REUNION O NO SE QUE DE HALLOWEEN

 

La fiesta de Halloween, voy a una fiesta en Halloween, ¿ De qué te vas a disfrazar en Halloween?. 

Todas estas son frases muy comunes, ¿ A que sí? Pues claro porque Halloween es una fiesta. Si me apuras la primera tras el verano y casi la que da el pistoletazo de salida a la Navidad, pues al día siguiente María Carey ya está dándonos la tabarra, pues bien para mí, sabéis y lo he dicho, creo que una infinidad de veces, no lo es, al contrario.

No me gusta, no me gusta nada, de nada, pero en cambio y como le decía días antes a mi madre, soy un privilegiado, porque el primero de noviembre se mide siempre en dos vertientes: Halloween y Don Juan Tenorio y llevo muchos, pero muchos años, que tengo trabajo en ambos.

Pero a lo que vamos, que no me gusta, que nunca me divierte y jamás lo he pasado bien y este año no iba a ser una excepción. No me gusta ni prepararlo, ni estudiarlo, ni ensayarlo, ni hacerlo, pero tenía trabajo y claro está, había que enjaretarlo. 

Y para eso nos reunieron una mañana temprano, concretamente la del mismo viernes que por la tarde actuaba en el cementerio inglés. 

Me habían citado muy temprano.

Mi personaje salía a mitad de la visita con lo cual, el organizador, mi compañero y mi grandísimo amigo, Dani, me dijo que en cuanto yo acabara mi parte podía irme sin compromiso alguno, aunque si me quedaba pues mejor, pues le podría ayudar.

Yo le dije que no si no se retrasaba todo yo me quedaba sin problemas, pero que él ya sabía que en Halloween no era yo especialmente creativo. 

Pero el día amaneció con agradables temperaturas, con un cielo celeste, sin nubes, con sol, había madrugado para hacer deporte, desayuné con los papás y con tiempo más que suficiente pillé el bus. 

Más que la fiesta del otoño parecía que íbamos a preparar la fiesta del inicio de la primavera y como he dicho, ya varias veces, estaba más delgadito y me puse ropa primaveral, camisa y pantalón, así que fui con muchas ganas.

Pensareis que me he comido muchas entradas sobre este proyecto, porque desde la que conté que había leído el guión, día 1 de octubre, a ahora no había escrito más, pues no me he comido nada, es que no había hecho nada. 

Por el camino, en el bus me volví a leer el texto y poco más. Si es que era muy poco, muy poco.

Llegué a tiempo y directamente entré en la casa de los administradores,  a la derecha me fui. Allí saludé a Soraya y Samuel.

La verdad que tras el  verano tan corto que he pasado este año en el jardín, volver al botánico fue una alegría y me sentí muy bien en dicho lugar. Me encontré a los antiguos compañeros. Lo único es que al haber una nueva empresa gestora uno ya no se siente como en casa. 

Fue Soraya, la que me indicó que los compis ya habían llegado y era cierto, allí estaban todos al otro lado de la entrada, en el lateral izquierdo de la puerta. Álvaro, Lorena que me encantó verla y la nueva jefa, pues yo entré tan a lo mío que no los vi.

Nos saludamos, esperamos escasos 3 minutos a Dani y comenzamos. 

Lo primero lectura del guion. ¿ Donde? Pues fuera en una mesita de madera del jardín, bajo el sol, tranquilos. ¡¡ Qué maravilla!!. 

Allí el elenco completo menos un chico que no podía venir, éramos los ya mencionados y dos niñas nuevas muy tímidas, Soraya y la jefa comenzamos a leer. 

Y eso hicimos, simplemente leer. Se leyó el guión que era muy breve, se cuadraron horarios para el día de la visita, se describieron los vestuarios de los personajes y fin. 

A mí me dieron carta verde, en cuánto a horario, pues yo salía del trabajo a las 18 y el primer pase era a las 19.

Acabada la reunión, los jefes se quedaron en las oficinas, y Dani se fue con las nuevas a realizar el recorrido para que lo llevarán seguro y los demás nos podíamos ir.

Pero tanto Lorena, Álvaro y yo decidimos quedarnos. 

Y lo pasé muy bien. Tranquilito, paseando, recordando vivencias en ese jardín, viendo su belleza, con el cariño siempre presente de Lorena y gamberreando y bromeando con Dani. 

Básicamente el trabajo fue ese. Pasear relajado. Cuando Dani estaba organizando cosas meditaba sobre tiempos pasados y  gamberreando con él cuando estaba libre.

Por cierto, entramos a la casa por la parte de arriba que me hizo recordar mi verano de Loring. 

Acaba la visita a casa. Yo como llegaba justo de tiempo me llevé mi vestuario  y de vuelta me vine paseando con Álvaro. 

Málaga, viernes 18 de octubre de 2024.