domingo, 21 de junio de 2015

ME HE ENCONTRADO A TEO DE NUEVO.



Aunque el titular,  aun no es oficial, porque como he dicho en la entrada anterior, Salva, el director, aun no ha visto la evolución del personaje.

El sábado 20 de junio de 2015, fue muy especial, pese a la maratoniana jornada, estaba al cien por cien. 
  
Como he dicho antes, toda la jornada estaba organizada y cada etapa se cumplió con la máxima pulcritud.

Ayer , creo que ,Teo resucitó. Antes de empezar, aclaré en mi cabeza todo lo que durante esta semana había trabajado y gracias a eso  recuperé movimientos, gestos y además conseguí sacar muchos nuevos. 

En los últimos ensayos, salía a realizar la escena y adiós, decía los textos y realizaba los movimientos y poco más. No tenía una visión global de la obra,  los cambios de vestuario me desconcentraba y no estaba en lo que tenía que estar.

Pero esta vez, distinguí cada escena, viendo claramente el objetivo de mi personaje en cada una de ellas, también,  en las  que se desarrollaban el mismo día, intenté mantener la misma compostura y comportamiento. 

Las acciones de mi personaje, ordenar, leer, limpiar, estudiar etc., las hice de verdad, no mimando que las hacía.

Estuve más pendiente a oír y no a actuar, a estar dispuesto para mi compañera y no solo para mi.

Esto,  me llevó a conseguir mayor credibilidad al personaje y al texto y por eso sequé  cosas nuevas.


Como digo acabé muy contento, tengo muchas ganas de que llegué el ensayo general, porque quiero demostrar lo que he conseguido, porque quiero que Salva lo vea y porque quiero volver a vivir todo aquello.

Cuando actuamos con la escenografía montada, hubo momentos que lo sentí todo muy real.

La frase lapidaria de Anai al final de la pieza fue: “TEO HA VUELTO, LO HE VISTO”.  Amén.

Por cierto, releyendo todo esto me doy cuenta de que uso técnica, cosa que hasta ahora no he sido consciente y todo ello lo he  aprendido en la escuela.
 

2 comentarios: