De madrugada y mientras mi dormitorio está lleno de luz y mi espalda
pidiéndome una cama en condiciones, me pongo a escribir esto.

Hoy, 30 de septiembre del 2016, último día de la semana, viernes y último día del mes y lo he acabado trabajando.
Después de dar mi clase semanal de teatro, cada semana tengo más alumnos y estos se van más contentos, pues como digo tras la clase, llegué a casa, almorcé, siestón y a prepararme para ir a Cartama.

Me recogieron, Steven junto a Nora y Paco, luego recogimos a José y nos fuimos para Cartama.
Llegamos muy bien de tiempo y nos fueron informando de lo que íbamos a hacer, de nuestros personajes etc.

El tema de vestirnos también fue un poco ex-
traño, pues-
to que nos cambiamos en pleno hall del Ayunta-
miento. Los trajes tam-

De hecho yo llevaba unas chanclas que me hacían daño en un dedo y apenas podía andar, menos mal que llevaba esparadrapo de Manoli, además la forma de la armadura nos cortaba, tanto a mí como a mi compañero, muchos movimientos.
El inicio ha sido muy bonito realizando unos pasacalles. Pero a última hora se nos informa que vamos a ayudar a mover una cama donde va subida una bailarina. La idea me pareció hasta interesante.
Pensé que portaríamos una especie de cosa con ruedas, pero para nada, lo que portamos eran unas andas como las de Semana Santa, hechas con un pale, cuatro palos para llevarla y una chica encima.

Me ha sorprendido Paco Pozo por su capacidad de creación e invención ya que, en poco tiempo ha montado sckets, tipos de luchas, perfil y relación entre los personajes.
A mí me ha buscado un lacayo del príncipe cristiano Rodrigo de Narváez, gay y muy amanerado.
En los momentos en que nos encontrábamos todos los personajes lo interpretaba, pero cuando íbamos José y yo solos por el pueblo, no, porque no lo veía muy apropiado.

De hecho he llegado a casa, con una reflexión muy fuerte, sobre qué es actor, cómo somos, que son trabajos y que no y sobre todo que soy muy pequeñito entre tanto grande que hay por ahí y que hoy no he dado todo lo que puedo y lo sé.
Pero no todo ha sido tan gris, un chico de un puesto nos ha dicho a José y a mí:" qué guapo sois", una señora mayor nos ha invitado a un trozo de pan con lomo en manteca, buenísimo y en la batalla de baile que hemos hecho arriba en la cuesta de la Pila ha sido genial. La hemos empezado con cuatro gatos y hemos acabado abarrotados.
Ahí mi personaje ha tenido sus golpes, pero entre tanto grande me sentía un poco perdido.
Pero bueno mañana más.
Guapo el 30 no fuiste el único que se sintió descolocado... Apenas llegue me pusieron zapatos altos jajaja... Pero el 1 ha sido genial y tu has estado fantástico! Un besote
ResponderEliminarQue arte, es un mensaje anonimo, pero tengo pistas de quien puedes ser. Jejeje. Pues si pero ayer ibas planita, más fea, pero planita y disfrutaste como cabrita de Heide por las montañas.
ResponderEliminar