LA HISTORIA DEL CIELO AL INFIERNO JAMÁS CONTADA.

Hoy miércoles 16 de agosto del 2017, cumpleaños de Madonna, publico está entrada, donde os cuento la crónica de, La historia jamás contada, que representamos el pasado jueves 10 de agosto de 2017.

Como han pasado tantas cosas debido a la feria y llevo encima tan pocas horas de sueño me parece que del jueves anterior pasó hace un mes, así que, no puedo haceros muy larga esta introducción, porque no puedo recordar mucho, solo decir que la noche empezó muy bien, vamos yo me sentía en el cielo, pero luego debido a los minutos y a los virus, fuí bajando y llegué al infierno.

No me enrollo más porque tampoco tengo mucho más que decir y os dejo con las crónicas escritas post pase.

1.-PERFECTO.

No tengo mucho que contar de este pase porque todo ha sido perfecto.

El público estaba atento a todo, iban muy compactos, risueños, eran divertidos, se han oído carcajadas durante mi actuación y en todo momento, estaban metidos en su papel.

Había muchos niños, pero muy educados.¡Qué raro!. Estos participaban, hablaban, comentaban, pero todo con mucha educación y con ganas de reír, de divertirse.Pero ya digo en su sitio, yo me he dirigido y he tocado a muchos de ellos.

No había, a penas, calentado el personaje cuando oí a Rebeca y empecé. El principio ha sido, lento, pausado, con señorío, sin desesperación. Quise hacer un cambio y ha quedado genial. Tengo que arreglar algunos movimientos, pero cuando he acabado y mientras bajaba la escalera de la casa me he dicho: "Esto está perfecto".

Con Rebeca cada vez mejor, más natural, más divertido, más filim entre ambos personajes y la gente ha vuelto a reír, con nosotros, sobre todo en el final.

El discurso muy bien, Rebeca ha intervenido, improvisando y a la gente le ha encantado. Lo he visto un poco rápido y muy gritado, pero yo bien. La gente ha desconectado un poco quizá porque yo no los miraba a los ojos.

Mi primera broma ha gustado mucho y la última ha vuelto loco a todos.

Mi desesperación ha sido un poco improvisada, pero muy divertida y mucho más real y natural que nunca. Hablando cara a cara, tocando a la gente y ellos encantados.

El final con Ursula, un poco largo, pero mejor que nunca. Hemos limpiado más y los niños, al ver lo que pasaba, estaban super alucinados.

El final del final, muy corto,pero algo que  agradezco.

Yo he estado bien, contento, el público también así que, perfecto.

2.- VIRUS Y BOCA

Otra vez los compañeros achuchando con el tiempo, esto de acabar un pase y tener miles de mensaje de Whatsapp diciendo que recortes el texto, que se solapan los grupos y que es por mi culpa, me agobia. Tengo la sensación de que todo sale mal por mi culpa, además, como recorte más dejo de hablar.

Este grupo ha sido más lento,porque iban con carritos de niños pequeños y tardaban en salir, pese a eso, en este pase he vuelto a recortar.

Fue el pase de la boca, porque ha sido la protagonista, me he trabado un poco con Rebeca, he soltado un "recidir", he dicho alguna palabra mal, etc. Vamos que la boca ha estado más tonta que todo.

El discurso bien, he recortado un poco, pero creo que tendré que quitar más. A la gente no le llegó. Las bromas perfectas y el juego con el público también.

La desesperación, la he notado más natural, me ha llegado antes y mucho mejor. El público estaba muy atento, pero creo que mi desesperación no la han entendido, al menos yo lo creo así, no sé si será  real.

De nuevo un grupo entregado, pero menos que el anterior. La parte con Rebeca perfecta, con Ursula también. El publico muy atento, pero este pase me he notado más flojo. Creo que el resfriado, esta minándome, me duele el cuerpo, la espalda, el estomago y si bebo agua me duele tanto la garganta como el estomago y eso quiere decir que tengo todos los síntomas para resfriarme.

Muy bien todo, pero ellos más sosos y yo más cortado.

3.-NO PUEDO MAS.

Mi garganta se está quebrando por momentos. Estas subidas y bajadas de temperatura, esos excesos de sudores y de pronto un aire acondicionado, no son buenos y los virus avanzan por mis venas. Qué ganas tengo de acabar ya. He empezado, otra vez, el pase, como hace unas semanas, con el estrés de correr, me tienen muy cansados.

He empezado muy bien, pero notaba rara la garganta y la voz no me salía limpia, se me perdía  por momentos,creo que desde el patio no se me oía bien.

Con Rebeca, perfecto, tanto arriba como abajo. Ha habido mucho juego y la gente muy metida.

El momento de buscar las gafas ha gustado y la primera broma, también, en el principio de mi discurso, ha habido olés y aplausos. Pero estando tranquilo, haciendo mi discurso, he oído una voz muy fuerte y pensé que era Dani que ya estaba con Rebeca, o sea, que había dos grupos completamente solapados, me he puesto nervioso y he empezado a correr. He corrido  todo el texto, no he parado de correr y he ido todo el pase acelerado, la gente no lo ha notado, ha salido muy bien, pero yo iba con el  piloto automático puesto y a correr.

Y digo yo, porque no recortan ellos un poco su texto. Siempre lo tengo que hacer yo, a mi también me gusta hacer mi texto bien. 

Estoy con virus, cansado y cabreado. Esto es un mal broche para el pase.

4.- BAJO LA ATENTA MIRADA DEL RELOJ:

Empecé el cuarto pase, el último, cansado por los días que llevaba, con ganas de acabar por el calor que tenía, sin fuerzas porque cada vez me sentía más resfriado y sobre todo nervioso, agobiado y cabreado porque de nuevo tenía que correr el texto, recortar, acabar pronto y controlar muy bien el tiempo porque mis compañeros estaban pendiente de ello.

Este pase controlado por el reloj, lo inicié a las 23:35 según el reloj de bolsillo de Jorge Loring a esa hora me asomaba a la balconada a hablar con Rebeca y cuando abrí los ojos tras mi final eran las 23: 52 o sea, habían pasado 16 minutos justos en hacer todo el pase y decir todo el texto en solitario y las partes comunes con Rebeca y Ursula, Ya me había ahorrado 4 minutos. Yo estaba aportando cuatro minutos más para que los grupos no se solaparan y aun me pedían minutos y me decían que cortara, pues que los demás den de sus minutos.

Por todo eso y para saberlo todo, miré el reloj, al asomarme al balcón, antes del discurso, al cambiar de habitación y cuando abrí los ojos tras mi final.

Y puedo juraros que así no se trabaja bien. Intenté darlo todo, creo que estuvo bien, el publico reía, jugaba y comentaba, pero me daban mucha pena porque yo no se lo estaba dando todo, hubo momentos donde no sabía como moverme y me liaba con el texto, de hecho hubo un  momento que no sabía que decir o que empecé palabras que no eran, pero la presión ejercida por los compañeros se me notó en el trabajo.

Tras acabar los pases lo comenté y no hay mayor problema.