lunes, 2 de marzo de 2015

NUESTRA "LOLA" DIJO ADIOS A MICROTEATRO, SOLO A MICROTEATRO.



 Ayer, domingo 1 de marzo de 2015, tal y como estaba previsto, Lo que  Lola quiera, se despidió de Microteatro.
Fue  un día agridulce y sé muy bien porque lo digo.
El día empezó de maravilla, hacía una mañana primaveral. Yo hice eso que me gusta y me reconforta tanto, que es el hacer vida normal antes de una actuación. Lo que implica, no dar excesiva importancia al tema de actuar. Esto  demuestra que es algo habitual en mi vida.
Como digo, fui al gimnasio, luego de comida familiar, donde lo pasé realmente bien y luego me vine a casa.
Aun tenía tiempo, por tanto, me tumbé en la cama a actualizar el blog, pero este no reaccionaba, esto me puso un pelín nervioso y me llevó a que comenzara a maquillarme con el tiempo justo.
Cuando el bote de escarcha , tipo purpurina, se me derramó en el lavabo, mi baño se convirtió en la casa del hada Campanilla,, todo era brillo rosa. Me maquillé en poco tiempo, pero me quedó un poco sucio, quería disfrutar ese momento y por culpa de la escarcha no pude, estaba raro y un pelín acelerado.
Llegué a la sala y  ya estaba allí Alba, pero estamos tan compenetrados que a las 18:30 h, en menos de media hora, estábamos listos para actuar.
En cuanto a los pases hubo de todo, en el primer pase, se creó una química extraña, un ambiente, una atmósfera irreal, donde llegó un momento en el que todos éramos uno, no se sabía si ellos actuaban para nosotros o nosotros para ellos, todos estábamos disfrutando, las risas no paraban de oírse, el tiempo se paró. Ese pase fue genial, Fernando me invadió y el tiempo o lo que ocurría a mi alrededor era cierto, me sentía realmente en el lugar de la acción y fue como un estado de shock, fue especial. Era  uno de esos momentos en los que todo merece la pena, un momento que se da pocas veces pero cuando se da… ufff.
Otro pase fue el “pase Fajardo” donde estuvo toda la familia de Alba, fue muy emocionante, la verdad. Hubo otros dos, con poco publico pero que fue genial, se actuaba solo para ellos, una media de cuatro, pero estaban tan tremendamente entregados que en ningún momentos decaímos, al contrario, nos levantamos mucho más.
Vino a verme mi querida y amada MJ y que bien lo pasaron  sus amigas que no paraban de reír. Que buen pase hicimos.
También vi por ahí a Cisco, Juanjo, Mari Ángeles, nuestro director Víctor, un honor y Salva, que respeto actuar para él.
Suspendimos un pase. El último fue muy duro, por muchos motivos: porque era el último y porque fue un público difícil.
Fue un gran día, pero no  llegué a casa con pena sino  con muy mala leche, porque un asunto ajeno a nosotros, no me permitió despedirme de Lola, de la sala y de esa magnífica experiencia,  como deseaba, con mi Alba, mi Lola y yo. Una pena, pero sobre el destino uno no manda.
Por cierto, mi Alba estaba muy sentimental, muy tristona antes de irnos, pero me negué a verla así, porque Lola no ha dicho adiós sino HASTA LUEGO.

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