domingo, 18 de noviembre de 2018

COCINANDO PLATOS SUELTOS PERO CON DETALLES.


Si os cuento donde estoy... Estoy esperando el bus para ir al cementerio, rodeado de jovencitos que están hablando de los pokemon, oyendo música rara desde el móvil de una chavala y diciendo palabras como " quillo", "el nota", "to puesta" etc. Voy al duelo del familiar de un amigo, pero ¿ Sabéis de donde vengo? Pues una vez más vengo de las cocinas de la ESAD.

Son las 20:20 y hemos empezado a cocinar a las 17:30 o quizás un poquito más tarde. Las cocinas estaban a nuestra disposición a las 17:30. Yo he llegado dos minutos más tarde, pero he sido el que ha encendido las luces de las mismas, porque cuando he llegado, esta estaba llena de cuchillos, platos, fogones, ollas, especias y alimentos, pero no había cocineros. Tras informar a la maitre, Elena, de que había llegado, esperé unos minutos y apareció, cocinando ya el plato 9. Después de una pequeña charla y una flamenca explicación, cocinamos nuestro plato 9.

Lo hemos cocinado unas 4 veces, en la primera, nos liamos con los ingredientes y la culpa fue mía, después volvimos a cocinarlo sacando varias raciones del mismo, ya digo 3 más y en todas ellas he ido creando cosas, potenciando o suavizando unos ingredientes u otros. Esto ha sido muy provechoso porque tanto el plato, como Elena, lo han ido absorbiendo y se han hecho versiones muy buenas.

Después ha habido un descanso, hoy viernes 16 de noviembre del 2018, era el día internacional del flamenco y como buenos andaluces el equipo de Saborearte, ha dedicado un momento a honrarlo:  primero porque yo he ido caminando desde casa a la ESAD y oyendo dicha música y segundo, porque por motivos personales, que no vienen a cuento, Elena, Paula y yo hemos visto en el teatro de la escuela, un cuadro flamenco y ¡Olé!.

Tras el homenaje de nuevo a cocinar, se ha repetido varias veces el plato 1, creo que este se ha hecho tanto que en vez de mejorarlo ya cansa. Me encanta la paella... pero... ¡¡ Todos los días!!.

Después se ha cocinado el 2, el 3 y el 4. El 2 ha quedado muy bien y creo que hoy se ha oído muy chulo, el 3 ha mejorado un montón y en el 4 me ha sorprendido la capacidad de trabajo del cocinero Raúl, que ha puesto en práctica todo lo trabajado ayer y creo que con mucha naturalidad y mucho acierto. Yo no cocino el plato 4, así que, me aparté, pero Elena me pidió que le acompañara en la capitanía del cocinado y lo hice (de nuevo otra referencia a Masterchef). Hubo un momento, al principio del cocinado del plato 4, donde le dije a Elena:" ¡ Qué bonito!!" y es que estaban cocinando súper bien y el plato estaba oliendo ( sonando) a Gloria Bendita.

Después vino el 5 plato, el mío con Raúl. Por fin íbamos ofrecer a Elena el plato que habíamos cocinado en soledad. Hemos hecho dos raciones y Elena tras saborear la segunda  nos ha felicitado. Además me encantaba la cara de complicidad que ponía Raúl, antes de comenzar en plan:" Luzcamos nuestro trabajo ante ella". La hicimos dos veces, porque al principio hubo algo de confusión, además me inventé un detalle que quedó muy gracioso.

Las cocinas estaban, ya, hasta arriba cacharros y nosotros muy cansados, así que decidimos presentar, entre Elena y yo, el plato 9 a los compis y acabamos el cocinado por hoy.

Eran las 19:35, hablamos un rato, ordenamos los ensayos y horarios del día siguiente y para casa, bueno yo para el cementerio.

Ha sido un buen ensayo, más bien un ensayo disfrutado. Quise aprovechar cada segundo, estar aquí y ahora y pasarlo bien. Además si mi sueño es ser actor, me impuse una obligación o consejo personal:” vive y ama los momentos donde lo eres y no estés todo el día con la cabeza en otras partes”. Algo personal me ha ocurrido en estos días que me hizo ir ayer al cien por cien con ese consejo  y  aprovechar y vivir el momento y lo hice.

Por cierto, acabamos con nuestros delantales manchados de harina, de chocolate, de salsas, pero también de risas, porque hubo momentos donde reí como un descocido, especialmente cuando Elena olvidó contar un detalle que preocupaba a Paula ( es un detalle personal y sin importancia, pero que cuando ocurrió yo no podía parar de reír) y por el acento maño de Raúl al decir, "palacio".

Creo que por primera vez, estamos haciendo ensayos relajados, repetidos y frecuentes y eso está haciendo que las escenas  estén empezando a disfrutarse y a pillar unos ritmos y unas entonaciones muy bonitas.

En un rato más.







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