Como todos los miércoles de madrugada, antes de escribir las crónicas post-pases de Un paseo por el tiempo, os hago una pequeña introducción.
A parte de comentar, en esta, los aspectos más generales de los pases para ahorrarme escribirlo en cada crónica y sobre todo para ahorraros leer tres veces lo mismo, hoy, también, os quiero comentar, mis sentimientos justo antes y después de actuar.
Puedo deciros que antes de empezar, tenía una idea que, desde ayer, me ronda la cabeza como un " run-run" constante y es el hecho de que conocidos míos, muy conocidos, muy amigos y muy buenos artistas se van a Madrid a vivir. Jamás he sentido el más mínimo impulso para irme, pero esta vez y en las condiciones que se van ellos, me encantaría hacerlo. Es algo que no me preocupa, pero que me ronda. Eso y cosas personales. Ambos hechos me han llevado a no tener ningunas ganas de prestar mi cuerpo y mi voz a Don Rafael. Porque no quería salir de mis temas y que entrara él. Porque, como siempre digo, con Don Rafael no se actúa, yo le cedo mi ser.
En segundo lugar quiero hablar de como me sentía al acabar. Me sentía pleno. Al ver la ropa de Don Rafael, de nuevo, en ese baño, arrugada, sudada, sucia, pero con la esencia de Don Rafael, sentía que volvía a ser yo, ya no era él, pero ahora, yo,estaba relajado al cien por cien, limpio, todas mis preocupaciones se habían ido. Porque durante una hora y algo no había vivido yo sino él. Y eso es actuar de verdad y eso es algo maravilloso que me hizo irme a casa lleno de vida y felicidad.
Por último y antes de dejaros con el resumen de cada pase deciros, que hoy, miércoles 23 de agosto del 2017, los grupos eran de un tamaño perfecto, ni muy grandes, ni muy chicos, eran unos grupos que estaban muy pendientes, que disfrutaban de todo, que se reían mucho, que han aplaudido, pero eran muy educados,todos han aceptado las bromas, todos han jugado, pero al ser tan correctos, Don Rafael no ha podido desplegar toda su "poca vergüenza".
Andaban bien, pero no muy rápidos y Don Rafael ha hecho que todo fluya y que no se pise ningún grupo, aunque con el fluir lento que llevaban yo pensé que sí.
1.- UN DON RAFAEL CERVANTINO:
Ahí es nada, hemos tenido adivinanza de Don Miguel de Cervantes, nada más y nada menos. Un señor me ha dicho, durante la subida al mirador, un pareado. Una vez en el mirador, lo he subido a la pérgola, para que nos dijera el pareado y él nos ha dicho todo un poema. Poema que luego nos aclaró que era una adivinanza. A la bajada del mismo, la ha vuelto a repetir mientras yo la decía en voz alta y las personas debían adivinarla.
Pienso que la solución, que no nos la dijo, era la virginidad o la honra y como era algo sexual, Don Rafael lo ha aprovechado para jugar y para alardear de macho y del "machismo" de la época.
Estas cosas me encantan, porque hacen que los pases sean vivos y se pueda aprovechar todo lo que el público te da. He cambiado cosas, en el momento, para meter todo esto. De hecho, la pesada, bajada del mirador se ha hecho muy corta y divertida.Gracias a este señor y su adivinanza.
Ha sido, el grupo que mejor ha llegado, al inicio de mi actuación, de todo el verano. Yo andaba mirando mis palmeras y notaba como llegaban de forma muy sutil, muy silenciosa y cuando, casi, ya estaban todos, me volví totalmente sorprendido y quedó genial, porque empezaron a reír y escuché el típico "ostia tu" de los vascos. Ese es el indicio de que el grupo ya sabe que soy vasco, olé yo, y que tienen ganas de pasarlo bien.
El monologo inicial, me resultó incomodo porque los tenía muy mal colocados. La subida, estuvo bien, jugando con un adolescente, llamado Jaime que me siguió las bromas en todo momento y el momento del mirador, con el señor de la adivinanza fue mágico. Estaban todos muy desperdigados pero yo iba entre ellos y los notaba atentos y con ganas de jugar. Era como una verdadera conversación entre un anfitrión y sus invitados.
La bajada muy distendida y el final igual.
El texto al principio lo noté un poco rápido, pero luego, ya digo, fue una conversación entre amigos.
Los dejé hacerse fotos en el mirador, de hecho una señora me pidió una, pese a que no eran muy rápidos me jugué que se hicieran fotos, porque se habían portado muy bien, a sabiendas que podía llegar tarde al siguiente pase, pero no fue así.
Volví del pase, satisfecho, contento, todo había salido muy bien, nada especial y fantástico, pero si había ido todo tal cual está planteado. Risas, conversaciones, fluidez y diversión. Todo ok, pero eran tan educados que ha habido mucha conversación de la época y poco cachondeo "burro" de Don Rafael.
2.- TOSIENDO CULTURA Y PALABRAS EN VASCO..
Este ha sido un pase muy pesado. Empezó a mejorarse a la bajada del mirador, pero el principio fue un poco pesado, por muchas razones.
Hubo un momento, especialmente, en el mirador y en su bajada que iba como un ratoncillo huyendo el peligro. El peligro no era más que los asistentes a este pase, ellos bajaban del mirador y yo iba escabullendome entre ellos para que no pillaran ciertas personas.
Uno de ellos era un vasco, bueno no sé si era vasco porque tampoco le he dado mucha bola, pero era un tío que sabía euskera y empezó a insistir que hablara euskera con él. Yo pese a que le decía que no, que si los demás no sabían el idioma no era bueno hacerlo, él insistía e insistía, supongo que para dejarme en evidencia, yo traté de ignorarlo todo el camino, hasta que bajando del mirador le invité a cantarnos algo en euskera para una chica que era su santo. ¡Pobre al final fue él el que quedó en evidencia!. Con Don Rafael no se juega.
Igualmente y además de este muchacho había otra señorita, que cuando me acercaba a decirles algo empezaba una retaila en euskera y yo a esa la ignoraba directamente y punto.
Luego tenía al erudito, un señor mayor muy alto, que empezó a darme lecciones sobre la procedencia de los cipreses del mirador y de como se realiza una subasta cuando solo hay una persona pujando. Como era muy educado no quise cortarlo pero pasé de él en la primera de cambio.
Y a todo esto le unimos que unos niños nada más llegar me llamaron: " Hola señor Echevarria" y no pude realizar bien mi entrada y que en mi primer monólogo, la garganta empezó a picarme y no decía dos palabras sin toser. Intenté disimular, pero pasé. Pensé:" Don Rafael, hoy, tiene tos y eso es lo que hay, pues a meterlo en el personaje y listo".
Pero todo ese infierno cambió cuando bajando del mirador me enteré que entre nosotros iba una chica llamada Rosa, que era su Santo y le cantaron " feliz en tu día". Esa canción es de los años 60, por tanto, Don Rafael no podía cantarla ni saberla, pero insté a que el grupo la cantara a otras dos chicas, Rosa y María del Mar, que también era su Santo. Eso hizo que todos rieran mucho y lo pasáramos muy bien bajando. De nuevo cambié el espectáculo, porque había surgido algo espontaneo que quise aprovechar.
El final muy bien, el erudito me dio la razón con el tema de la arqueología, tras recibir un corte. Como siempre, todos están en contra, pero al final me dan la razón, con una sonrisa en la boca.
Era un grupo muy lento, pero muy respetuoso y muy dispuesto a hablar pero no a "gamberrear".
Como también habían sido buenos, les hice jugar, a dos enamorados, un poco sordos, en el banco de los secretos.
3.- MI "GRAN COMPI", LA SEÑORA DE ALBA Y LA DE CORDOBA.
Otro grupo muy fluido y muy bueno, por buenos los dejé hacerse fotos en el mirador y jugué con ellos en el banco de los secretos.
Este pase iba cargado de personas, amables, risueñas, juguetonas y encantadas con todo lo que ocurría a su alrededor.
De nuevo no me dejaron empezar bien el pase, porque me saludaron antes de tiempo, era un pase con muchos niños, pero que luego se portaron muy bien y fueron muy atentos y encantadores en todo momento.
Había dos pequeños llamados Rafael, que se me presentaron como tal: " Hola yo me llamo como tu", por cierto, de los Rafael, el más mayor me dijo que era el que más interactuaba con el publico, el más divertido y el que más le había gustado de todo. Fue entonces, esto era de vuelta por el paseo de las palmeras, que lo invité a pasar unos días en la finca. El chico era portugués y lo invité, también, a que cuando fuera mayor fuera el administrador de la finca. A lo que saltó una señora de Córdoba, Ana, que creo que era su abuela y comenzamos a hablar de eso y Don Rafael, por primera vez en la noche, pudo ser borde y gamberro con la señora, que no paraba de reír.
Esta era una señora encantadora que estaba deseando hablar conmigo y en cuanto le di pie, al regañarle por ir la primera y no esperarme, no paramos de hablar, de reír y de discutir. Un encanto de señora.
Y acabo la noche con el broche de oro de la señora de Alba y mi gran compi Juanfra.
Sabía que en el pase iba la madre de Ursula, la señora de Alba y aunque la busqué muchas veces y la intenté animar para entrar en el juego, no lo hizo. Hasta que al final la cogí del brazo y tuvimos una conversación muy fluida, muy graciosa, muy linda y sobre todo muy cariñosa. En el mirador me dedicó un aplauso y al irse me dio dos besos.
Y el otro no sabía que venía era Juanfra, mi compi de los cumpleaños. Hablé un buen rato con él , me fue muy grato encontrarlo, pero tampoco quería darle mucho la paliza y solo hablé un ratito con él y su chica. Me alegró mucho verlo, verlo reír y hoy me ha mandado un mensaje diciendo que hice muy bien de vasco y que lo pasó muy bien. Olé.
PD: Estos tres grupos han sido los únicos del verano que el mirador han seguido muy atentos, cuando hablo del arroyo de la ninfa.
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