Nos despedimos, también, del previo. Hoy, miércoles 6 de septiembre del
2017, será nuestro último previo juntos. ¡Qué penita!.
Bueno eso de, juntos, es relativo porque aún, prácticamente, no he visto a
mis compañeros.
Llegué a las 19:50, me encontré a Juampe en la puerta, se
iba para arriba, hablé con él, pero nada, medio minuto, el pobre me contaba lo
malito que actuó la semana pasada.
Luego entré a la casita de los trabajadores y estaban todos
en la zona de administración. Todos es todos y muy enfrascados en
conversaciones, ni me apetecía cortarlos, ni meterme, así que, saludé, nadie me oyó, solté mis bártulos, cogí mis velas y me fui a decorar el museo. Como hoy
quiero que sea un resumen del verano, recordé aquella gran tarde donde oí
Alguien cantó y volví a poner las velas oyéndola. Puse las velas rápido, me senté en el banco de
los secretos y escribí para el blog. Hoy quiero escribirlo todo aquí y no en casa. Porque
hoy se cierra el verano, una etapa profesional y una personal.
Como hoy quiero que sea un día de recuerdos, pues, recordé el
principio del verano, cuando se me olvidaba todo y tenía que subir y bajar mil
veces del paseo de las palmeras a la entrada. Me di cuenta que se me había olvidado el sombrero. ¡Qué bien! y bajé a por él.
Es curioso el destino. Cuando subía y pasé por el museo pensé:"Mira esto, quédate con todo, porque es el último día. La última vez." Al
olvidar el gorro, subí de nuevo y pensé:" Pues mira no era la última vez que subía. Nunca se
puede dar nada por hecho".
Luego me maquillé. Cuando subí de nuevo, ya no tenía tan buen cuerpo, hablé con mis
compis de aquí, los no actores y ya se sabe...
Por cierto, tengo una verruga en la nariz, tal cual bruja, y no se me cae y me ha costado horrores intentar disimularla.
Maquillado y todo ordenado, me senté en el bosque, en el
asiento hecho con troncos, a escribir y recordé a la rata de la última vez que me senté aquí y a parte de escribir fui pasto de mil mosquitos.
Aquí acaba la primera parte del previo.
Aquí acaba la primera parte del previo.
Me dejasteis con los mosquitos a cuestas.¿Verdad? y escribiendo para
el blog. Todo era muy normal, muy similar al resto de miércoles del verano, era una especie de recordatorio. Pues vuelvo a
repetir no puedes jugar con el destino porque él es el que manda.
Cuando me disponía a ver a mis compis en el "baño-camerino-común" y disfrutar de ellos, todo cambió. Es más a penas los he
visto.
Mientras me dirigía a verlos, llamé a una amiga y compañera
que lo está pasando regular. ANIMOOO GUAPAAA Y MUCHOS BESOS. Mientras hablaba
iba pasando por rincones oscuros y desconocidos para mí. Entre el oscuro de la
vegetación y las sombras que generaban los focos todo era nuevo y precioso.
Llegué más tarde de lo habitual al "baño-camerino-común"
y fue llegar y decirme Rebeca que hoy había sesión de fotos. Así que llegué, solté
la mochila, volví a cogerla y me fui otra vez al paseo de las palmeras, me
vestí y volví a la casa palacio para las fotos.
Por cierto, sudé como antaño. No recordaba esas cuestas, vestido de Don Rafael. Después de mucho correr, llego a la sesión de fotos y el hombre me hace tres y siempre acompañado, o sea, me hace las fotos de grupo, pero solo ni una y siempre con cara de compromiso. Se ve que al hombre no le caí muy
bien.
Acabada las fotos, que no sé para que corrí tanto, me vine a mi soledad. Eran las 21:40 y volvía
a mi lugar de partida, vestido de Don Rafael, algo, que en el verano del 2017 ha sido totalmente nuevo.
Como veis el destino manda y hoy el previo no ha sido melancólico
porque ha sido totalmente nuevo.
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