martes, 14 de enero de 2020

VIRUS, TOS, FRÍO Y "LABERINTO" PARA SALUDAR AL 2020.


Y después de dar la bienvenida en Torremolinos, muerto de risa y  por todo lo alto al año del 20 20 con mi gran amigo Lyton, que hacía años que no veía, y José, el sábado 4 de enero, tres días después de la fiesta  volví a dicho pueblo, pero esta vez no era para celebrar nada sino para llevar a cabo mi primera experiencia teatral del recien estrenado año 2020. Volvíamos a reunirnos ; Pilar, para apuntarnos, Paco, para dirigirnos y Javi y un servidor para actuar en nuestro Laberinto privado.


Si el año se inicia con trajes de noche, smoking y mucho lujo, nosotros también quisimos entrar en el año, teatralmente hablando, por la puerta grande y ensayamos, en vez de en la Casa de la Cultura, en el gran Centro Pablo Ruiz Picasso, el escenario no me atrae mucho, pero el patio de butacas es muy impresionante, bueno la verdad es que no ensayamos allí por un tema de glamour sino por pura logística, ya que, en la Casa de la Cultura se estaba montando la Cabalgata de Reyes.

Hablando de Reyes, debo confesar que la Navidad me encanta y la festividad de los Reyes Magos aún más, pero también debo deciros que en los últimos días me pongo un poco triste porque siento que ya se acaba todo. Con ese espiritú tristón del fin de la fiesta llegué al ensayo, pero como el teatro es mágico cuando estaba en esas tablas y metido en la piel de mi personaje me olvidé totalmente de esa tristeza y sentí como que ya había pasado la depresión post-Navidad y así estuve hasta casi el final del mismo que mi cabeza volvió a la fecha real, a que me faltaban cosas por hacer, a qué mañana era la cabalgata, todo eso me desconcentró un montón y de nuevo me llevó a la morriña.

Pero bueno hasta llegar a esa morriña final pasaron muchas cosas, como que Paco nos citó muy pronto para contarnos algo muy importante, Javi y yo, que de nuevo nos fuimos en su coche, intentamos llegar lo antes posible, pero el ensayo era a las 11:30 y llegamos a las 11:20, o sea, que muy pronto no lo hicimos. Llegamos, entramos a la sala y este estaba hablando con una chica del ayuntamiento que nos presentó y que se marchó al llegar nosotros, Paco nos habló de una posible actuación bastante interesante, nos informó de que se celebraría, la próxima semana, la sesión de fotos para el cartel y mientras se hacían las negociaciones del vestuario llegó Pilar, esta nos ayudó un poco a decidir y tras hablar sobre un tema escenográfico, nos subimos Javi yo al escenario a trabajar.

Bueno realmente  no fuimos 2 los que nos subimos al escenario, fuimos muchos. Empezamos siendo 3, Javi, un servidor y la tos del primero, bueno éramos más pues el pobre Javi iba acompañado, en su interior, por miles de virus y hacia el final del ensayo se subió al escenario con nosotros un cuarto actor más y este se convirtió, junto a la tos, en el gran protagonista de la jornada y era el frío. Llegó un momento donde estaba realmente temblando, las manos se movían solas y la voz se me entrecortaba. Creo que había un espíritu o algo porque el frío era exagerado y muy extraño.

Ese primer ensayo iba a peligrar porque Javi había pasado tres días de gripe, con fiebre y cama incluido y aunque nos anunció que quizá se suspendía, al final se mejoró y ahí estuvo el chaval dándolo todo, pero la tos poco le dejaba hacer.

Empezamos a ensayar la pieza desde el principio pero al poco, no llevaríamos ni dos minutos, Paco nos paró para contarnos que quería cambiar una acción de Javi, la idea me pareció buena pero yo le hice una propuesta. Se probaron las dos y la mía le gustó más y la aceptó. Trabajar con un director que lo tiene todo clarisimo pero que sabe escuchar a los actores y tener en cuenta sus propuesta es todo un lujo.

Tras eso empezamos de nuevo la pieza, hicimos un pase completo pero paramos bastante, yo lo daba todo como en un ensayo cualquiera, pero el pobre Javi no podía, la tos le cortaba las frases, se veía sin fuerzas, con mala cara. Todo esto junto a los consejos de Paco para que no se esforzará, nos hizo cortar mil y una vez. La verdad, que fue como si yo interpretara de verdad y el fuera mi apoyo, es más llegó un momento en el que Paco le pidió que no entonara y no proyectara para así proteger su voz. Fue por tanto un ensayo raro pero del que aprendí mucho, pues me enseñó a trabajar la concentración y a seguir en mi línea de actuacion mientras que me a mi alrededor todo iba en contra de ella.

Ya digo fue un ensayo raro, lo sentí como un ensayo recordatorio, un ensayo que nos servía para no perder el hábito de ensayar, pero con pocos frutos. Destinado a proteger a Javi y a indicarme a mí, aunque tampoco tuve muchas indicaciones, quizá hay una frase que no logro darle el matiz que quiere Paco, casi siempre me la corrije y  esta vez no fue una excepción, la dije, me la marcó, me la hizo repetir y luego me la aplaudió así que creo que fue bien.

Poco más que decir, que hice por primera vez sin texto en la mano una especie de monólogo (no es eso realmente pero no puedo dar más pistas) y fallé en el texto mil veces, recordamos los movimientos del final muy técnicamente y con papel en la mano y a casa.

Cómo Javi estaba malito hicimos solo un pase. Recuerdo que me volví en bus y llegué a casa muy tarde, me empijamé, almorcé y me pasé el resto del día y la noche, tumbado en el sofá con la manta y viendo junto a mi madre: Charlie y la fábrica de chocolate, El balcón de la Luna, Tu a Londres y yo a California y una versión romántica de Cuento de Navidad.

PD: Al día siguiente pese a que hice mil cosas, saqué tiempo para mostrar a Paco mi posible vestuario para el cartel y este fue aprobado.



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