domingo, 9 de octubre de 2016

EL MURO DE LAS CONFESIONES QUE NO LAMENTACIONES.


Hoy, viernes 7 de octubre del 2016,  me lo estoy pasando muy bien. No sé cómo será la despedida pero, el previo estás siendo maravilloso.
 
Estamos aquí, llevamos  casi hora y media de pie, en este arenal, con esta humedad horrible que se cala hasta los huesos y que nos hace sudar como pollos, pero ya nos queda menos.

Bueno pues pese a esa malas condiciones previas, espero que esto no acabe nunca,  porque estamos aquí confesándonos, Lulú, Luisa y un servidor. Estamos abriéndonos el corazón de par en par  y contándonos todo.

Desde hoy no nos veremos igual, es broma. Pero como dice Luisa este lugar, este muro,  tiene algo especial porque nos confesamos muchas cosas.

La llegada hoy, me ha costado horrores, quería ir a correr y no pude, así que, me amargué y no tenía ganas de venirme.

Con un pavo, que no podía levantarme del sofá, me he duchado, lo he preparado todo, tenía previsto salir de casa a las 20:30 y lo he hecho a las 20:32. O sea, que perfecto.

El camino me lo animó Lo que Lola quiera, porque fui oyendo música de la pieza  durante, todo el camino y  me ha llenado de alegría y de fiesta. Llegue súper animado al cementerio.

La mejor bienvenida,  ver a Luisa y Javi en cuanto entré.

Sabía que iba justo de tiempo, por tanto, ha sido llegar y meterme en la "sala-camerino" estaba solo, pero tenía  ganas y me maquillé oyendo música, concretamente Dry Martina.

Agradezco la visita que me hizo Eduardo Nieto y su conversación. Luego he estado hablando con mis compañeros Toni, Javi y Fran.

El tiempo ha pasado volando y de  nuevo a nuestro lugar, al muro de las confesiones, a esperar nuestro turno para  actuar.


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