¿Miedo yo? El miedo, que lo siga teniendo Amenábar, porque la noche del ensayo general en el Botánico, el jueves 20 de octubre del 2016, mi guión triunfó, pero de verdad, un compañero hasta me felicitó. Cuando íbamos a casa, me dijo:" es que tu texto es bueno". Por eso Amenábar tiene que seguir teniendo miedo, porque estoy imparable.
Es broma, bueno es verdad que gustó, pero creo que se debió más al personaje que monté que al guión en sí. Porque el texto era muy sencillo, muy simple, pero la forma de decirlo pues parece que gustó a mis compañeros.
Que días más malos pasé debido al texto, tenía que rellenar veinte minutos de monólogo, a penas tenía movimientos o gestualidad, por tanto, todo era texto... Yo no sabía como sacar aquello en luz, por tanto, estaba enclaustrado escribiéndolo.
Pero la sorpresa me la llevo cuando llego al Jardín Botanico y me encuentro a mis compañeros con su cuarto de folio o un poco más de texto y yo con mi tochaco de tres folios a doble cara y a mano. No me había enterado bien...
Bueno como digo se hicieron pases más o menos "generales" y en mis compañeros el movimiento ganaba al texto, por tanto, yo para no aburrir, no hice mi texto entero sino una selección " de los mejores momentos del mismo".
Llevaba parte del atrezo, la máscara, el sombrero etc. pero cuando llegó mi turno, como siempre, la inseguridad y sobre todo la vergüenza se apoderó de mi.
No tengo vergüenza para actuar, NINGUNA, pero cuando tengo que presentar algo por primera vez a un director o a unos compañeros me da muchísima vergüenza. Así que cuando me tocó el turno pensé volver a hacer, como la otra vez, una explicación y no actuar.
Pero me dije :" Lolo si tus compis, que están de buen rollo, te dan vergüenza, el día 31 cuando te enfrentes al público te vas a morir, porque no sabrás si esto funciona o no. Venga vamos para adelante".
Recuerdo perfectamente el momento de agacharme en el cenador, pillar el sombrero la máscara y decir: " A por ellos".
Aunque hice algún parón, para pensar en el
texto y me confundí alguna vez, lo hice muy seguro, muy tranquilo y disfrutando.
Veía las caras de interés de mis compañeros y me vine a arriba.
Conseguí dar los matices de rabia, dolor y miedo que quería y creo que salió tal cual lo había pensado. No sé si bien o mal pero tal cual lo pensé si.
Al acabar mis compañeros empezaron a aplaudir y me felicitaron todos, incluso al irnos, Soraya, la responsable de todo, me volvió a dar la enhorabuena y Rebeca me comentó que se le habían puesto los vellos de punta y que sintió hasta empatia por mi, algo que también me confirmó Soraya, la cual apuntó que era un toque diferente, muy interesante.
Así que tras el éxito del doctor Izquierdo ( nombre creado, una vez más, por mi hermano) me sentí mucho más relajado y disfrutè aun más de todo.
Gran trabajo, la mascara quedaado muy muy bien.
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