Me esperaban mis compañeros sentados en la acera de frente. En un escalón, Gema y otro chico.
Un chico joven y nuevo. Nuevo para mí, claro está, pero no para el proyecto. El chaval ya llevaba tiempo en la empresa, por lo tanto , yo seguía siendo la última incorporación.Pues nada, entramos al cementerio inglés hablando o más bien organizando el trabajo. No era mi primer previo ni alli, ni con la empresa, Historia de Málaga Viva, pero como si lo fuera.
Me estrené yendo a ver a los compis, para saber cuales serían mis personajes, la siguiente visita fue para ensayar con la jefa, mi estreno se suspendió por lluvia. Mucho tiempo después logré estrenar y en esa ocasión iba auspiciado por la jefa, que pasó casi todo el previo de ensayo conmigo, por tanto ahora, mes y medio después, esta era mi primera vez, independiente, como un "hombrecito" separado del nido.
Eso sí un " hombrecito" fuerte, en septiembre fui, a causa de una "experiencia extraña" en teatro, un poco inseguro o mucho, pues hasta en el ensayo con la jefa, Isa, pedí empezar de nuevo pues me lié con el texto, pero está vez ya no. Esta vez iba fuerte y sereno, como cantaba Isabel Pantoja, Tú no me vas a hundir.
No quería fallar, no quería que nada saliera mal, ni tampoco quería parecer, ni un friki, ni un vago, asi que pasé todo el tiempo, tras la compi, Gema, ayudándola en sus tareas y siguiendo sus instrucciones, que básicamente consistían en ir poniendo velas ( de ahí que no tenga muchas fotos).La acompañé enciendo todas las velas que ella iba colocando.
Si no recuerdo mal, creo que una parte la hice yo solo, luego con ella, luego con el chico, hasta que todo se quedó listo.
Son unas visitas que ya llevan muchos años haciéndose, con una periodicidad semanal. Es una maquinaria, que cuando se ponen en funcionamiento todos los engranajes trabajan al cien por cien y se repiten los movimientos casi milimétricamente, por tanto, para el que llega de nuevas, puede apabullar, pero con la asesoría y la compañía de Gema es fácil.
Lo que pasa que como ella misma dice, es una fuguilla y cuesta seguir el ritmo, no porque sea difícil sino porque ya lo tiene automatizado.
Eso sí recuerdo, los momentos de espera que pasé esa noche con ella, fueron muy divertidos, bueno si es gaditana que más se puede decir.Todo organizado, si no recuerdo mal, hablé un rato con el chico nuevo, un auténtico encanto, pero mucho. Con una atención, porque yo era el nuevo, desbordante, quitándome tareas, apoyando, aconsejando. Un chaval encantador.
Se acercaba la hora, así que me fui a vestir. Mi primer día, la jefa, me indicó que podía hacerlo en el baño y ya siempre lo hago ahí.
No por nada, sino porque el otro lugar es muy pequeño, el vestuario puede sufrir, estamos los dos compis muy pegados y a mí me gusta que ese sea un momento de más intimidad, no por pudor a la hora de estar ligero de ropa, sino de encontrarte contigo mismo, por salir de tí y entrar en el personaje, tu momento de concentración etc.
Puse mi musiquita y en el baño desaparecí para dar paso al señor Williams.
Subí a la parte más alta, solté el vestuario, y ya en compañía de Álvaro, el chico encantador, esperamos la señal, vía WhatsApp, de que empezamos y me fui.
Esa señal es un protocolo, que me genera cierta ansiedad, menos mal que al ser el nuevo yo no me encargué de dicha tarea.
Bueno os dejo que empezamos.
Málaga, vienes 18 de octubre de 2024.
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