martes, 9 de noviembre de 2021

AL FINAL A ELENA SOLO LA LEIMOS.

 

Tanto estudiar, tanto repasar, tanto confirmar y repito de nuevo, tanto repasar, pues las 4 o 5 páginas que me aprendí del texto del auto de Santa Elena, las repetía hasta saciedad y al final para nada pues no me pude lucir. 

Era un texto difícil y había que asegurarlo bien, para ello lo repasaba con una periodicidad diaria y varias veces cada día:  Cuando fregaba el suelo de la cocina tras el almuerzo, cuando me lavaba los dientes mientras daba vueltas por la casa y antes de acostarme. Esas eran fijas y luego no sé, pues cuando no tenía nada que hacer y de manera improvisada empezaba a repasarlo ( corriendo por la calle, paseando, tendiendo y mil lugares más.) De hecho para estudiarlo mejor y perder el miedo al verso, me reescribí los monólogos seguidos como si fueran prosa.

No solo me pudo la responsabilidad y profesionalidad como actor de ir a ensayar con parte del texto aprendido,  sino que además debo de confesar que lo hice con un poquito de orgullo y amor propio.  Tenía que callar bocas sobre la novena al Sagrado Corazón y  mi compi el sabio. 

Pero no se puede ir de sobrado y  el karma fue más listo que yo y me dijo:" ¿ Quieres ir a vacilar? Pues te vas a enterar".

Y al siguiente ensayo, celebrado el domingo 1 de agosto del 2021, en la misma asociación de la semana pasada,  fui como el Cid Campeador a una gran batalla y me comí una full, porque ni montamos, ni ensayamos, de nuevo solo leímos.

Eso sí, para evitar la tensión de la semana anterior, cuando a la 18: 00 h. Entré en la sede de la asociación,  lo primero que hice fue pedir el uso de mascarilla para todos mis compañeros, y que me dejaran sentarme lo más cercano a la puerta y distanciado. Debo decir que bravo por todos y todas. Muchas gracias de corazón, porque no solo me respetaron sino que me ayudaron. La verdad que eso me hizo sentir muy seguro. 

Por ese lado todo muy bien pero el karma hizo que de forma más que misteriosa y casi digna del programa de tv, Cuarto Mileno, una media de 4 o 5 compañeros, faltaron por distintas y diversas "enfermedades"  diagnosticadas ese mismo día, horas antes de asistir al ensayo y que les imposibilita ir. Entre ellos mi compi favorito. Me dio mucha pena porque muchos de los afectados eran los que la semana anterior defendía a ultranza que al haber muy pocos ensayos, no se podía faltar y había que aprovecharlos. Pero no pudimos, porque como no estaban.

No nos pusimos de pie, no marcamos movimientos, ni nada solo hicimos otra a lectura del texto completo, con sustitutos.

Edu dio una especie de charla inicial, luego leímos el texto completo, otra charla final y fin.

Es cierto que antes de irnos Edu agradeció mi esfuerzo y el de María José, con la que hablaba casi a diario sobre los avances de estudio que hacíamos pues ella tenía también mucho texto, por llevar parte ya estudiado, pero no lo demostré ni cómo, ni a quién yo quería, por chulo.

Por cierto, también lo pasé bomba, pues hubo un pique constante entre Javi y yo. Él también se había estudiado parte de su texto y me lo hizo ver de una forma bruta y muy divertida.

Poco más que decir, que tras ese simulacro de ensayo, unos se fueron a casa y otros nos quedamos por allí, pues en el San Miguel se iniciaban los de La noche del recuerdo.





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