domingo, 2 de abril de 2017

A SACO HICIMOS REÍR A LOS GRANAINOS.


Hoy, sábado 1 de abril del 2017, ha habido como en los toros: "diversidad de opiniones". Tres personas nos veníamos en el coche procedentes de Granada: Nora, Steven y yo y cada uno llevábamos una opinión.

La mía ha sido un poco improvisada y se la he dicho a Nora mientras íbamos a mitad de camino y a Nora le ha gustado. Era la siguiente: "Debes de estar contenta, porque hemos actuado ante un público que no conocíamos, que no nos conocían y hemos logrado que sonrían y que se lo pasen bien. Ha habido fallos, pues sí, pero ellos no los han notado. El éxito del viernes pasado estaba asegurado porque estábamos rodeados de paisanos, pero en Granada hemos tenido éxito con personas totalmente desconocidas. No hemos estado brillantes pero hemos vuelto a triunfar. "
 



Oye y la he con-
vencido.


La verdad que se han juntado muchas cositas pequeñas. Primera el público, quizá no era el más propicio para nuestra obra. Esta obra es interactiva cien por cien, puesto que el público es necesario y forma parte de ella, pero quizá el público de hoy era un público más mayor, más experto en teatro, que está más acostumbrado a sentarse y que se lo den todo.

Además vuelvo a decir no nos conocían de nada y teníamos que levantar sus risas y llevarlos a nuestro terreno y creo que lo hemos conseguido.

Nora de nuevo ha salido sería: "Bien chicos, Bien chicos" pero poco más, ya de vuelta se ha desnudado más y nos ha dicho porque estaba sería, nada tenía que ver con nuestras actuaciones pero cosas externas la han tenido preocupada.


Para nosotros la opinión de Nora es la esencial. Porque es la autora, la directora y la que más le duele que llegue su mensaje y por supuesto porque es la más objetiva, sus ojos son nuestros ojos.

Pero hoy debo estar un poco en contra de su opinión. El público era menos numeroso que en Málaga por tanto, se oían menos risas y es un público más duro, menos jaleoso que en Málaga, pero si debo de decir que desde donde estaba Nora no oía bien al público, pero ha estado riendo en todo momento. En momentos muy puntuales han comentado: " pobre" o " que palo le está dando" o " ay" y muchas frases más. Cuando empieza la Rollerterapia, el público ha reído mucho, al final de mi intervención, también lo han hecho y han aplaudido  un montón.

Al saludar yo he oído bravos.


Así que vengo contento, agotado pero contento. Pero si es verdad que la opinión de Nora me influye mucho y si ella esta fría yo también.

Estoy contento, pero no eufórico, porque he notado que no he estado metido al cien por cien, esta vez no ha habido una montaña rusa de sentimientos, ha sido todo, en cierto punto, llevado.

Por ejemplo, no tenía un contacto tan directo con el público, pero esto no ha quitado que haya momentos en los que  he guardado silencio, para disfrutar más mi gestualidad y ver como el público respondía y lo agradecía.

Pero mientras el viernes pasado mi personaje se apoderó de mí y me llevó, hoy, yo actor, controlaba un poco al personaje para satisfacer más al público.
 
Aunque la verdad es que ha venido mi amigo David a vernos y para mí ha sido todo un honor. Él suele ver teatro y yo lo he oído de reír varias veces, cuando él no suele reír mucho.

Además un amigo que iba con él me ha destacado: la energía que desprendemos, como vamos haciendo picos altos y bajos pero siempre al cien por cien, que no dejamos al público descansar, que no hay ni un momento de aburrimiento o de mirar el reloj y eso al fin y al cabo, fueron los mismos piropos que nos dieron el  viernes pasado en Málaga.

Mención especial a Steven, hoy lo hemos destrozado. Ya digo, Nora y yo, desde nuestra llegada a Granada hemos trabajado, hemos montado, paseado, descansado etc. Pero Steven desde las 15:50 ha estado trabajando, con las luces y el sonido, hasta las 20:50 que se ha fumado un cigarro, se ha cambiado y ha comenzado, a las 21:30, a actuar. Ha estado cinco horas en escena y eso solo lo hacen los grandes.

Nunca dudé que Steven lo fuera, pero hoy me lo ha demostrado, él no es un actor, él no trabaja como actor, sino que es un tío que ama el teatro y de esos hay muy pocos. Los cuenta con los dedos de la mano y te sobran tres. Y yo afortunado de jugar en esa liga.

Hoy he visto que Steven también es humano, pero como somos un equipo perfecto, pues en escena nos hemos compenetrado al cien por cien y nos hemos dado cada uno lo que necesitamos y listo. Campeón que pedazo de abrazo me ha dado tras la función.

Acabo ya,  diciendo solamente que he acabado la función con el dedo gordo de la mano derecha morado y que mi amigo David me ha dicho que, hace poco fue a ver a Antonia San Juan, de la cual es fan y que no sabe que pieza le ha gustado más ella o nosotros porque hemos estado a su nivel.

Por cierto, que teníamos vendidas muy pocas entradas y hemos acabado con la mitad del aforo completo. ¡Ole En Blanco Teatro!. Del cual ya formó parte,
aunque sea un saquito, digo un poquito.

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