Si os cuento, de nuevo, como me lo pasé ayer, domingo 24 de septiembre del
2017, en el ensayo de Noches de verano en
el San Miguel, esta entrada tendría una extensión eterna y tardaríais
horas y horas en leerla.

Pues entre la llegada y la vuelta en coche, transcurrieron una hora y algo, casi dos.

Llegamos muy puntuales y de nuevo todos volvieron a hacer una primera parada y reunión de bienvenida en la puerta de la capilla, lugar de nuestro ensayo.

Fue pasando el tiempo, durante el mismo, probaron su vestuario a mi Luisa y no me pude reír más con sus caras y sus repuestas. Nunca me he explicado como esa mujer puede tener esas respuestas tan rápidas y tan ingeniosas. Es un genio sí o sí. Yo tenía que alejarme del grupo para reír.

Nos quedamos solos, pero como la compañera no venía, esperamos. En el tiempo de espera yo estuve probando como usar mi bastón de ciego. Bastón que se enganchaba, constantemente, en el suelo, pero que a Hugo, el otro actor que lo usa, un niño, no se le enganchaba ni una vez. Qué torpe soy.

Yo había pensado algunos movimientos, para naturalizar ciertas partes del texto y eso fue lo que fuimos planteando, técnicamente, Rakel y yo.
Poco más hicimos, porque Duna, la perrita, tampoco fue y no podíamos ensayar, bien, ese momento si ella no estaba y como las bailarinas finales, tampoco pudieron ir, pues también hicimos técnicamente el final.

De nuevo hicimos un ensayo, cortado, interrumpido y técnico, pero ya digo yo me lo pasé genial. En esa reja Mariangeles, Javi, yo, Toni, sentado en el suelo y Lulú, mientras nos presentaban a unos invitados fue soberbio.
Yo intenté dejar muy claro, los movimientos entre Rakel y yo y darle toda la naturalidad posible a lo textos, metiendo algunas expresiones nuevas o cambiando el orden y poco más. Como el lunes había quedado con una actriz de la ONCE, para que me aclarara dudas, tampoco quería viciar muchos gestos o movimientos y lo llevaba todo muy en alfileres.
Así que, entre que faltaban compañeros, yo lo llevaba todo en alfiles, iba probando cosas nuevas, el perro no fue, hubo muchos cortes técnicos y otros no tanto, no pudimos ensayar la escena, completa, ni una vez.
El viernes estrenamos y menos mal que el director nos dijo, que el día del ensayo general, mientras los compañeros trabajan, nosotros podemos repetir mil y una vez, nuestra escena.
Sí aprovechamos Rakel y yo para repetir nuestra parte varias veces y eso me dio un poco de seguridad.
Por cierto, el pobre Toni no ensayó mucho, pero me hizo unas fotos chulísimas y si esta entrada no da para poner las más bonitas, haré otra entrada solo para lucirlas.
Mas fotos y menos letras.
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