texto que dirá, ni donde, ni con quien actuará, entre otras cosas, porque en la ultima reunión que tuvimos el pasado viernes 29 de marzo del 2019, pasó algo mágico, como siempre.

Siempre os he dicho que el jardín tiene magia, pero la magia puede ser blanca o negra, y esta vez fue negra, porque resultó que un@ compañero@, se dedicó a desdecir todo lo que se habló en la última reunión y más concretamente todo lo que yo decía. Negó desde mi lugar de actuación, al contenido de mi texto, a las relaciones con el resto de personaje, a la psicología de Jorge, todo era dudado, juzgado y por supuesto sentenciado, sin sentido, en mi contra. Por todo ello, desconecté y como digo no tengo claro nada de nada, solo que debo buscarme un abrigo largo.

Y el pasado lunes 1 de abril del 2019, cuando salí de trabajar del cole del Puerto de la Torre, e iba caminando a mi tradicional visita cofrade, pasé por la tienda de ropa de segunda mano de San Juan de Dios y junto a dos dependientas magnificas, cariñosas y vivarachas, una de ellas por cierto, madre de una actriz, me probé cuatro abrigos negros y al final me compré uno por 10 euros.

Así que Jorge Loring no sabe nada de este verano pero al menos ya tiene abrigo.

Por cierto, lo mejor fue la respuesta que me dieron cuando pedí autorización para comprar el abrigo o no.

 ¡¡¡ Ay Señor, señor que paciencia, genera esta profesión!!.



VIAJANDO A GRANADA... ¿ A QUÉ HORA?.


Esa mañana de sábado, 30 de marzo del 2019 me había levantado sobre 10:00, había ido al gym y luego a casa a preparar mi equipaje y mi vestuario para el viaje a Granada, puesto que esa noche actuaba en el Hotel Urban Dreams con Saborearte y La cena de las emociones.

Hasta las 13:30 no salía la expedición, con mis compañeros, desde Benalmádena, así que me recogerían sobre las 14:00. Cuando estaba a punto de ponerme a almorzar, una comida especial que mi madre me había organizado debido a mi temprana hora de comer, me llamó Raúl comentando que debido a un percance ajeno a la organización, me recogían más tarde.

Pero me recogieron tan tarde que al final me dio tiempo a almorzar la paella que preparó mi padre, a ver al resto de mi familia de almorzar, de cotillear con mi sobrina y hasta de ayudar a recoger la mesa.

Cuando ya estaba todo recogido y disfrutaba de la sobremesa en el salón de casa con mi hermano, mi madre y mi sobri, me escribió Paula informando que pronto me recogerían.

Al final cuando llegué a la cita ya estaban todos allí esperando, llegué tarde puesto que a Paula se le olvidó avisarme cuando partieron y lo hizo cuando ya estaban de camino.

Esta vez vestido de verano, aunque todos decían que hacía frio, yo estaba cocido, emprendí el viaje en el coche junto a Elena.

Íbamos mucho más tarde de lo previsto, pero a mi el viaje se me hizo corto, pues Elena iba muy despacito y podía disfrutar de unos paisajes súper verdes, parecía el norte y de una conversación muy amena.

No paramos de reír en todo el camino y de hablar porque hablamos de todo; de recuerdos, familia, problemas, miedos, sueños, profesión, temas picantes, ropas, canciones de todo. Hasta de croquetas hablamos y hablando de ellas entramos a Granada.

A mi es que Elena me genera mucha paz y muy buen rollo.


LOS PREVIOS SI BREVE DOS VECES BUENOS.


Entré a Granada en coche, con Elena,  hablando de croquetas familiares, paramos en la puerta del hotel, abrí el maletero, saqué varias bolsas con atrezo, mi mochila y entré. Lo primero que me encontré fue la sonrisa del recepcionista que me saludó y recuerdó mi personaje y mi miedo a las alturas, no sé el nombre del muchacho pero es "el chico amable del hotel".

Con esa sonrisa di comienzo oficialmente al previo de Las cenas de las emociones en Granada el sábado 30 de marzo del 2019. ¿ Se puede pedir más? Pues sí se puede, entrar al comedor donde se realizaría la función y encontrarte a Emi acabando de limpiar la sala. Ahí ya los besos, los abrazos, los chistes, las bromas y el cariño lo ocupó todo, otra grande. Es como una madre para nosotros, dándonos cariño, apoyo, piropos...

Ya es la tercera vez que actuamos en el hotel Urban Dreams de Granada, el trato siempre ha sido muy bueno, pero ahora es como estar en casa, el hotel ya es nuestro hogar y su personal parte de nuestro equipo y de nosotros. Allí nos movemos con libertad, ya que conocemos todo y a todos.

La verdad, que fui descargando un poco nervioso y no sé por qué, pero Emi con sus bromas y sus comentarios me relajó y me hizo pasarlo bien.

Nos dijeron de descargar todo el atrezo y dejarlo en un pasillo, pues el comedor andaba mojado, pero a reglón seguido la orden cambio y nos dijeron de guardar todo en el comedor y eso hicimos.

Mientras Raúl ultimaba todo: habitaciones, parking etc. Paula y yo nos dedicamos a montar un elemento escenográfico que es necesario montar en cada actuación, a medio montar, Raúl nos pidió que mejor subiéramos a las habitaciones para soltar nuestras cosas.

Yo cargué con mis efectos personales y mi vestuario y subí a mi habitación, la 110, en la primera planta. ¡¡¡ Gracias Elena y Raúl!! Esta vez compartía planta con ellos dos y habitación con Sergio, nuestro apañado técnico de sonido. Llegué, lo saludé, solté mis cosas, arreglé el maquillaje y vestuario, nos pusimos al día en nuestras vidas y bajé a montar. Él se quedó pues tenía un pie chungo.

Por cierto, nuestra habitación tenía patio, era una chulada.

Cuando ando de viaje, necesito tener un lugar, un espacio que sea mío, sino me siento un poco desubicado, por tanto, cuando ya me hice con la habitación y acomodé todo, me bajé mucho más seguro a ayudar.

Cuando bajé Elena y Raúl ya estaban en el comedor. Junto a Raúl terminé de montar la estructura que Paula y yo habíamos comenzado a montar. Quizá sin seguir un orden protocolario pero la habíamos montado bien.

Montada, llegó mi compañera Paula de descansar y entre ella, Elena y yo, nos dispusimos a decorar dicha estructura y claro ya os lo podéis imaginar, risas, bromas, cachondeos y pasarlo bien o muy bien, en dicha estructura no nos veía nadie y nos dedicamos a gamberrear. Los últimos retoques se los dimo entre Paula y yo.

Sobre las 18:00 lo más complicado, que es la estructura, ya estaba acabada, el atrezo de cada actor ya venía ordenado de casa, debido a un gran invento de Raúl, con lo cual no hubo que ordenar nada y el resto de atrezo ya estaba desempaquetado, pero sin colocar pues este se pone a ultima hora, vamos en dos palabra que sobre las 18:20 lo teníamos todo concluido.

A esa hora, Sergio se encargaba del tema del sonido con el chico del equipo, Antonio,  director comercial del hotel, se encargaba con sus camareros de organizar y montar las mesas, así que nosotros no teníamos nada más que hacer.

Como nos sobraba tiempo y Raúl no había podido preparar la documentación de los comensales, lo ayudamos entre Elena, Paula y yo. Pero en plan relajados, sentados en una mesa, de charla, de bromas, disfrutando del momento y de la compañía.

En dicha mesa Elena me dijo que al final mi propuesta de venir más tarde a Granada había sido una buena idea, pues estábamos con mucha energía.

El plan original era llegar muy pronto, montar, almorzar allí, descansar, ultimar todo, luego arreglarnos, cenar y actuar, yo les propuse que ya el hecho de madrugar, almorzar fuera, dormir siesta y tal, implica pasar todo el día en la calle y esto hace que vayas perdiendo energía, perdiendo visión de lo que vas a hacer y llegar a las 21:00, casi once horas después de iniciar la jornada, agotado.

Mi propuesta era salir tras el almuerzo, de modo que cada uno se levantara cuando quisiera, comiera lo que quisiera. Con la antelación necesaria para que nos diera tiempo a viajar, montar, descansar un poco, prepararse y actuar. En total echar unas cinco horas y llegar a la actuación arriba de energía. Al final se probó mi plan y aunque se atrasó respecto a lo planteado originalmente, llegamos con tiempo para todo y bajar con ganas de actuar y de comernos Granada, por lo visto y según me dijo Elena en esa mesa, había sido una buena idea, de hecho Raúl se fue a descansar y ducharse tranquilo mientras Elena y yo nos quedamos aun un rato mas ensayando y charlando en el comedor.

Al final Raúl nos esperó y sobre las 19:15 ya estábamos todos en nuestras habitaciones  con hora y pico para descansar, ducharnos, vestirnos y bajar a cenar.

Yo como ya os he contado muchas veces, aunque me sé el texto y sé que me lo sé, necesito asegurarlo, así que ese tiempo de descanso lo utilicé para salir al hall de nuestras habitaciones y repasar el texto completo. Pero no sé que me pasó, me puse nervioso, tenía lagunas y preferí parar porque ese repaso me estaba viniendo fatal.

Así que entré en la habitación me puse a charlar con Sergio, organicé todo, me duché oyendo La gata bajo la lluvia por cierto que me duché con agua que provenía de la misma Sierra Nevada, ¡¡ QUÉ FRIA!! No atinaba con el agua caliente y cuando lo hice me iba a pelar la piel.

A medio vestir salí a maquillarme mientras hablaba con Sergio. Debido a mí miopía no me veía bien y creo que me puse muy subido de todo. Por cierto, estrené por fin esponjitas. Me vestí y me baje con Sergio a cenar. Esta vez decidí bajar a cenar con mi sudadera y con los pantalones y zapatos de Víctor, no me quise poner el resto del vestuario. Así podía comer más cómodo puesto que la ropa de Víctor me está un poco estrecha y sin el miedo y la incomodidad de mancharla.

Aunque nos habían avisado para que bajáramos cenar,  cuando llegue al comedor solo estábamos Paula y yo y a ambos nos dio fatiga atacar el buffet, por cierto repleto de chinos que también estaban cenando, así que esperamos para empezar a que  llegaran Elena y Raúl. En ese mismo momento fue cuando llegó mi amigo David que venía como ayudante y oyente de la pieza. Elena y el hotel lo invitaron a cenar y él aceptó. Gracias.

Nunca me ha gustado mezclar amistades de distintos ámbitos y ahí estábamos compartiendo mesa y mantel: mi amigo del alma, mi jefa, amiga y ex compañera de la ESAD,  mi compañera de trabajo y yo.

Fue una situación un poco extraña para mí,  pero menos mal que ahí estaban Elena y Paula que hablan por los codos e integraron a David desde el primer momento. Menos mal porque si no yo….

La cena, como siempre riquísima, pero poca, ya que antes de actuar no se puede comer mucho si no hubiera arramblado con todo el buffet. El risotto estaba impresionante.

Esta vez no se me rompió ninguna prenda del vestuario, por tanto no fue necesario pedir en recepción ni hilo ni aguja, pero si me hacía falta un bolígrafo para mí presentación y fui a pedirlo. El chico amable de recepción estaba deseando dármelo pero no podía pues estaba atendiendo a una pareja. Formada por dos personas de esas qué hacen las preguntas escalonadas y cuando el muchacho amable le había respondido una pregunta e iba a darme el bolígrafo comenzaban con otra y así hasta cinco veces. Menos mal que no iba vestido de Víctor puesto que los comensales ya estaban empezando a llegar.

Con mi lápiz amarillo, ya que no era  bolígrafo, el fui al comedor deseé mucha mierda a mis compañeros y comencé mi soledad.

Esta vez la soledad no fue tal por tres motivos; primero porque estuve muy poco tiempo solo ya que en la espera del bolígrafo,perdí mucho tiempo y subí muy tarde, segundo porque está soledad no me dio tiempo a calentar o concentrarme ya que me estuve lavando los dientes, retocando el maquillaje, echando perfume y terminando el vestuario de Víctor y por último no fue soledad porque no estuve solo; mi amigo David me acompañó en este momento. Me encantó tenerlo a mi lado en ese momento de intimidad.

Pasado un tiempo le pedí que me hiciera unas fotos y que me dejara solo, pero tampoco hubo soledad porque cuando estaba escribiendo una entrada en Instagram me avisó Elena que comenzaba la función.

En resumen que vivimos un previo que duró la mitad de lo que estamos acostumbrados. Trabajamos sin parar, eso sí, sin prisas, pero tampoco con pausas ya que no pensamos cada movimiento sino que lo hicimos,  además nos dio tiempo a descansar y lo más importante a llegar a la función con muchísima energía y con 0 cansancio, así que repito, un previo si breve  dos veces bueno.

PD: Las fotos son del sábado 30 y del domingo 31 de marzo del 2019.


EL DAVID Y EL GOLIAT DE LAS EMOCIONES.


"Por cierto, me ha encantado la presentación que habéis hecho, muy 
buena. Enhorabuena".

" Lo estoy pasando de puta madre".

" Vamos Víctor que eres el mejor de todos."

Estamos a lunes, 1 de abril del 2019, estoy en el Puerto de la Torre, esperando que den las 17:00 para empezar a trabajar, hoy es un día duro porque será en el que decida si vamos o no al IX Festival de Teatro Infantil de Málaga y ahora mientras espero, empiezo a escribir la crónica de Las cenas de las emociones, celebrada el pasado sábado 30 de marzo del 2019 en Granada.

He tardado en empezar a escribir, pues sí, primero porque  ayer estaba agotado y no era persona para hacerlo y segundo, porqué aunque yo siempre defiendo que hay que escribir recién acabada la función, esta vez he querido dejarlo reposar, porque el sábado viví tantas emociones y tan diversas; unas positivas, otras no tanto y no sabía ni cómo ni por donde empezar.

Lo que si me planteé en plena actuación, fue que la entrada la iniciaría con esas frases, todas fueron dichas por comensales de la cena y me las dijeron durante el transcurso de la misma y en ellas hablaban de mi trabajo. Las pongo así, como las típicas criticas que se suele imprimir en los carteles de las pelis porque quedan chulas. Recuerdo qué comensales y cuando me las dijeron y también recuerdo alguna que otra más, pero no puedo ponerlas o dar detalles para no hacer spoiler.

Me pasó como cuando tengo que hacer de Don Rafael Echevarría en el jardín Botánico, los días que caliento y preparo mucho el personaje me sale regular, y cuando paso de Lolo a Rafael en un segundo me sale mucho mejor, pues el sábado me ocurrió igual. Acababa de quedarme solo, estaba con el móvil haciendo una entrada en Instagram, cuando me llegó un Whatsapp, donde me avisaban de que empezábamos, acabé de subir la foto a Instagram, contesté el Whatsapp y mientras quitaba los datos al móvil y me lo guardaba en la chaqueta, escuché al personaje de Elena llamándome, así que sin tiempo a calentar, entré a escena y la verdad que esta vez salió perfecto. Me sentí muy tranquilo y dentro de Víctor Ferrara desde el segundo uno, dije todo lo que tenía que decir y con total seguridad, andando entre el publico, mirándolo a los ojos y sin trabarme. Mi personaje enganchó, dio claro su mensaje, disfrutó y disfruté.

Acabada la presentación donde me sentí feliz, contento, con la sensación de un trabajo bien hecho y con ganas de seguir, entré con mis compis. El público me había dado mucho calor, yo había tenido una relación muy estrecha con ellos y todos habían creado su propia relación con Víctor. Una vez dentro,  preparé todo, me concentré y comenzamos.

Debo decir que la escena 1 la disfruté muchísimo, sonó como debía sonar, fue tal cual estaba planteada y pese a momentos de cierta inseguridad, lo pasé genial, porque no estaba” haciendo como…” sino que estaba viviendo de verdad.

La escena 2 fue por el estilo, actuar con Raúl siempre es un placer y esta vez  pues también lo fue. Él es de los que se crece en escena y cuando tiene al público delante lo da todo y el pasado sábado lo dio. Además en nuestra escena el público ya estaba arriba, y eso que era la segunda, por tanto este también lo dio todo durante nuestra actuación.

Es interesante comprobar que cada publico es distinto, mientras que al de Córdoba se le podría denominar como el profesional, porque  se comporta como tu le demandes en cada momento, el de Granada nos ha demostrado, ya en tres ocasiones, que es el público disfrutón, ellos van a pasarlo bien, se integran mucho en la historia, pero tanto, que no para de comentar, reír o hacer bromas de lo que sucede en escena, cosa que a mi me cuesta controlar.

Esta pieza no te permite interactuar con el público fuera de lo establecido, así que aunque los granainos nos dan armas para jugar con ellos, nos tenemos que callar y a mi eso me da pena porque me encanta improvisar y jugar. Ya digo en la escena 2 no pararon de comentar y reír con nuestra actuación, pero al final de esa escena 2, esa noche de ensueño y estrellada, donde todo rodaba solo, a un ritmo perfecto y de forma fácil,  se  oscureció, apareció Goliat, ese gigante bíblico que lo hacía todo difícil, el cielo se llenó de nubes. Ya había aparecido ciertos amagos de eso en las dos primeras escenas, pero en el final de la 2 Goliat se hizo presente.

Ese gigante se plantó ante nosotros como un muro inmenso, enorme, duro e infranqueable. Yo varias veces corrí hacía él para vencerlo pero me di de bruces en el suelo. Eso me dio mucha inseguridad, mucho miedo, hubo un momento en el que sentí que todo se nos podía ir al traste, noté como mi personaje, la situación y todo se me iba de las manos, intenté reponerme, pero me estaba siendo difícil y me costaba retomar.

Llegó un momento en el que lo pasé francamente mal y empecé a sentir miedo de actuar.

En las siguientes escena o no salgo o salgo poco, estas son la 3, 4 o 6.

Con la escena 5 volví a reunirme con Raúl y de nuevo la conexión y la unión fue total. Esta salió muy bien pero yo continuaba con miedo.
Pero ese limbo, acabó. Esa sensación de miedo, de inseguridad, de andar sin suelo donde apoyarte, desapareció, cuando llegamos a las escena 7. Siempre suele salir bien y esta vez no fue una excepción, al acabar Elena nos dio la enhorabuena y yo la disfruté al máximo. Hubo una conexión entre Paula y yo muy buena, esta escena es muy alegre y nosotros nos dejamos llevar.

Tras la 7, la 9, en la 8 no salgo. Pues bien en ella toqué el cielo con las manos, lo dicho no puedo hacer spoiler, pero fue de esos momentos sublimes que solo pasa de vez en cuando en escena y es cuando actúas y estas tan metido en tu actuación que cuando acabas, vuelves a ser tu y te dices a ti mismo:" ¿Qué ha pasado?"  porque has dejado de ser tu para meterte en el personaje y en la situación. Fue un tu a tú entre Elena y yo impresionante. Ambos nos dábamos y según lo que recibíamos respondíamos fue especial.

No fue una escena lenta, ni rápida, ni en voz baja, ni gritada, fue perfecta a un volumen, un ritmo y un tono perfecto. Fue un toma y daca donde los dos estábamos en escucha activa, respondiamos , según nos llegaba y la escena estuvo viva. Al acabar os repito no sabía donde estaba, ni si lo que había ocurrido era real.

La 10 estuvo muy bien, hubo un momento en el que tuvimos que improvisar pero salió muy correcta. El único problema fue que el publico ya estaba demasiado contento y al principio les costó enganchar.

Ahora si voy a hacer un poquito de spoiler y también una declaración de amor, cada vez me gusta más hacer esta pieza, me siento más feliz, la controlo más y el ambiente es cada vez mejor. Para su realización se necesita una atmósfera con poca luz y eso me provoca actuar con mucha paz.  Quiero contaros también que tras cada escena se produce un gran subidón donde pasan cosas en las que disfruto como un bebé y más si actuamos en el Hotel Urban Dreams donde nos apoyan y arropan un montón y donde el gran Antonio nos da de comer o de beber entre escena y escena. Esta vez fueron fajitas, flamenquines y nuestro, ya, típico San Francisco y eso que previo a la actuación habíamos cenado. ¡¡¡ Gracias!!.

Bueno pues ya os he hablado de todo, ¿no?. Del publico, del lugar, de las escenas, de mis sensaciones, de Goliat de todo. ¡¡ Ah no me falta hablar de David, de mi David!! No se me ha olvidado, es que he querido dejarlo para el final.

David es uno de mis mejores amigos, del cual he aprendido mucho, es de Granada y siempre que he ido a actuar a su ciudad ha venido a verme, siempre fiel. A Las cenas de las emociones, no ha podido ir con anterioridad y el sábado fue su primera vez.

Asistió como oyente, pero para mi fue muy especial, puesto que estuvo entre bastidores con nosotros, además nos ayudó en muchos momentos, fue uno más de nosotros. A mi no me afectó para nada en la actuación, ya que cuando empezaba me encerraba en mi bola y listo, pero cada vez que acababa una escena buscaba su mirada y su aprobación o no. Repito ha sido una experiencia especial e inolvidable.

Fue compartir con él, parte de mi sueño, de mi vida, de mi profesión, de mis miedos, de mis alegrías, de mis inseguridades, o sea, todo lo que se vive entre escena y escena. Fue tener a alguien mío a mi lado viviendo  mi intimidad y fue una experiencia única. ¡¡¡ Gracias Elena y Raúl por dejarlo venir!! y ¡¡¡ Gracias a ti David por tu ayuda, por venir y por tu amistad!!.

Al día siguiente me decía:" Me he sentido como un actor y cuando os estaba ayudando ha sido especial porque me he olvidado de mis problemas y de mi día a día" y eso es lo bueno de esta profesión.

Hasta la próxima Granada.