Hoy, miércoles 9 de agosto del 2017, el viaje hacía el Botánico y sobre todo lo que ha ocurrido antes de salir, ha sido un autentico paseo o más bien un viaje por el tiempo.
Después de casi cinco días de: trasnochar, de horas y horas en la playa, de comilonas, camperos, días de piscina con Anai y Salvi, juergas con Jorge y las visitas de los dos David, el volver a la rutina era complicado, así que, tras una buena siesta y el calor reinante, me subí a mi dormitorio, puse el aire acondicionado y me tumbé a pensar en nada y de pronto mi móvil vibró y me puse a hablar con alguien.

Esa conversación era, con una persona que desapareció de mi vida, sin previo aviso hace tres años y ahora volvía.

Hoy, en el coche, no nos acompañaba mi mamá, tenía cosas que hacer. He ido delante con papá y con el aire acondicionado, excesivamente fuerte, dándome en la cara.
No iba yo muy charlatán, porque no tenía ganas de volver a la rutina y porque iba haciendo, mi propio paseo por el tiempo, recordando lo hablado y ocurrido con esa persona, también iba respondiendo al móvil.
El camino se me ha hecho muy corto, pero mi cabeza estaba en otra cosa y no en el jardín.
Cuenta, cuenta, cuenta.
ResponderEliminar