domingo, 2 de octubre de 2016

EL NOMBRE DE FELIPE HA SONADO POR TODO CARTAMA.


Nada que ver lo  que ocurrió ayer con lo que ha ocurrido hoy, sábado 1 de octubre de 2016, en Cartama. Hoy hemos triunfado como los Chichos y nos lo hemos pasado como niños con zapatos nuevos.

Es cierto, que es simplemente una animación callejera, improvisada y con personajes muy tipos. Pero aunque el proyecto no es complicado, ni  muy desarrollado, si es cierto que ayer fue todo mucho más nuevo, los lugares, las personas, los compañeros, los personajes, la relación entre todos, etc. Y aunque ayer lo hicimos bien fue, también, una forma de pillarle el pulso, de engranarlo todo bien y se notó. O al menos yo lo noté. Noté que ayer faltó algo,  ese algo que hoy estaba desde el minuto cero y eran las ganas de hacer  y que los personajes estaban vivos.

Yo hoy me lo he pasado genial, vamos bomba y aunque entre el segundo y el tercer pase, estaba agotado, le comentaba a mi compañero, que estaba cansado pero que  me lo había pasado realmente bien y  que hasta se me había hecho corto.

Hoy es que he pasado una mañana/tarde muy buena. Realmente he estado en una barbacoa  rodeado de locos, pero de esos locos que a veces te hacen reír tanto que desconectas de todo y te hacen apagar un rato la cabeza y por ello sentirte superbien y cargarte de energía. Qué bien lo he pasé, gracias locos y gracias por ese reencuentro, nada tenso, sino al contrario, como debe ser.

Bueno pues lo dicho que llegué a Cartama muy feliz y por tanto, viendo las cosas más claras. Muy venido arriba y con ganas de pasarlo bien y de trabajar.

Además llegué pronto, venía desde Coin y  me llevó Julio, gracias Julio por el transporte y Ana por las gestiones.

Lo dicho llegué a Cartama como a las 19:45H. y  hasta las 20:10 h me dediqué a pasear, a observar y a disfrutar del atardecer en ese mercado medieval tan bien montado, por las calles del centro histórico de Cartama.

Y ahí fui dejándome llevar, además hoy mi Alba y Carlos Mesa representaban en Teatro Bus un espectáculo hecho casi a la carta y  me habían llamado diciéndome que había  sido todo un éxito, por tanto, me quité un peso de encima. Gracias pedazos de compañeros.

Pues así feliz y tranquilo me dispuse a maquillarme, en el baño de caballeros del Ayuntamiento, mientras todos los del lugar  entraban a hacer sus necesidades y me miraban con ojos de asesinos...

Por tanto,  el cambiarme de ropa lo hice, ya, en un patio  contiguo.

Al rato llegaron los compañeros, hoy fue todo distinto, nos ayudamos entre todos, hubo más compañerismo, más unión, fotos, comentarios más personales, etc.

Y llegaron las 21:00 y salimos.

De nuevo decidieron indicarme que  el personajes del lacayo fuera gay y amanerado, pero yo hoy y en mi  propio beneficio, decidí llevar el personaje puesto desde el principio, pero eso sí, muy moderado.

Con ello quería calentarlo y no aburrirme en los paseos. Fui saludando a las personas, que hoy estaban muy receptivos y luego abriendo paso a mi señor porque la multitud nos impedía andar.

Y llegaron las batallas, hacemos tres, una por hora de trabajo. Son totalmente improvisadas y jugamos. El resto del tiempo paseamos por el pueblo.

En la primera lo pasé bien y la disfruté. Además hoy Nora se incorporo a las luchas y fue mucho más divertido.

Pero mientras esperábamos para la segunda batalla, una muchacha quiso fotografiarse conmigo, conmigo expresamente, porque decía que lo hacía muy bien y que era muy gracioso y claro ya me vine arriba y no sólo no moderé al personaje sino que le saqué todo su plumerío.

A partir de ahí, el nombre de Felipe, se ha oído en cada pase. Animándome, apoyándome, haciéndome comentarios etc.

En la última batalla había dos muchachas, que no paraban de hablar sobre Felipe, que si no perdía la postura, que si debería salir o decir cosas en la batalla y yo he improvisado mucho más.

Hoy si he estado a mi altura y a la de mis compañeros, hoy éramos uno y no tres más uno y más una. Sino cinco porque así me he sentido y porque todos hemos estado al mismo nivel o al menos yo lo he sentido así.

De hecho, como digo, Felipe se ha venido arriba e incluso ha posado para fotos, que nos han pedido las personas del público,  que vamos ni Alaska y Mario juntos. Por cierto, magistrales los Alskalulu y Mariotoni  que he conocido hoy.

He vuelto sereno, tranquilo, orgulloso, pero sobre todo contento y feliz, por pasarlo bien y sentirnos un todo.

De hecho he reído mucho  y el  trayecto de vuelta ha sido muy surrealista y gracioso debido  a las explicaciones explícitas de Paco.

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