Hoy, miércoles 5 de octubre del 2016, hemos estado trabajando y mucho en la Lola.
La Alba-comprar el pan, ha aparecido en mi casa a las 11:40 h, diez minutillos tarde de la hora prevista y ha sido recibida por mi madre y por mí, en la cocina de casa, donde hemos tenido una alegre charla entre los tres, mientras se calentaba el agua para su té. La charla iba sobre todos los coches que han estado a punto de pillar a Alba durante el trayecto a mi casa.
Con el agua ya caliente nos hemos ido a la salita de casa y nos hemos / me
he, puesto a trabajar.
Es broma ehm. Hoy teníamos previsto, otra vez, una lectura completa de la
pieza, pero de nuevo, no lo hemos hecho y os cuento por qué.
Empecé a leer y ella comenzó a arreglarme y corregirme cada entonación o la intención de cada frase.
Empezamos poco a poco y al final hemos acabado tres de mis cuatro monólogos.
Llevaba muchos días repasando los textos, pero sin apenas darle forma para no viciarlos.
Y hoy, por fin, ella ha ido dándole forma y ya tengo que volver a estudiar el texto pero con una base y dándole su forma completa.
Me ha gustado mucho la forma de trabajar de hoy, yo leía y ella iba dándome las indicaciones, siempre muy cariñosa y de muy bien rollo, abierta a consejos y sobre todo celebrando todo lo que salía bien.
La noto mucho más abierta y serena que la otra vez y yo me noto mucho
más manejable y también más abierto.
Por tanto, el trabajo de hoy me ha gustado mucho y sobre todo me ha llenado
de seguridad. He acabado contento, satisfecho y con gana de más.
Al llevar ese texto casi perfecto solo me queda darle los tonos
que hemos trabajado hoy y que mañana mi Alba me los vea.
Porque mañana seguimos trabajando y yo con muchas ganas.
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