domingo, 24 de febrero de 2019

ERASE UNA VEZ....UN CALOR.


Ya huele a Cuaresma, y aunque vengo reventado, voy caminando hacía un recorrido de capilleo por el centro. Son cerca de las 19:35. Vengo directamente de Teba y he pasado 4 horas y media entre autobuses y coches.

De estas, tres han sido viajando, y una parado dentro del autobús rojo de Teatrobus. Concretamente en la Calle Herradores, frente a la Plaza de la Constitución y el ayuntamiento de Teba. Localidad donde hoy, viernes 22 de febrero del 2019,  Miko (Natalia) y Alki (un servidor) hemos representado el cuentacuentos; Érase una vez…

El ayuntamiento de Teba anualmente nos llama para que le hagamos algunos de nuestros shows. Llevamos ya tres años visitándolos. Son muy apañados. Las dos chicas de la institución que nos han acompañado, nos han felicitado por nuestro trabajo, pero eso sí, la morfología y las construcciones de la localidad, hacen imposible que el bus se mueva por sus calles, ya que, se podría quedar atrancado en cualquier esquina o plaza, por tanto, durante la hora que dura el espectáculo, el bus ha estado parado en el lugar que os he dicho anteriormente.

No hacía mal día, al contrario, el sol era maravilloso y reinaba de tal forma, que parecía primavera, pero el buen tiempo ha hecho que el Érase una vez… tenga un nuevo protagonista. Además de Miko, Alki y el publico, ha habido otro más y bueno este nuevo protagonista casi se ha hecho el rey del espectáculo y ha estado apunto de acabar con la salud de algunos de nosotros y este fue: El calor.

En el lugar donde estaba el bus aparcado, daba el sol de pleno, eran las 16:15 horas y como las ventanas del bus está totalmente cerradas y tapadas  con unas cortinas gordas de terciopelo, se generó en el interior un efecto invernadero que subió la temperatura del bus una barbaridad.

Aunque el aire acondicionado estaba puesto y a tope, no se notaba nada, especialmente en una mitad del bus. En una parte hacía calor, pero en la otra era horroroso. A medida que los grados iban en aumento, tantos los niños como los adultos iban perdiendo concentración y  aumentando el rojo de su piel.

Para acabar el tema de la temperatura, decir que cuando abrimos el bus para hacer una parte que representamos en la calle, unos 8 o 9 niños abandonaron la representación en busca de aire fresco para respirar y ya no volvieron. ( También hay que decir que su edad era quizá un poco elevada para este show).

Mi puesto en Teatrobus es el de actor, pero también el de coordinador, por tanto, en todos los shows tengo organizado que yo sea el que abre los espectáculos, para así ser el primer contacto con el público y con ello saber como es, solucionar posibles problemas, organizar todo un poco etc. Pero esta vez le encargué ese "mochuelo” a Natalia.

Así que a las 16 :17, casi puntuales, se abrían las puertas del bus, los niños y adultos se encontraban con Miko y el show comenzaba. Pese a la cantidad de publico, el bus estaba a rebosar, hasta niños sentando en los escalones había, a un pequeño lio con la organización, a un fallo técnico y unas personas que llegaron tarde y cortaron la actuación y a no tener música ambiente, Natalia demostró ser una currante, una tía responsable y una amante del teatro y de los niños, puesto que en todo momento estuvo dándolo todo, creó un ambiente chulísimo, conquistó a los niños nada más salir y puso el nivel muy alto.

Los espectáculos en Teatrobus deben durar una hora. Este como es más de juegos, hay que improvisar mucho para poder completarla y para que no se haga monótono. Yo le pedí a Natalia, que improvisara mucho y no estuviera muy amarrada al guion, pues bien me hizo tanto caso, que la pequeña introducción, duró casi 9 minutos, de modo que cuando me tocó salir a actuar, ya, solo quedaban 50. ¡¡¡ Olé Natalia!!.

Alki salió y como Natalia me había dejado el público arriba me  los metí en el bolsillo en el segundo uno, los vi con caras de ilusión, con ganas de oír y con mucha atención, tras mi primer saludo, llegó mi interactuación con Natalia,  que casi no estaba ensayada y quedó perfecta.

Luego vino el primer cuento, ¡¡ Qué encantó!! Pero también, y hay que decirlo porque es verdad, nos salió muy bien, por ello, al acabar, despertó el aplauso del público. Disfruté mucho haciendo el inicio del cuento y vi como los niños y adultos lo pasaban muy bien ya que hice mil cambios de registros.

Después vino la primera canción. Como yo veía que debido a la edad, al calor que ya se empezaba a notar y a la cantidad de publico, este no iban a permanecer mucho tiempo callado o en su sitio, decidí sacarlos a bailar, al pasillo del bus, lo que animó mucho el ambiente, además como el bus no se movía se pudo hacer.

Después vino el segundo cuento. Este solemos teatralizarlo y suele salir muy bien, pero creo que esta vez no estuve muy acertado eligiendo a las personas del publico que nos ayudaron, puesto que no nos dieron mucho juego, es más no ayudaban y  creo que se hizo largo y no tuvo el efecto esperado, además el publico ya estaba muy alborotado, menos mal que Natalia me apoyó en todo momento.

El siguiente lo hizo ella sola y como ya hacía tanto calor y mi vestuario no ayudaba mucho, decidí salir de escena y quedarme delante con Diego, el conductor, desde dentro escuché como Natalia hacía el cuento y sonaba maravilloso. Además el público interactuaba mucho con ella. En ese tiempo de espera, me bebí casi una botella de agua y miré el cronómetro del móvil, quedaban 25 minutos, ibamos muy bien pero cuando me tocó salir, no sé a qué botón le di, que el cronómetro se puso a cero y perdimos el control del tiempo. Menos mal que estaba Diego que nos ayudaba.

Después vino otra canción Disney, dónde saqué a medio autobús para hacer una coreografía en el centro y Natalia a otros tantos y lo pasaron muy bien. Improvisé el baile, porque había un niño que ya estaba aburrido y se quería ir y con esto lo animé.

El siguiente cuento, era el del rey y el mago, mio. Este es bastante aburrido y triste la verdad, como los chavales estaban muy alterados y hacía mucha calor, lo conté lo más rápido posible.

Después vino la entrevista al público y el momento de salir a la calle a preguntar a la gente del pueblo. La verdad que la entrevista estuvo bien pero en cambio al bajarnos había poca gente en el pueblo y poco animadas a participar.

Me salté un cuento y eso hizo que pasáramos al penúltimo. Este es un cuento en el que suele interactuar mucho el público y suele gustar. Acertamos y triunfó una vez más.

Y llegó el ultimo cuento en este  Natalia, me hizo una señal diciendo : "Venga cuéntamelo rápido" Esa es la indicación  que nos dice que estamos agotando el tiempo. Me lo dijo una vez y no lo pillé pero la segunda sí. Conté el cuento lo más rápido posible y concluimos.

Gracias a Diego por avisar a Natalia que estábamos completando el tiempo. Al final hicimos una hora y cinco, así que perfecto.

Pese al calor, a la cantidad de público y al alboroto reinante,cosa lógica debido a la reducida edad del público, creo que el espectáculo fue un éxito.

Como siempre digo a mí me importa la retroalimentación, y esta vez fue muy buena, ya que  los niños, al bajar del bus, no salieron corriendo, deseando abandonar, si no que nos decían "adiós", despidiéndose de nosotros con una sonrisa, con cara de ilusión, incluso una niña me abrazó y los adultos, igual, sonrientes y dándonos las gracias, así que, había gustado.

La noche anterior estuve de juerga y apenas dormí, por tanto, estaba agotado y reventado entre eso y el calor, en cambio Natalia estaba con la adrenalina está arriba y me pedía más y más y más actuaciones.









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