lunes, 25 de septiembre de 2017

AY, OTRO ENSAYO, CON POCO ENSAYO.




Si os cuento, de nuevo, como me lo pasé ayer, domingo 24 de septiembre del 2017, en el ensayo de Noches de verano en el San Miguel, esta entrada tendría una extensión eterna y tardaríais horas y horas en leerla.

No sé si me reí más cuando llegué y me encontré con mis compañeros, Toni que venía tumbado en el coche, Javi Zumaquero y su humor negro y Luisa y sus tonterías o cuando me vine en el coche de Inma, oyendo los comentarios desesperados de Ana Luz  ante las invitaciones de Inma y la desesperación de Carolina. Ya digo me lo pasé bomba.

Pues entre la llegada y la vuelta en coche, transcurrieron una hora y algo, casi dos.

Dos horas de "ensayos" y las pongo entre comillas, porque ayer nosotros ensayar, ensayamos poco, ahora reírme me reí un montón.

Llegamos muy puntuales y de nuevo todos volvieron a hacer una primera parada y reunión de bienvenida en la puerta de la capilla, lugar de nuestro ensayo.

El tiempo pasaba y cada vez era mayor el número de persona que se reunía en aquel lugar para charlar, reír y comentar, como faltaba una compañera yo me uní a ellos. Qué más me daba que todos estuvieran allí, si nosotros por la falta de una compañera, no podíamos ensayar.

Fue pasando el tiempo, durante el mismo, probaron su vestuario a mi Luisa y no me pude reír más con sus caras y sus repuestas. Nunca me he explicado como esa mujer puede tener esas respuestas tan rápidas y tan ingeniosas. Es un genio sí o sí. Yo tenía que alejarme del grupo para reír.

El tiempo seguía pasando, yo estaba echado en una reja, con Javi y Toni, cuando nos informan que el director quiere hablarnos y por eso la razón de dicha reunión, pero sobre las 19:20 horas, nos mandan, sin reunión alguna, a ensayar.

Nos quedamos solos, pero como la compañera no venía, esperamos. En el tiempo de espera yo estuve probando como usar mi bastón de ciego. Bastón que se enganchaba, constantemente, en el suelo, pero que a Hugo, el otro actor que lo usa, un niño, no se le enganchaba ni una vez. Qué torpe soy.

Cansados de esperar, hicimos la escena con Toni, una sola vez, porque para qué si la chica no estaba, tras hacerla empezamos Rakel y yo.

Yo había pensado algunos movimientos, para naturalizar ciertas partes del texto y eso fue lo que fuimos planteando, técnicamente, Rakel y yo.

Poco más hicimos, porque Duna, la perrita, tampoco fue y no podíamos ensayar, bien, ese momento si ella no estaba y como las bailarinas finales, tampoco pudieron ir, pues también hicimos técnicamente el final.


De nuevo hicimos un ensayo, cortado, interrumpido y técnico, pero ya digo yo me lo pasé genial. En esa reja Mariangeles, Javi, yo, Toni, sentado en el suelo y Lulú, mientras nos presentaban a unos invitados fue soberbio.

Yo intenté dejar muy claro, los movimientos entre Rakel y yo y darle toda la naturalidad posible a lo textos, metiendo algunas expresiones nuevas o cambiando el orden y poco más. Como el lunes había quedado con una actriz de la ONCE, para que me aclarara dudas, tampoco quería viciar muchos gestos o movimientos y lo llevaba todo muy en alfileres.

Así que, entre que faltaban compañeros, yo lo llevaba todo en alfiles, iba probando cosas nuevas, el perro no fue, hubo muchos cortes técnicos y otros no tanto, no pudimos ensayar la escena, completa, ni una vez.

El viernes estrenamos y menos mal que el director nos dijo, que el día del ensayo general, mientras los compañeros trabajan, nosotros podemos repetir mil y una vez, nuestra escena.

Sí aprovechamos Rakel y yo para repetir nuestra parte varias veces y eso me dio un poco de seguridad.

Por cierto, el pobre Toni no ensayó mucho, pero me hizo unas fotos chulísimas y si esta entrada no da para poner las más bonitas, haré otra entrada solo para lucirlas.

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