sábado, 4 de noviembre de 2023

VAYA ENSAYO. UFF

 


No puedo calificarlo ni definir ese ensayo de otra forma que no sea con un "vaya" y un "uf" ( tenéis que leerlo con algunas de estas entonaciones, desgana, tristeza, incompresión o con frialdad, pues todas le vienen bien).

De ánimos estaba extraño, raruno, en lo mío, no tenía el cuerpo mi para socializar, ni para interpretar, es más, cuando llegué al lugar del ensayo, tuve que esperar un buen rato, pues Edu venía con un grupo de ensayar, creo, una visita teatralizada, pues bien, yo no socialicé lo más minimo, dediqué ese rato a hablar por el móvil con mi madre, mi sobrina y mi amigo Jose. 

Tenía móvil nuevo, esa mañana estrenaba móvil y debía informar a todos que ya lo tenía en mi poder. 

No penséis que me compré uno nuevo porque me sobra el dinero, porque soy un friki de la tecnología o porque el mío ya estaba viejuno, no, me lo compré por necesidad, porque la tarde antes alguien muy amable me lo robó.

Fue un tirón, no fui consciente de que me lo quitaron, pero claro el mal rato estaba, la impotencia, la sensación de que han vulnerado tu intimidad, todo eso estaba ahí y por tanto mis ganas de ensayar o relacionarme eran muy pocas. 

Eso sí, las fotos de esta entrada son las primeras que hice con él y tuve suerte pues me dio tiempo a comprarlo antes del ensayo. Por cierto, de batería es malo, malo, malo.

Contada la falta de ganas que tenía de ese ensayo a un nivel personal, ahora os lo contaré a un nivel profesional que era igual de poca. 

Entre la caída de mi compañera, otro día que no se ensayó y otro que no sè que pasó, en menos de 24 horas me estrenaba como Eduardo Ocón y no había tenido ni un ensayo, es más no había dicho el texto, breve pero muy poético y complicado, ni una vez ante el público y solo esa mañana se iba a ensayar. 

¿ Para qué?. Nunca lo entendí. A ver fue una forma de asegurar algo, no sé de tomar contacto Paula, mi compañera de escena y yo, pues sí para eso sí, pero útil, útil, ese ensayo a esas alturas no lo era.

Supuestamente se ensayaba por la complejidad de mi escena, que incluía, baile, texto y música, 3 acciones realizadas por 3 personas diferentes y las 3 debían de cuadrar.

La verdad que yo no lo veía así, pues estaba muy bien marcado en el texto, cuando decía que iba a tocar, ahí, entraba la música bajita, había 3 frases más de texto y comenzaba el baile y se subía la música. No sé, no le veía complicación.

Pero como buen mandado, había que ir al ensayo y al ensayo fui. Por cierto, nada más entrar tuve que presenciar el final de otra visita testralizada que Edu estaba ensayando y los monólogos de mis compis, como lo nuestro era lo más "complicado", lo nuevo y lo nunca ensayado nos dejaron para el final para tener más tiempo y repetir sin prisas. 

No sé si antes de que llegaran todos, Paula y yo, solos,  hicimos un ensayo, la verdad que no lo recuerdo. Pues antes de entrar nosotros, había un grupo cantando al nacimiento del Niño Jesús.

Os cuento todo esto, para que sepáis más de mí, pero el verdadero resumen de la mañana sería,  llegué, me senté, esperé, bicheé mi nuevo móvil  me subí al escenario, me senté, solté el texto y me fui, hasta luego.

A nivel interpretativo decir que fue ensayo nulo, porque el personaje eran 4 frases, súper poéticas, sin hilo argumental, ni nada donde agarrarse, por tanto, no tenía pillado ni un personaje, ni una situación, ni un estado de animo. 

Era como hacer de rapsoda, salir, decir las frases que sonaran bonitas, esperar a que Paula acabara su baile y marcharme. No había más y de ahí no podía rascar nada.

Había una frase un poco más siniestra que hablaba de tinieblas y otra que hablaba de melancolía y sí intenté dotarlas de dichas emociones. 

Por lo que se ve, Edu quedó contento con ese primer pase de ensayo, que no fue necesario, ni ahondar, ni repetir más, ahora a casa a almorzar, descansar y preparar el vestuario pues mañana se estrenaba.


Málaga, sábado 4 de noviembre de 2023.




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