" Creo que así la pieza puede quedar genial",
" Es que no me sale lo de los cubos", " He estado dando vueltas,
pero la idea de los cubos no me sale", " Ahora si me voy contento,
porque no podía más", "El otro día lo comentaba con..", "He
conocido a personas como Ana y Teo"...
Estas son algunas de las frases que nuestro director de
Cicatrices de las cicatrices, nos dijo a Anai y a un servidor durante el ensayo del pasado lunes 4 de
septiembre del 2017.
Directores como este hay pocos. Solo he conocido un
a
directora, que teniendo una escena ya montaba y bien, pero en poco tiempo,
vuelve a ensayarla durante semanas para darle algo más, decía que le faltaba
algo de "chicha “o que ella misma pare un ensayo, porque su propia obra
tiene lagunas o cambiar cada pase el enfoque de la misma porque hay cosas que
no le cuadra. Un director que reconozca sus errores que solo busque el bien de
la pieza, no su ego y que piense en
su pieza 24 horas, no se encuentra todos los días.
Solo una vez he tenido ese placer y ese placer se llama Nora
Aguirre, pero es que ahora he vuelto a dar con otra fuerza de la naturaleza, con otro genio del teatro y este es Salva García, nuestro director de Cicatrices de
las Cicatrices.
Ya llevamos mucho tiempo trabajando con él, casi dos años,
pero la otra vez la pieza que dirigió para nosotros fue una especie de
"encargo" pero esta nueva versión de Cicatrices es más suya y la está
sintiendo mucho más, la está trabajando mucho
más y es un placer trabajar así.
Además como ya se sabe, el roce hace el cariño y últimamente,
los tres nos vemos mucho, nos contamos muchas cosas y hay mucha más conexión,
cariño y unión entre los tres.
El ensayo del lunes fue algo improvisado, Salva tenía la
mañana libre y pocos días antes, nos escribió vía WhatsApp, para decirnos que
el lunes podíamos quedar y ensayar.
Y eso hicimos, quedamos, después de casi una hora y media de
viaje y arreglo de papeles, nos dirigimos a casa de Anai.
Salvi y yo quedamos a las 10:00 en la puerta del CAC, el
solamente tenía que sellar unos papeles y nos iríamos para Benalmádena. Salvi
odia la burocracia y pensaba que todo podía alargarse, pues así fue se alargó y
tanto, ya que tuvimos que visitar varios lugares, ir a varias empresas y como
nos perdimos, dar muchas vueltas en coche.
Llegamos a casa de Anai, cerca de las doce y como íbamos
pillado de tiempo, fue llegar y ponernos a trabajar.
Antes de seguir, quiero repetir la última frase que dijo
Salva tras el ensayo: " Lo siento, pero el nuevo teatro se hace así, poco
ensayo y mucho trabajo de mesa", por eso dije lo de trabajar y no dije
ensayar.
Es que fue así, Anai y yo
nos sentamos en nuestros banquitos frente a Salva y él en el sofá, frente
a la mesa, pero nos dijo que no, que nos acercáramos a él, que haríamos trabajo
de mesa.
lación que representara a nuestros personajes.
Después la explicamos, la mía era más abstracta, creo que le
gustó a Salva y a mí me sirvió para tener claro el nuevo enfoque y la vida de
Teo, que con tanto cambio me andaba liando un poco y la de Anai era más realista
pero creo que a Salva le encantó y tras eso empezamos a hablar y a hablar y a hablar.
Así hasta las 14:00, de nuevo, dos horas de trabajo sin darnos
cuenta y si en la última reunión dije que no estaba contento, porque no la
aproveché al cien por cien, esta vez me iba loco de contento, porque no paré de
dar y aportar ideas.
Dimos un nuevo enfoque a la pieza, muy original. Anai
decía que se le ponían los vellos de punta de pensar en el nuevo formato y yo
mientras hablábamos no paraba de ver, en mi cabeza, imágenes de la nueva versión. Eran como flash que me venían. Fue maravilloso.
Siempre digo lo mismo, con Salva, gustará la pieza o no,
ganaremos dinero o no, la moveremos o no, pero me da igual, vivir experiencias
como la del lunes es más que suficiente.
Hacer teatro puro y de verdad, es impagable.
GRACIAS SALVI Y GRACIA ANAI.
PD: Tras el trabajo, nueva comilona, esta vez hindú, es que
esta Anai vale un potosí, por cierto, creo que comimos siete platos...
A disfrutar de la vida!!!
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