viernes, 19 de junio de 2015

TEO NAVEGA EN UN MAR DE DUDAS.



Navegando entre dudas y en un sin vivir me trae Teo desde el pasado sábado, cuando tuvo lugar el último ensayo de Cicatrices en casa de Anai.
 
El ensayo anterior me había salido muy regular, no le di importancia, pero durante la semana, mientras repasaba el texto, me di cuenta de  que lo que me ocurría era que había olvidado a Teo. El texto estaba automatizado, supongo, después de tanto ensayo, he perdido un poco el norte.

Por todo ello, iba al ensayo del sábado 13 de junio de 2015, con la idea de comentárselo a Salva e intentar buscar el tono de voz y el cuerpo de Teo.

Pero al llegar, Salva, propone que el ensayo sea técnico. Realizamos  todo los cambios de vestuario, cronometrándolos, me sentí muy bien, los cambios me salen bien y rápidos. Luego hicimos un pase entero de la pieza, donde solo decíamos la última y primera frase de cada escena y hacíamos el cambio de vestuario.

Salva acabó muy feliz, porque todo era mucho más rápido de lo que pensábamos y la verdad, que me da tiempo, sin problema alguno.

Luego nos  propuso realizar un pase completo. Antes de comenzar, me dijo lo que menos esperaba oír. Estamos buscando mucha naturalidad en los personajes y lo he conseguido, pero tanto, que he perdido totalmente a Teo. Me sentí fatal, yo lo predecia pero al ver que era real me sentí...Fue como un palo fuerte antes de un pase.

Tras realizar el pase, las noticias no fueron mejores: fallos de dicción, desconcentración, solo  vio a Teo al principio, íbamos rápido, solo solté texto… Esa fueron sus criticas, por más que quería, sacar respuestas del por qué o justificar o recibir consejos, para cambiar, no lo encontraba. Salva era como un muro y nada lo veía claro.
  

Cuando salí de Benalmádena, estaba fatal, tan mal, que estuve a punto de irme a casa o de dejar la obra.

 Aunque en casa de Anai, he vivido momentos impresionante y han salido cosas muy buenas, no he tenido nunca una pauta a seguir y siempre he tenido miedo de perderlo y eso ha pasado. 

Estaba muy chungo, solo me relajé cuando Salva me mandó el siguiente mensaje, adoro a este hombre: 

“Te pasa que así es un estreno bien hecho, las dudas previas. Trabajaremos estas semanas para brillar en escena como sabéis. Teatro… droga extraña.”

Durante cuatro días no he hecho nada más, miedo me daba escribir esto y trabajar a Teo,  pero el miércoles 17 de junio de 2015, de madrugada, me puse a repasar todo el texto al completo, dándole más vida, más cuerpo, creando y eso ha sido mi reconciliación con él.

Hoy viernes 19 de junio de 2015, en las duchas del gimnasio, he vuelto a repasar y darle vida al cuerpo de Teo, creo que esto va para arriba.

Mañana es el día clave, maratón de ensayos entre Anai y yo y espero que saquemos mucho provecho, tengo ganas de poner todo lo nuevo en marcha.




 

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