miércoles, 24 de abril de 2019

EL DÍA DEL LIBRO CON CERVANTES.


El día del libro, martes 23 de abril del 2019, lo he celebrado, bueno lo hemos celebrado Anai, Natalia (nuevo miembro temporal de Diantre Teatro y espero que sea permanente) y yo, escribiendo nuestro propio libro.

Es un libro especial, porque es un audiolibro, bueno más bien es un "moviaudiolibro",  porque lo que hemos escrito será dicho, movido por nosotros, y oído por el publico. Callaos es que ahora que lo pienso, lo que hemos escrito no lo hemos hecho para que sea leído, sino para ser representado, así que de libro nada, hemos escrito: un guion y concretamente el guion de Encuentros con Cervantes que representaremos el próximo sábado en la Biblioteca Municipal de Málaga.

Esta pieza ya la hicimos a finales de abril del 2018, pero no poseíamos en nuestras manos, un guion del texto, puesto que la vez anterior que la representamos la acabábamos de montar y ensayar con Salva y él es mucho de improvisar y poco de escribir. Él con su creatividad monta grandes cosas de la nada. Pero ahora él vive en tierras catalanas y nos ha dejado solitos a Anai y a mi, por tanto, como nosotros somos más cuadrados, empezamos la casa por los cimientos, o sea, por la creación de un guion.

Antes de seguir os contaré que este espectáculo se divide en 5 partes, una de saludo y otra de despedida que son más improvisada por Anai y Natalia, la segunda es un monologo sobre la vida de Cervantes que yo escribí y representé hace años, donde se interactúa con los niños, la tercera que es una representación teatral pura y dura de la pieza El licenciado vidriera y la cuarta  es una versión libre de Don Quijote que contamos entre todos, con la ayuda de los niños.

Quedamos a las 11: 30 en casa y como todo un héroe; madrugué y me fui al gym, llegando a casa a las 11:32 y tres minutos más tarde lo hicieron Anai ( que iba muy guapa) y Natalia. Directamente nos fuimos a la salita de casa y como dice el refrán :" De casta le viene al galgo", si Natalia es curranta, sabemos de donde le viene, de su mamá. Porque llegamos y sin a penas hablar, repartí folios, bolis y Anai  dijo que nos pusiéramos a trabajar, ya, y eso hicimos.

Planteamos el saludo inicial y luego empecé a decir, rápido y sin entonación mi monologo, mientras iba dando indicaciones de donde estaban las interactuaciones con el publico y que debían hacer o decir Anai y Natalia. Yo iba tirando de recuerdos de la vez anterior y ellas escribiendo lo que yo les decía que tenían que hacer.

Hecho esto, pasamos a la parte con más intríngulis; crear el guion de la pequeña representación del Licenciado. Esta pieza data originalmente de 1613, en febrero del 2016, yo leí una versión resumida de no sé que año y saqué mi propia versión para títeres, en abril del 2018, conté está versión a Salva y él sacó una versión teatral para tres actores y el martes yo recordé dicha versión, mientras Anai la apuntaba y adaptaba a un lenguaje más clásico, luego se llevó esa versión, escrita a mano, a casa, para hacer una nueva versión más poética y escrita por ordenador. ¿ Creéis que queda algo de lo creado por Don Miguel? Pues sí no os preocupéis, que en esencia queda todo.

Pues como sabéis y hablando de esencia, la de Diantre Teatro era el teatro y la gastronomía, pues bien, mientras hacíamos nuestra versión, de la versión, de la versión, etc. Mi mamá nos subió un platazo con queso, salchichón y jamón decorado con almendras y otro de patatas y piquitos. Nos pusimos finos la verdad.

Así el trabajo se nos hizo más breve y llevadero. Acabado el guion, hablamos sobre lo del Quijote pero eso y gracias a Teatrobus, Natalia y yo lo controlamos a la perfección.

Después de organizar un poco los horarios, los planing, las agendas, el atrezo y demás, Anai, siempre prudente al cien por cien, quería marcharse, porque sabía que en casa almorzamos temprano, pero yo le pedí hacer un repaso de todo.

Eran muchas ideas sueltas las que habíamos puesto sobre la mesa, creo que quedaron muy claras, pero... yo quería asentarlas. 

Este es un teatro vivo, nada de texto aprendido al cien por cien, además el peso lo llevo yo y sé que lo controlo, pero era bueno asentar las ideas y así lo hicimos.

Todo repasado y organizado, ellas se fueron y yo me quedé en casa para almorzar. Almorcé contento tras un trabajo bien hecho, sin perder el tiempo y atentos al cien por cien. No está muy ensayado, no vamos  ensayarlo mucho más, ni quiero, lo que quiero es vernos los tres ya frente al toro, porque somos un gran equipo y hace casi 14 años que no compartimos escena los tres.

Eso sí pasamos el día del libro, escribiendo, leyendo y versionando a Cervantes.








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