jueves, 1 de octubre de 2020

RECOGIENDO LA ROPA "DULCE".


Una vez más tuve que escuchar, de boca de Edu, la frase:” Espérate que ordeno un poco y me voy contigo”. ¡¡¡Qué vergüenza‼. 

Volví a escuchar dicha frase en su trastero, en el local donde guarda todos los vestuarios de su productora Eventos con historia y ocurrió, una vez más, porque fui el último que llegué a dicho lugar a recoger mi vestuario para una próxima actuación. 

Y todo esto tuvo lugar el martes 18 de agosto de 2020.

Era la primera vez en mucho, pero mucho tiempo, que había quedado para tomar un café con un amigo, bueno puedo decir que hacía casi 6 meses, pues bien, lo hicimos en La Canasta de la Plaza de la Constitución y luego nos dimos un pequeño paseo. Mi amigo tenía que entrar a trabajar, pues tiene turno de noche y por tanto, sobre las 19:30 se fue para casa. 

Yo tenía 30 minutos para llegar del centro al local de Edu, o sea tiempo más que suficiente, pero como soy tan goloso y solo me había tomado una botella de agua, mis pies casi inconscientemente se dirigieron solos a la Heladería la Jijonenca para comprarme uno de mis heladitos de trufa. 

Esa operación conllevó que me desviara unos metros, que esperara mi turno, que caminara más lento porque iba comiendo y que la suma de todo eso hiciera que llegara al local con retraso. 

Cuando llegué, mi compañero Pachi estaba dentro, pues se probaba su ropa. Saludé, Edu me invitó a entrar, pero por el tema de las distancias decliné la invitación. 

Esperé mi turno, Edu me dio mi ropa, por cierto, que me gustó mucho, sobre todo mi delantal y terminé. Me despedí de Edu y este me dijo la frase con la que inicié esta entrada. ¡¡¡Joo una vez más fui el último en llegar!!!. Gracias Edu por esperarme y aguantarme. 

Salimos juntos, charlamos en la puerta del local, sobre teatro, unos minutillos y para casa. 

Siempre que tengo un vestuario nuevo de Edu, llego a casa como un niño pequeño, súper ilusionado por ponérmelo, mostrárselo a mi madre y hacerme miles de fotos, pero esta vez por el tema del virus, quien tuvo el honor de probarse por primera vez todo el vestuario del maestro chocolatero que estrenaría el próximo sábado en la visita a San Miguel titulada Málaga dulce, fue la lavadora. 




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