Esto no quiere decir que yo haya hecho un viaje solo por sacarme una foto, sino que la verdad, la verdad de la buena, es que esta entrada está escrita solo como excusa para poner estas fotos.
Escribía esta entrada, hoy, miércoles 23 de agosto del 2017, en un lugar tranquilo de la finca pero corté de escribir porque: Estaba sentado, tranquilamente, escribiendo, cuando de pronto, en pleno bosque, ha aparecido una bella ardilla, me puse a mirarla mejor y la bella ardilla se ha transformado en toda una rata hecha y derecha. Esta tras verme se quedó quieta y no ha huido, sino que ha pasado por mi lado, muy tranquila, para dirigirse a su destino. Esta vez el asustado he sido yo, a las ardillas les puedo, ellas se asustan de mi, pero con esta señorita no pude, me levanté y me fui.
Tras la visita ratuna, os sigo contando. Hemos salido puntuales, mis papas y yo de casa, a las 19:30.
Ha vuelto a ser un viaje con cortes y paradas. Paradas porque hemos dejado a mi sobrina en su casa y cortes porque hemos tenido que cambiar de camino debido a que estaban limpiando las calles.
A las 20:00 hemos llegado al jardín y ya estaban todos.
Eso sí, la entrada de este viaje, la estoy escribiendo durante mi tiempo de soledad, puesto que durante el previo ha sido imposible escribir, ya os contaré en la próxima entrada por qué.
Durante el viaje estaba, yo, en otra cosa. Antes de venir y tras la ducha me pesé y pesaba cerca de 61 kilos, en pocos días había engordado cerca de dos kilos. Además no tengo ganas de entrar en la rutina diaria de dieta y entrenamiento y por tanto es normal, de nuevo mi barriga sobresale de la camiseta y eso ocupó mi cabeza todo el viaje.
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