Como os diré muchas veces a lo largo de las entradas dedicadas a la actuación en La Finca de la Concepción de la pieza El Origen, el jueves 22 de julio de 2021, fue la primera del verano, pero sin serla.
Eso tuvo lugar el jueves 8 de julio del 2021, a la siguiente semana, aunque hubo visita, yo no actué puesto que fue la infantil, donde este año no salgo, por tanto, no volví a ese lugar mágico hasta el 22.
El viaje no fue nada especial, pero quiero hacer esta entrada solo para poner la foto. Foto que me encanta, pues salgo con mis padres. Nos la hicimos una vez ya en la puerta del jardín y a punto de entrar.
Fuimos relajados, sin nada que destacar, charlando, hablando de nuestras cosas, de los pases que me esperaban y poco más, pero a la vez fue muy especial, porque fue una vuelta a la normalidad, a hacer lo de siempre, lo que antes llamábamos rutina que hoy llamamos felicidad.
Y fue una forma de dar gracias a Dios y a la vida, pues casi 365 días después, volvíamos como antes a ese jardín, en verano, por la tarde, para actuar y lo mejor de todo los 3 juntos y sanos.
Es verdad que había muchas diferencias entre ese viaje y el del último verano de verdad, o sea el de 2019, faltaban muchas cosas, muchos adornos, pero en esencia lo realmente importante si estaba, así que fue un viaje de ensueño, maravilloso.
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